El ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, dialogó con Los Andes sobre el panorama económico y lo que faltó solucionar durante la gestión de Macri para promover el crecimiento del campo en general, y de las economías regionales en particular.
De acuerdo con el funcionario los números hoy son más favorecedores que en 2015 y la apertura del mercado internacional permitirá crecer a partir de lo “nivelado”.
-¿Cree que dejan al campo en una mejora situación de la que lo encontraron?
-Sin ninguna duda. Hoy casi no hay ningún número que salga mal. Tenemos récord de cosechas (147 millones de toneladas), récord de exportaciones de carga y subieron un 20% las exportaciones de vino. Esto se dio porque ayudamos, de manera artesanal, a sacar trabas, eliminar las mafias de los puertos, a reactivar el tren, a poner en vigencia los camiones escalables y a todo lo que hace a la competitividad de la región.
-¿Faltó trabajar con el sistema financiero para permitir la inversión de las pymes?
-Ese es el déficit fiscal, el fondo del problema que heredamos. Era un Estado que había duplicado su gasto público sin ingresos. Eso recibimos y en cuatro años lo nivelamos casi a cero.
¿Qué destaca de lo logrado y qué falta para que las economías regionales crezcan?
-La marca registrada de este Gobierno fue crear las políticas a través del diálogo y con mesas encabezadas por el propio presidente Mauricio Macri. Veníamos de una gestión totalmente autoritaria, con una presidenta que se refugiaba y mandaba órdenes y ataques desde la cadena nacional. En cambio el Presidente busca consensos y así logró todos los acuerdos en los últimos cuatro años.
La manera de construir es respetando al otro y redoblando esfuerzos para tener una economía sana.
Hemos mejorado la infraestructura, bajado costos en los puertos y sacado las mafias que encarecían nuestras exportaciones en los puertos.
Ahora se nos abre una oportunidad con el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que está pensado para las economías regionales, que van a poder entrar en un mercado que tiene 500 millones de consumidores, con el triple de poder adquisitivo.
-¿Cuál es la fortaleza de Argentina dentro del acuerdo?
-Cambió el concepto de agregado de valor, cualquier país puede producir una computadora, pero no cualquier país puede producir alimentos, y Argentina es uno de los principales productores de alimentos a nivel mundial. Llegar con una fruta fresca, con un durazno fresco a Alemania en enero, o con una manzana o una pera, con un metro de nieve afuera, tiene mucho más valor que hacer un jugo, un preparado o una mermelada.
A eso apuntamos, a captar el mayor valor posible. De la mano de eso, ahora que bajamos el déficit a cero, de más de 5 puntos que recibimos en el año 2015, vamos a poder bajar el Impuesto a las Ganancias del 35% al 22%. También podremos bonificar al 100% el primer año los aportes patronales y al 50% el segundo. Si son jóvenes, el descuento será del 100% el primer año y del 75% el segundo.
Por otro lado, las pymes van a poder tener una cuenta corriente para compensar impuestos, en el caso de que tengan crédito fiscal. Además, aquellas pymes que hayan pasado el límite de monotributistas, seguirán pagando lo mismo y no entrarán en el régimen general.
- Las retenciones fueron una de las mayores críticas al Gobierno porque regresaron cuando se había prometido que no sería así. ¿Qué balance hace al respecto?
El presidente se volvió a comprometer a eliminar las retenciones en diciembre de 2020. Pero hay que ver el matiz. Las retenciones en la época del kirchnerismo eran del 35% para la soja, del 32% para el girasol, del 15% para la carne y del 20% y el 22% para el trigo y el maíz. Ahora se trata de un monto fijo en pesos que se va diluyendo permanentemente (con el aumento de la cotización del dólar).
En aquel momento los mercados no estaban abiertos y había trabas para exportar. Ahora abrimos 120 mercados y se tuvieron que poner esos $4 (por dólar exportado) por la falta de financiamiento que tuvimos el año pasado, pero ya superamos esa etapa.
Obviamente que las urnas nos mandaron un mensaje que estamos atendiendo sin ninguna duda, pero llegó el momento del crecimiento y de seguir bajando impuestos para que todo lo bueno que tenemos para seguir, pueda desarrollar su potencial.
Trabajamos en todo lo que fue apertura de mercados, es una de las líneas de este Gobierno y además del acuerdo con el Mercosur y la Unión Europea, cerramos con Chile, con EFTA, estamos encaminados con Canadá y queremos trabajar con Corea, Singapur y México, entre otros.
En definitiva, eso es lo que da previsibilidad. Hoy las barreras son arancelarias y para que bajen tenemos que hacer un tratado de ida y vuelta.
Además, vamos a seguir insistiendo con la ley de semillas, clave para el desarrollo de las economías regionales. Chile exporta uva sin semillas, mientras nosotros no estamos autorizados por la patente de esa tecnología por no reconocer la propiedad intelectual de quien la desarrollo, lo mismo con las hortalizas, el maní y el algodón. Para el futuro, el Presidente se comprometió a crear un polo tecnológico en el INTA apuntado al agro.