La Valeta. La Unión Europea (UE) aprobó ayer un fondo de ayuda a África de 1.800 millones de euros para luchar contra las “causas profundas” de las migraciones, en una cumbre en Malta donde algunos países africanos expresaron irritación ante los europeos.
La cumbre de La Valeta, la capital de Malta, que congregó durante dos días a Estados miembros de la UE y a unos 30 países africanos, terminó ayer con la adopción de un plan de acción común ante la llegada masiva de migrantes que buscan por todos los medios cruzar el Mediterráneo rumbo a Europa, a menudo con resultados trágicos.
La UE puso en la mesa esos 1.800 millones de euros para financiar proyectos que frenen las llegadas de africanos a Europa, e invitó a sus 28 Estados miembros a contribuir para duplicar esta cifra.
Pero las cuentas aún no salen y los Estados miembros sólo se han comprometido a aportar 78 millones de euros adicionales a la suma otorgada por la UE, según cifras de la Comisión Europea.
La suma aportada está “lejos de ser suficiente”, afirmó ayer el presidente nigeriano Issoufou Mahamadou. Pese al invierno boreal que se acerca, el flujo de emigrantes hacia Europa no cesa, y condujo el miércoles a Eslovenia a instalar alambradas a lo largo de su frontera con Croacia.
Horas más tarde, Suecia anunció que restablecerá provisionalmente sus controles fronterizos durante diez días a partir del jueves, para tratar de frenar las llegadas.
“Salvar Schengen”, los acuerdos que rigen la libre circulación en la UE son “una carrera contrarreloj, y estamos dispuestos a ganarla”, admitió por su lado en La Valeta el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
En una declaración política conjunta, europeos y africanos se comprometieron a "administrar juntos los flujos migratorios en todos sus aspectos".
Ello no impidió la irritación de algunos líderes africanos ante las presiones europeas. Los migrantes africanos "no son tan numerosos como se dice. ¿Por qué tanto énfasis en los migrantes africanos?", se preguntó el presidente senegalés, Macky Sall.
Su homólogo marfileño, Alassane Ouattara también expresó su molestia al subrayar que su país, con un 25% de ciudadanos extranjeros, sí era un “modelo de integración”.
Con su fondo financiero, los europeos quieren incitar a algunos países africanos a "readmitir" a sus migrantes en situación irregular en la UE.
Los países africanos piden sobre todo que se desarrollen "canales de migración legal" (de turismo, estudios, trabajo) pero los dirigentes europeos son muy cautelosos al respecto.
Así, la respuesta de la UE ha sido tímida y aceptó duplicar el número de visados para estudiantes e investigadores africanos.
La cumbre de La Valeta fue seguida por una reunión de dirigentes europeos para evaluar las negociaciones con Turquía, país clave y una de las principales puertas de entrada al territorio de la UE, sobre todo de refugiados sirios, a través de Grecia.
Eslovenia está desbordada
Stanko Kovac se solidarizaba en cierta medida con los miles de migrantes que cruzan ríos helados, con el agua hasta el pecho, para ingresar a Eslovenia desde Croacia, pasando de día y de noche junto a su casa en la frontera. Hasta que empezaron a aplastar sus cosechas y a asustar a su ganado y sus gallinas.
“Son personas pobres obligadas a huir de la violencia, es una tragedia”, dijo Kovac junto a un establo en su tranquilo pueblo en las colinas. “Pero ya no podemos soportar esta imagen. Eslovenia se asfixia ante las llegadas”.
El primer ministro esloveno, Miro Cerar, dijo que si la UE no encuentra pronto una solución para la crisis -con lo que se refiere a detener la llegada de personas a Grecia desde Turquía-, las fronteras eslovenas “tendrán que defenderse con alambradas, policías y soldados”.
“Es fácil decir que la represión no es una solución, ¿pero qué se hace cuando entran en su casa uno detrás de otro?”, dijo. “Ningún país europeo permitirá una situación así. Hay algunos límites”.