El arquero Yann Sommer, de la selección de Suiza, sorprendió a todos cuando se presentó al entrenamiento con anteojos de sol. Sin embargo, el guardameta del Borussia Mönchengladbach alemán mantuvo la costumbre en todas las prácticas y ante las preguntas de la prensa decidió explicar la causa.
"Los lentes ocultan parcialmente la vista, parpadean un poco. Esto me permite acelerar la velocidad de reacción. El instrumento cuenta con diferentes ajustes, hace que el cerebro se ponga a trabajar", expresó a la agencia deportiva alemana SID.
El costo de las gafas es de 400 euros. "Si las usas de inmediato al más alto nivel hay un riesgo elevado de terminar el entrenamiento con la nariz rota", dijo el guardameta.