Es más que probable que "Sin nada que perder" ("Hell or High Water", en el original) no gane el Oscar a la mejor película, aunque se trata de uno de esos títulos que llegan a la cartelera silenciosamente, sin mucho ruido mediático detrás, aunque con avales más que sobresalientes en todos los rubros y aplausos generalizados de crítica y público.
En este caso se trata de un western policial, en el que dos hermanos tejanos (interpretados por Chris Pine y Ben Foster) deciden, tras la muerte de su madre, asaltar una serie de bancos de la zona para reunir el dinero necesario que les permita evitar que les rematen el rancho familiar, único sostén tanto de ellos y su prole como de su padre divorciado.
La cosa no será fácil, por cierto, y tendrán detrás de ellos a dos oficiales Texas Rangers, uno magistralmente interpretado por Jeff Bridges (nominado a un Oscar como mejor actor secundario por este film).
El director es David Mackenzie, quien a pesar de ser británico reconoce gran influencia de los westerns de Sam Peckinpah y Arthur Penn, dos íconos de la cinefilia de los años 70.
Biografías olvidadas
El caso de "Talentos ocultos" ("Hidden Figures", en el original), el otro estreno de hoy que llega con tres nominaciones al Oscar (mejor película, actriz de reparto para Octavia Spencer y guión adaptado), se centra en la biografía de la matemática y científica afroamericana Katherine Johnson (interpretada por Taraji P. Henson) y sus dos colegas, Dorothy Vaughan (Octavia Spencer) y Mary Jackson (Janelle Monáe), quienes trabajaron en la NASA durante los años 60 y cuyos cálculos fueron fundamentales para la carrera espacial de aquellos tiempos.
Fueron, además, las tres primeras mujeres negras en alcanzar metas que hasta entonces parecían imposibles y cuyas vidas fueron rescatadas del olvido por la novela biográfica de la escritora Margot Lee Shetterly en que se basa esta película.
Con dirección de Theodore Melfi, al elenco de “Talentos ocultos” se suman también Kevin Costner, Kirsten Dunst y Jim Parsons, entre otros.