La presión de las subas de precios está haciendo que los consumidores replanteen sus posibilidades de consumo y supriman algunos gastos que consideran más superfluos.
Ocurre que mientras la mayoría de los sectores no tiene aún actualizados sus salarios, la aguja inflacionaria, que en enero marcó 1,8% y 25% interanual, sigue marcando el deterioro del poder adquisitivo.
¿En qué piensa ahorrar la gente para hacer rendir más el ingreso? En principio, el 43% de los hogares argentinos declara que piensa reducir las salidas a comer, al cine o algún otro entretenimiento ante la inminente suba de las tarifas. Así lo admitieron más de 1.100 hogares de todos los niveles socio-económicos (NSE) en una encuesta (Relámpago LinkQ) que hizo la consultora Kantar Worldpanel.
Mientras que un 35% disminuirá su capacidad de ahorro, o directamente dejará de hacerlo y un 22% restringirá los viajes de fin de semana o vacaciones. No faltan quienes piensan que -frente a los salarios viejos y los precios nuevos- también deberán reducir la compra de la canasta de consumo masivo de alimentos y bebidas. En este segmento se anotó un 19% de la muestra, mientras que un 16%, manifestó que empezaría "el recorte" en el conjunto de productos de limpieza y perfumería.
"Las bebidas son siempre el rubro más afectado por una crisis y caen siempre en mayor proporción que el resto de los sectores."
La economista Soledad Pérez Duhalde, de la consultora Abeceb estima que, en este contexto, "el consumo masivo se va a resentir en el primer trimestre del año", precisamente porque los salarios no estarán a la altura de una inflación promedio del 6% para estos primeros tres meses.
Un reciente relevamiento del Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) determinó que una familia tipo, en la ciudad de Buenos Aires, necesita $ 40.888 para vivir un mes. De esa cifra, el 79% es para afrontar los costos de la vivienda y transporte, mientras que el 21% restante es destinado a los productos de consumo masivo.
Según el sondeo de Kantar, "en lo que están de acuerdo todos los niveles socieconómicos (NSE) es sobre el impacto en el ahorro. En todos los segmentos, al menos el 30% mencionó que frente a las subas de tarifas van a ver afectada o eliminada su capacidad de ahorro y solo un 18% de los encuestados mencionó que las alzas de las tarifas no tendrán ningún impacto en sus hábitos de consumo en el 2018".
Según Kantar, para el consumo masivo hay grandes diferencias entre los niveles socio-económicos (NSE) -especialmente en el mundo de las bebidas, por ejemplo. Mientras que para el NSE alto, solo un 15% menciona la reducción de alimentos y bebidas, en el bajo inferior se eleva al 29%: "bebidas es siempre el rubro más afectado por una crisis y cae siempre en mayor proporción que el resto de los sectores", aseguró Federico Filipponi, director comercial de Kantar.
El centro de la pirámide (los niveles medio y bajo superior), es el grupo que más estima que va a reducir sus actividades fuera del hogar, ya sea traducido en menos salidas o menos vacaciones. En el caso de los productos de limpieza estos números cambian a 10% para la punta versus el 22% de la base de la pirámide, según se desprende del análisis.
