Evo Morales celebró el domingo el aniversario de su primera elección como presidente de Bolivia con la certeza de que su proyecto político es “un proceso sin retorno”, tras haber sido postulado a los comicios de 2019 por el oficialismo.
En un multitudinario acto en Ivirgarzama, en el centro tropical del país, Morales reiteró que “si el pueblo dice sí (a su candidatura), Evo seguirá con el pueblo para garantizar esta revolución democrática y cultural”.
Morales afirmó que el proceso político que encabeza “es un proceso sin retorno” impulsado por las clases sociales empobrecidas que llegaron al poder “para quedarse toda la vida”, en una región en la que la izquierda ha sufrido un retroceso.
Al acto por el “Día de la Revolución Democrática y Cultural”, en alusión a su primer triunfo en las urnas, no asistieron sus principales aliados en la región, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Ecuador, Rafael Correa, cuya presencia había sido confirmada días antes por el propio Morales.
En medio de una crisis política y social en Venezuela, Maduro estuvo representado en Ivirgarzama por su vicepresidente Aristóbulo Istúriz, quien llamó a “reconquistar los espacios sociales” que el denominado “socialismo del siglo XXI” perdió en los últimos años, al aludir a la derrota electoral de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y la destitución de Dilma Rousseff en Brasil.