Un hombre fue golpeado por asaltantes que después lo mantuvieron inmovilizado por más de 11 horas, tiempo suficiente para dar vuelta (en el real sentido de la expresión) su casa, ubicada en la última cuadra de la calle Urquiza, en la Cuarta Sección de Ciudad.
Los ladrones se llevaron una moto, 20.000 dólares, 18.000 pesos, joyas, ropa y perfumes.
"Me dejaron en la lona y sin un peso", se lamentó ante Los Andes la víctima, Javier Casas.
Todo ocurrió hace un par de días y la denuncia quedó registrada en la Oficina Fiscal 1, cuyo personal, junto a Policía Científica, trabajó en el lugar en busca de huellas, algunas de las cuales también fueron advertidas en la recorrida que este diario hizo por el interior de la casa.
Falsos policías
Según el relato de Casas, todo comenzó cerca de las 5 de la madrugada del pasado viernes. "Un ruido y el ladrido de mi perro me despertaron. Salí del dormitorio medio dormido, cuando un tipo con un revólver calibre 38 de color negro me apuntó a la cabeza", relató el hombre de 51 años.
El ladrón había logrado romper una puerta que da al patio y así llegó hasta el pasillo de la vivienda, donde se encontró frente a frente con la víctima.
Tras recibir un golpe en la cara, que le provocó la pérdida de un par de dientes, Casas sólo rescató lo que le dijo el desconocido: "Quedate quieto y date vuelta, somos de Investigaciones".
Después el delincuente le ató las muñecas con un precinto, le puso la funda de una almohada que le tapó la cara y lo tiró sobre la cama.
"Sólo pude ver luces como de linternas que se movían por todos lados y algunas voces que hablaban: 'Ya está, acomodá la chata'", agregó la víctima.
El paso de las horas y una pastilla que le dieron -“que yo escupí al momento”, contó Casas- le hacen pensar que tal vez se durmió o que, por lo menos, le hizo perder la noción de tiempo.
Las sospechas
La víctima busca una razón a lo ocurrido y sólo una cosa se le viene a la memoria:
“Alguien me vio cambiando unos dólares en la galería Tonsa y después tomó la patente de la moto en la que había ido y de ahí sacó la dirección”, especula.
También le llamó la atención una escalera que estaba en los fondos que, después del atraco, la encontró en el patio apoyada sobre la pared.
Cerca de las 16 -11 horas después de que fuera sorprendido por los sujetos- el hombre pudo salir a la calle para pedir auxilio y un vecino lo liberó de los precintos, mientras que bici-policías que pasaban por el lugar alertaron al 911.
En la casa aún hoy se amontonan bultos y restos de muebles. Quedaron puertas y ventanas astilladas, una heladera y un lavarropas dados vuelta y hasta la tapa de cemento de un desagüe fue levantada. "Buscaban más plata pero no había y hoy no tengo ni para comer", cerró Casas.
Lo robado
En el balance que Javier Casas hizo ante las autoridades judiciales sobre lo robado figuran dos notebook, un par de cámaras fotográficas, un celular, una moto nueva marca Honda de 250 cc (patente 995 JQM) y el dinero: 20.000 dólares producto de la venta de un negocio gastronómico (Javier Casas fue propietario de "La Chaparra", ubicada sobre la calle Joaquín V. González de la Sexta Sección) y 18.000 pesos "que fue lo primero que tomaron porque estaban en una riñonera a los pies de la cama", según relató.