Turquía declaró ayer “luto nacional” tras el ataque perpetrado ayer en el aeropuerto internacional Atatürk de Estambul.
La cifra de muertos se elevó a 45, y según el gobierno todo apunta a que la masacre fue cometida por los yihadistas del Estado Islámico (EI), pese a que aún no fue reivindicada por ningún grupo.
Máquinas de matar
Tres atacantes suicidas armados con fusiles y chalecos explosivos abrieron fuego el martes a la noche contra cientos de civiles en la terminal de arribos del aeropuerto Atatürk, el mayor de Turquía y uno de los dos de Estambul, antes de inmolarse detonando sus bombas al ser tiroteados por fuerzas de seguridad.
Uno de los atacantes se voló por los aires en la entrada de la terminal, donde existen fuertes controles, y que otros dos los hicieron en su interior.
“Cuando los terroristas fueron incapaces de pasar el sistema de seguridad, cuando no pudieron pasar los escáners, los controles policiales y de seguridad, regresaron y sacaron sus armas de sus valijas y abrieron fuego de manera indiscriminada contra el control de seguridad”, señaló el primer ministro turco, Binali Yildirim.
Medios turcos, citando a funcionarios del Ministerio del Interior y otras fuentes de seguridad no identificadas, afirmaron ayer que los tres atacantes llegaron en taxi hasta la terminal de arribos.
El primer asaltante ingresó al gran edificio, abrió fuego y luego se inmoló cerca de una de las máquinas de rayos X. Aprovechando el caos, un segundo atacante subió por las escaleras al nivel superior, donde está la terminal de partidas del aeropuerto internacional, y detonó su cinturón bomba.
El tercer atacante se quedó esperando afuera, donde estacionan los autos, e hizo explotar su bomba cuando la gente huía despavorida.
Entre los muertos figuran 10 extranjeros y 3 personas con doble nacionalidad, mientras que 109 de los heridos ya fueron dados de alta.
Los embajadores en Turquía de Palestina y de Arabia Saudita dijeron que una mujer palestina y seis ciudadanos sauditas murieron en el ataque.
Funcionarios turcos agregaron que entre los fallecidos había además dos iraquíes, un tunecino, un uzbeko, un chino, un iraní, un ucraniano y un jordano.
Los servicios de inteligencia y la policía trabajaron ayer en la reconstrucción del ataque, revisando imágenes de las cámaras de seguridad y analizando las declaraciones de los testigos, en un intento por establecer una línea temporal y los detalles del ataque, el undécimo en lo que va del año.
Equipos especializados empezaron a retirar los escombros dejados por el ataque en la terminal destruida.
El aeropuerto reabrió parcialmente, aunque la zona de arribos internacionales permanecía cerrada y varios vehículos de emergencias seguían en el lugar en medio de una intensa presencia policial.
Las pantallas informativas de la terminal aeroportuaria mostraban las cancelaciones de al menos un tercio de los vuelos previstos, así como retrasos en algunos trayectos.
Turquía forma parte de la OTAN, es un socio clave de la coalición liderada por Estados Unidos contra el EI y actualmente lucha contra diversos grupos rebeldes dentro de sus fronteras, entre ellos el Partido de los Trabajadores del Kurdistán PKK, y el Partido-Frente Revolucionario Liberación del Pueblo (DHKP-C), una organización marxista-leninista.
Los atentados en su territorio vienen en aumento, tanto en escala como en frecuencia, en los últimos meses, lo que ahuyentó a miles de turistas y golpeó duramente la economía del país, que depende considerablemente del turismo.