La Justicia procesó a la ex procuradora del Tesoro kirchnerista Angelina Abbona por el delito de “peculado de servicios”, debido a su intento por “mejorar la situación” de la ex presidenta Cristina Fernández cuando el fiscal Alberto Nisman la denunció por encubrimiento a los iraníes en la causa AMIA.
Si bien el procesamiento se conoció en las últimas horas, el juez federal Sergio Torres firmó la resolución el 26 de diciembre pasado, antes de finalizada la actividad judicial de 2016, y dispuso el embargo de los bienes de Abbona por la suma de 200 mil pesos.
Abbona también es investigada por la destrucción de correos y documentos que habrían llegado desde Estados Unidos a la causa por la llamada “ruta del dinero K”, por la que está preso el empresario Lázaro Báez.
Había sido el fiscal general Germán Moldes quien acusó a Abbona por malversación de caudales públicos el 24 de febrero de 2015, apenas el juez federal Daniel Rafecas resolvió cerrar por inexistencia de delito la causa que pedía analizar la denuncia de Nisman, hecha cuatro días antes de ser hallado muerto en su departamento de Puerto Madero.
Zaffaroni y polémica
La jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado; el fiscal general de Cámara, Germán Moldes; el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y miembros de la comunidad judía criticaron con dureza la frase “si está vivo yo creo que lo ahorco” que pronunció el ex miembro de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni, a la hora de explicar las dificultades que tuvo para leer la denuncia del fiscal Alberto Nisman.
Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman, calificó los dichos de Zaffaroni como “una expresión totalmente inapropiada” que “encubre una velada amenaza y una falta de respeto a la memoria” del padre de sus hijas.
En tanto, el apuntado minimizó la relevancia de su frase: “No vaya a ser que Marijuan ahora quiera procesarme por el delito de intentar ahorcar a un muerto”.
