El peronismo mendocino también festejó, y hasta tarde. Poco y nada pareció importar a los simpatizantes locales del PJ el resultado en Mendoza, donde su fuerza política sufrió un traspié frente a Cambia Mendoza. La alegría por volver al Ejecutivo nacional después de cuatro años fue motivo más que suficiente para salir a la calle.
Y así lo hicieron. Por un lado, en el Sindicato de Trabajadores Gráficos, donde la militancia se reunió desde antes de las 20 y donde se concentró la mayor cantidad de militantes y simpatizantes de la fórmula ganadora. Esos mismos, pasadas las 21, y cuando lo que hasta entonces era una tendencia pasó a ser una realidad, dieron rienda suelta a la alegría y a la euforia.
Pero también lo hicieron en la esquina de San Martín y Peatonal de Capital. Minutos antes de las 21 comenzaron a escucharse las primeras bocinas. Dedos en "V" asomados por las ventanas y lluvias de trizas de papel empezaron a decorar la esquina y sus inmediaciones.
Con banderas celestes y blancas, otras con el escudo del PJ y una gran bandera argentina con la inscripción "Juventud Peronista Mendoza" -que colgaron de dos farolas- el grupo de simpatizantes justicialistas se fue agrandando cada vez más.
"Se acabaron las facturas altas, se acabaron los favores a los amigos. Estoy contento por lo que se termina y más contento aún por lo que viene ahora. ¡El pueblo no va a tener más hambre!", destacó, con una inocultable felicidad, Pirincho Molina, mientras saltaba y festejaba al ritmo de la lista de temas que comenzó a sonar pasadas después de las 9 de la noche.
"Sigue la educación pública, a pesar de lo que querían Macri y Vidal. Esto es lo que les enseño a mis hijos", destacó a su turno Natalia, mientras flameaba su bandera y celebraba junto a sus pequeños hijos luciendo orgullosa sus dos pasiones: el PJ y la Lepra (llevaba la camiseta de Independiente Rivadavia). "Estuve en Buenos Aires los últimos días pero volví esta mañana temprano para votar y sacar al gato del gobierno", agregó la mujer con una sonrisa.
Gorro, bandera y vincha
En la icónica esquina céntrica no faltaron los vendedores ambulantes. En este caso fue un hombre que, mientras cantaba la Marcha Peronista y los otros hits de esa noche en esa esquina, ofrecía banderas de Argentina. La grande, salía 300 pesos. Y la más chica, 200 pesos.
También se destacaba un simpatizante que levantó con orgullo y en todo momento el muñeco de peluche de un pingüino, el apodo con el que se lo conoce a Néstor Kirchner.
Desde la Marcha hasta el “Mauricio Macri LPQTP”
Entre tantos festejos y euforia, no podían faltar los cánticos acordes a la situación. Al igual que ocurre en los festejos futboleros, estuvieron aquellos propios del peronismo, pero también los otros dedicados a Mauricio Macri.
Así, por ejemplo, fue infaltable la Marcha Peronista, pero también se sumaron el "Macri Chau" (con la música de "Bella Ciao"), el "Vamos a volver" y el "Mauricio Macri LPQTP", aquél que comenzara en la cancha de San Lorenzo y luego se convirtiera en una especie de himno contra el Gobierno.