Los líderes de la Unión Europea se comprometieron a asignar barcos, aviones y helicópteros adicionales para salvar vidas en el Mediterráneo, en una cumbre de emergencia convocada ayer con el fin de atender una crisis en la que más de 1.300 inmigrantes han fallecido en las últimas tres semanas.
Además, los mandatarios acordaron establecer los fundamentos para implementar acciones militares contra los traficantes.
Alemania y Francia aportarán dos barcos cada una, mientras que Gran Bretaña, tres, con el fin de que patrullen el mar. Otros estados miembros de la UE también asignaron más naves y helicópteros que podrían utilizarse para rescatar a inmigrantes, indicaron las autoridades. Además, los países del bloque acordaron triplicar los fondos a 9 millones de euros al mes para la operación de la UE que patrulla el Mediterráneo.
Le encargaron a Federica Mogherini, jefa de la política exterior de la Unión Europea, asegurar las opciones diplomáticas que le permitirían a las fuerzas armadas del bloque atacar los botes de los traficantes. Las autoridades dijeron que la falta de un gobierno libio fuerte probablemente hará necesario conseguir el respaldo de las Naciones Unidas.
“Los líderes ya han prometido apoyo significativamente mayor, incluidos muchas más barcos, aeronaves y expertos” de lo que se esperaba antes de la cumbre, indicó Donald Tusk, presidente de la UE.
El mandatario francés Francois Hollande dijo que el bloque sostendrá una cumbre en Malta con países africanos a mediados de este año, en la que ambos continentes examinarán cómo pueden trabajar juntos para hacer frente de mejor forma a una crisis que ha crecido drásticamente en los últimos años.
Los anuncios fueron efectuados luego de que 24 víctimas del peor desastre de inmigrantes en la historia del Mediterráneo fueran enterradas ayer en Malta.
Dos docenas de ataúdes que contenían los únicos cuerpos recuperados del hundimiento del fin de semana frente a las costas de Libia -en el que se teme hayan muerto unos 800 inmigrantes- fueron depositados para una ceremonia conmemorativa en terrenos del principal hospital de Malta, a lo que seguiría su entierro en el cementerio más grande de esa isla nación.
Ninguno de los cadáveres fue identificado. Uno de los ataúdes tenía escrita encima la cifra “No. 132”, refiriéndose al número de la muestra de ADN tomada del cuerpo en caso de que un pariente llegue a reclamarlo algún día.
Durante varios años, los líderes de la UE han hecho poco más que deplorar la creciente cifra de muertos y conmemorar tragedias con momentos de silencio y coronas de flores en lugar de tomar acciones fundamentales. Cuando Libia se desintegró políticamente luego de que Kadafi fuera derrocado y la agitación se extendió a los países vecinos, Europa no actuó con firmeza.
Inmigrantes desesperados que huyen de la guerra, la represión y la pobreza en África y Oriente Medio ponen sus últimos bienes en manos de contrabandistas, que les cobran de 1.000 a 2.000 dólares por un lugar en botes sobrecargados y endebles para efectuar el peligroso cruce. El principal desafío de Europa en este tema es poner fin a eso.
La labor por delante es enorme, ya que tan sólo la semana pasada más de 10.000 inmigrantes han sido extraídos del mar entre Italia y Libia.
Este abril ya es el mes más letal del que se tengan registros en términos de muertes de inmigrantes, con más de 1.300 fallecidos en el Mediterráneo.
Unos 1.800 han perdido la vida en lo que va del año, según reportes de la Agencia de la ONU para los Refugiados, aproximadamente la mitad de los que murieron en el mar en todo 2014.
Italia recibirá unos 200.000 refugiados este año
Hasta fines de año podrían llegar por mar hasta 200.000 inmigrantes a Italia desde puertos del norte de África, según las proyecciones del Ministerio del Interior italiano.
Las cifras, publicadas por el diario romano Il Messaggero y confirmadas por el Ministerio, estiman que a menos que se haga algo, en los próximos 5 meses podrían llegar unos 5.000 inmigrantes semanales a las costas italianas.
Las llegadas de inmigrantes normalmente aumentan durante los meses de primavera y verano debido a las mejores condiciones meteorológicas en el Mediterráneo, pero se teme que la situación empeore debido a la inestabilidad y anarquía imperante en Libia, de donde parten la mayoría de los inmigrantes.
Hasta 900 personas podrían haber muerto tras hundirse el barco en el que viajaban hacia Europa desde Libia durante el fin de semana, incluidas mujeres y niños encerrados en las bodegas, lo que generó llamamientos a la acción para frenar el flujo de inmigrantes.
Las proyecciones del Gobierno italiano se conocieron el mismo día en que los líderes europeos estaban reunidos en una cumbre extraordinaria para discutir medidas frente a la inmigración.