Desde el 2008 Vincent Lambert está en estado vegetativo por un accidente en la ruta y permanece internado en el hospital Remis, Francia. Su familia está dividida por una pelea judicial que los llevó a tomar partido por mantenerlo o no con vida.
Según publica un artículo diario Clarín, sus padres y una hermana se opusieron desde el inicio a frenar el tratamiento que lo mantiene con vida. En otro extremo, su esposa y seis de sus hermanos obtuvieron el triunfo en la Corte para dejar de alimentarlo e hidratarlo.
Recientemente, la Cámara de Apelaciones revocó en pleno el pedido de reiniciar el tratamiento de hidratación y alimentación del paciente tetrapléjico. Por tal motivo, el médico de Lambert les envió una notificación vía mail respecto del freno de los cuidados paliativos.
"El curso de procedimientos de freno de tratamiento comenzará a partir de hoy", escribió a la familia Vincent Sánchez. Además, llamó a la responsabilidad de cada uno para que el acompañamiento de las últimas horas de Vincent sean lo más pacíficas, íntimas y personales posibles.
Vivian Lambert, madre de Vincent, denunció este lunes en la ONU (Ginebra) que quieren "asesinar a mi hijo", que no "es una legumbre", ante el Consejo de Derechos Humanos. La mujer ferviente católica insiste en que su hijo "es discapacitado y se deben reconocer sus derechos".
Sin embargo, Rachel, esposa, asegura que de poder expresarlo él nunca hubiera aceptado esta prolongación de su vida de forma terapéutica. Cabe aclarar, que jurídicamente, su mujer es quien es considerada como su tutora ya que él no tiene movilidad ni capacidad para expresarse.
La ministra de Salud francesa Agnés Buzyn dijo que Francia "no tiene por qué respetar esa demanda de la ONU" que hizo la madre. Cabe recordar, que la Corte de Apelaciones de Paris, el 20 de mayo, había ordenado la restitución de la alimentación a Vincent mientras el comité de la ONU de Discapacitados se pronunciaba sobre el fondo, cuando el médico tratante Sanchéz los había frenado.
Ante el inminente proceso de eutanasia, los abogados de los padres aseguraron que iniciarán un proceso de por “muerte con premeditación” contra el médico, que ordenó el freno del tratamiento.