Europa: paseo urgente por sitios en riesgo

Doce monumentos podrían desaparecer este año, debido al avance urbano o la falta de mantenimiento.

Europa: paseo urgente  por sitios en riesgo
Europa: paseo urgente por sitios en riesgo

Visitar los lugares más recónditos e inesperados del mundo hace aflorar el espíritu aventurero que está oculto en nuestro interior. Nos impregnamos de la historia, la cultura y las tradiciones de las pueblos que visitamos muchas veces a través de sus bellos edificios. Pero algunos de los parajes históricos más fascinantes del mundo están en riesgo de desaparición.

Durante los próximos años, la supervivencia de estas joyas arquitectónicas estará en el centro del huracán, intentando resistir al tiempo para que los viajeros puedan seguir contemplando estas increíbles maravillas que deberían ser preservadas y protegidas de la destrucción.

Coincidiendo con el Año Europeo del Patrimonio Cultural, Europa Nostra, la principal organización de patrimonio en Europa, y el Instituto del Banco Europeo de Inversiones (BEI) hicieron pública la lista previa de los 12 monumentos patrimoniales europeos que corren más peligro de desaparecer en 2018 y que, además, se concentran en diez países.

Austria

El centro histórico de Viena se encuentra rodeado de grandes edificios y amplias avenidas que, además, alberga una gran variedad de jardines y monumentos arquitectónicos, principalmente palacios barrocos, así como el conjunto de la Ringstrasse, que data de fines del siglo XIX, y es uno de los grandes atractivos de la ciudad. Se trata de una calle de cinco km en los que se encuentran edificios tan importantes como: la Ópera Nacional, el Parlamento, la Bolsa o la iglesia Votiba. Ahora, el proyecto de construcción de varios rascacielos amenaza con romper el encanto de una de las ciudades más emblemáticas de Europa, pues modificaría por completo el paisaje arquitectónico y monumental del centro.

Albania

El centro de la ciudad de Gjirokastra es uno de los pocos ejemplos de ciudad otomana que se conserva en buen estado. La localidad se edificó en torno a la antigua ciudadela del siglo XIII, y su arquitectura se caracteriza por sus casas torretas denominadas en turco kullë ("torre"). Algunos edificios están en grave riesgo de desmoronamiento, otras torres fueron modificadas, y además, el proyecto de construcción de una ruta alterará la estructura y la óptica del parte antigua.

Las consecuencias de la guerra de los Balcanes ocasionaron graves secuelas en las iglesias de la época posbizantina que se encuentran en las localidades de Voskopoja y Vithkuqi. El conjunto de 12 iglesias, ícono del arte eclesiástico de los siglos XVII-XVIII en los Balcanes, se está viendo perjudicado por la reducción del clero y la despoblación en el sur del país, lo que implica que la mayoría de las iglesias permanezcan sin usar durante la mayor parte del año. Se encuentran sin protección y en completo abandono, y el agua y la humedad representan una seria amenaza para las pinturas murales de su interior.

Reino Unido

La fábrica de hielo más antigua de Inglaterra, la Grimsby Ice Factory, fue construida en 1900, en el corazón del puerto de Liverpool, para satisfacer la creciente demanda de hielo a los comerciantes y barcos de pesca del que fuera el puerto marítimo más grande del mundo.

La fábrica llegó a producir 1.200 toneladas de hielo por día, pero cerró en 1990 debido a la disminución de la demanda. El edificio de ladrillo rojo de la era in industrial victoriana conserva, en su interior, equipos de fabricación de hielo centenarios muy interesantes. Ahora, tiene un futuro incierto debido a que no hay un apoyo económico suficiente para que vuelva a la actividad, y muchos de los edificios históricos de la zona han sido demolidos. Además, el techo está severamente dañado y permite que se cuele agua en el interior. Además, mucha de su preciada maquinaria ya ha sido robada.

Bélgica

La lista tampoco se olvida de una de las pocas plantas de preparación de carbón del mundo que sigue en pie. La fábrica, ubicada en la localidad belga de Beringen, es el símbolo del desarrollo industrial de principios del siglo XX. Con el descubrimiento del carbón en el subsuelo, la localidad se convirtió en una de las mayores fabricantes y exportadoras de carbón del mundo. El complejo tuvo una capacidad diaria de 7.500 toneladas. En 1989, cuando la mina se cerró, este edificio estaba a punto de derribarse, pero se consiguió preservar incluyéndola en el Museo de la Minería de Beringen, donde el visitante puede recorrer cada rincón y conocer la historia de la mina de carbón. Es el mayor exponente de la historia y evolución de la tecnología de lavado y tamizado de carbón de casi medio siglo. Actualmente la empresa que compró la fábrica tiene planeada su demolición.

Rumania

El casino de Constanza es un fiel reflejo del deterioro del país durante el siglo XX. Daniel Renard, el arquitecto suizo rumano que diseñó este edificio, optó por una expresión lujosa del modernismo para reflejar la modernización del país durante el reinado de Carol I. Encaramado en un acantilado con vistas al mar Negro, resultó ser una gran atracción para la realeza y la élite de Europa, sobre todo, para los que frecuentaban la Riviera francesa. Pero el mantenimiento era exageradamente costoso y el edificio se cerró en 1990. La construcción, en el Boulevard de Elisabeta, tiene unas preciosas vistas al mar Negro que es, además, su mayor peligro, pues está sufriendo las consecuencias del impacto de la naturaleza, principalmente la corrosión y la oxidación por efecto del mar. Además, el viento ha roto la mayoría de las ventanas. De momento, el Gobierno sigue sin conseguir los fondos para su restauración.

Bulgaria

La que fuera la casa-monumento del Partido Comunista búlgaro sufre una gran degradación vista a ojos de cualquiera. El monumento de Buzludzha es una de las mayores joyas arquitectónicas comunista. Un edificio colosal con una torre 70 metros de altura y con forma de platillo, su sala de ceremonias tiene un diámetro de 42 metros y una altura de 14,5 metros, y estaba decorada con 550 metros cuadrados de mosaicos espectaculares.

Fue inaugurado en 1981 por el régimen comunista búlgaro para conmemorar el 90° aniversario del Congreso de Buzludzha. El edificio sólo se utilizó durante los ocho años que el régimen comunista (1981-1989) estuvo en el poder. Una vez finalizado el periplo de gobierno, y con la llegada de la democracia, los nuevos partidos querían mostrarse lo más ajenos al pasado comunista y el extraño Buzludzha fue abandonado. Empezó a ser víctima de robos y vandalismo, además de tener que soportar lluvia, viento y nieve que lo deterioran aún más. En 2011 fue devuelto al actual Partido Comunista Búlgaro que, por falta de medios y por la controversia, sigue sin hacer nada por conservarlo.

España

Con más de 20.000 años de antigüedad, el conjunto rupestre de la provincia de Cádiz está sufriendo las consecuencias causadas por el transcurso de los siglos. Situado en el litoral gaditano, es el mayor símbolo del arte rupestre de España: son 300 cuevas y refugios que albergan el conjunto único de Arte Esquemático de la Península Ibérica, que va desde pinturas rupestres hasta grabados de animales y figuras humanas desde el Paleolítico Superior hasta la Edad de Hierro.

Gracias a los grabados realizados en el conjunto, este espacio se erige como un elemento crucial en el desarrollo de los seres humanos a través de pinturas y grabados, cuyo estilo y temática son únicos. El conjunto sufre el deterioro de los procesos naturales en miles de años producidos por las inclemencias meteorológicas, además de los actos de vandalismo como grafitis y arañazos en las pinturas, pues hay poca inversión económica para su conservación.

Turquía

Turquía cuenta con un gran número de islas. En el archipiélago de Büyükada, uno de los nueve que forman parte de las Islas Príncipe, se encuentra el orfanato Griego de Büyükada. Construido en 1899 por Alexandre Vallaury, famoso arquitecto de origen francés, tiene el honor de ser la construcción de madera más antigua de toda Europa y la segunda a nivel mundial, sólo detrás del templo de Todaiji en Japón. Rodeado por el mar de Mármara y situado en un terreno muy irregular, el edificio cuenta con un total de 23.000 metros cuadrados divididos en seis plantas con columnas de madera y techos con paneles con molduras decorativas. La idea inicial era la de crear un hotel, pero la negativa del sultán Abdülhamid II de autorizar su apertura provocó que se donara al patriarcado ortodoxo para cobijar a niños sin recursos, y en 1903 empezó a funcionar como orfanato. Con unas preciosas vistas hacia la ciudad de Estambul, la construcción empezó a deteriorarse justo en el momento en que dejó de funcionar en 1964. Desde ese momento, la falta de inversión y un incendio en 1980 están provocando que esté en grave peligro de desaparición.

Georgia

El país fronterizo entre la Europa Oriental y Asia Occidental se ve inmerso en esta problemática pues dos de sus monumentos más emblemáticos están en peligro. Al oeste del país, en la localidad minera de Chiatura, se encuentra la red de teleféricos de la localidad construidos durante la década de 1950. Los teleféricos conectaban -y aún hoy lo hacen- la ciudad con la montaña a través de un viaje a más de 6.000 metros de altitud. La red también es denominada como el "teleférico de Stalin" dado que muchos expertos la catalogan como la gran última construcción del sanguinario dictador. Situados en un valle montañoso, a orillas del río Qvirila, este método de transporte es víctima del paso del tiempo. Con la misma infraestructura instalada originalmente, existen alrededor de 17 teleféricos que permiten observar desde las alturas la bella ciudad y los verdosos bosques que la rodean. Casi no se han renovado en la vida, y a pesar de la utilidad, pues son la mejor manera de moverse por la ciudad, debido a la falta de mantenimiento, muchos de los teleféricos de pasajeros se han deteriorado y se han cerrado.

Castillo en la Toscana

En la bella región de la Toscana se ubica uno de los pocos ejemplos arquitectónicos de estilo neoárabe que quedan en Europa: el castillo de Sammezzano. Este antiguo castillo medieval se transformó en un bello ejemplo de la moda orientalista de la mano de Marchese Ferdinando Panciatichi Ximenes d'Aragona, un arquitecto y político italiano, en el que se mezclan estilos gótico, hindú y árabe.

En el interior del edificio se contempla una gran cantidad de colores, dando vitalidad y rompiendo con los patrones arquitectónicos imperantes en aquella época. Con unos vitrales muy llamativos, cuenta con un techo y unas bóvedas únicas en el mundo. El edificio alberga un total de 365 habitaciones, cada una de ellas diferente de las otras e inspiradas en los tonos de animales exóticos.

Durante la Segunda Guerra Mundial el castillo sufrió saqueos por parte de los soldados alemanes y, una vez finalizado el conflicto, el edificio se convirtió en hotel de lujo. A causa del fracaso hotelero, en los 90, el edificio cayó en desuso y su cuidado es inexistente: ventanas rotas, goteras, robos y vandalismo en una estructura ya gravemente deteriorada.

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