Un alpinista estadounidense murió cuando descendía del Everest , según anunciaron las autoridades de Nepal, y se convirtió en el undécimo montañista muerto en el "techo del mundo" durante esta temporada.
Christopher John Kulish, de 61 años, había alcanzado a la cima de 8.848 metros y ayer había emprendido el regreso al campamento más alto de la montaña.
"Tuvo de golpe, un problema cardíaco y murió en puerto Sur, según los organizadores de la expedición", dijo Mira Acharya, del Departamento de Turismo de Nepal.
Esta temporada es una de las más mortíferas desde 2015: 11 personas murieron en el Everest y nueve murieron en "los 8.000" del Himalaya.
Según experimentados alpinistas, la reticencia de Nepal a limitar el número de permisos para subir al Everest provocó aglomeraciones peligrosas y contribuyó al elevado número de muertes.
Este año, el gobierno nepalí emitió para la temporada de primavera un récord de 381 permisos -al precio de 11.000 dólares cada uno-. Cada titular de un permiso va acompañado por al menos un guía, lo que explica los atascos.
A causa de la afluencia, los equipos tienen que hacer fila en medio de temperaturas glaciales para alcanzar la cima, exponiéndose al congelamiento o al mortífero mal de altura.
El Everest era en el pasado accesible solo a una élite de alpinistas, pero ahora convoca también a aficionados y aventureros. Quienes quieren coronar la cumbre más alta del mundo deben presentar un certificado médico que acredite que están bien físicamente, pero no deben demostrar su resistencia en alturas extremas.