Por Natalia Encinas
La ilustración es una práctica creativa que, en forma autónoma o junto a textos, da forma a escenas y personajes que tienen gran impacto y circulación en la cultura visual. En mendoza, la disciplina vive momentos de auge y renovación.
La de la ilustración es, quizás, una de las disciplinas artísticas de mayor circulación y popularidad. Su soporte privilegiado es el papel (y, en tiempos de nuevas tecnologías, también pantallas en todos sus formatos) y sus fines, diversos: desde el acompañamiento en todo tipo de libros -de infantiles a publicaciones científicas, en los que ha ocupado un lugar relevante para el conocimiento-, hasta el protagonismo absoluto en caricaturas o historietas. En todos los casos, la ilustración tiene generalmente un vínculo profundo con la narración, ya sea a la que acompaña o la que en sí misma expresa.
UN RECORRIDO POR EL PASADO
En todos estos formatos, el rol de la ilustración en la cultura visual ha ocupado –y aún lo hace- un lugar preponderante. En lo que a impresos refiere, si nos remitimos hacia el pasado, veremos que fue fundamentalmente a través de las revistas culturales ilustradas que las imágenes se popularizaron. En Buenos Aires, desde finales del siglo XIX, y especialmente a comienzos del XX, la circulación de imágenes impresas era un fenómeno notorio. Gracias a las posibilidades técnicas que brindaba la industria gráfica, aparecían diversas ediciones ilustradas que eran consumidas masivamente. En este proceso, historiadoras como Sandra Szir señalan que la gran novedad cultural se produjo con la aparición de la revista Caras y Caretas, tanto por la gran cantidad de imágenes que incluyó como por su tirada. La circulación masiva de imágenes en la vida cotidiana en distintos soportes produjo así, un importante cambio en la visualidad de la época en la que las protagonistas, junto con las fotografías, fueron las ilustraciones.
En Mendoza, también por los cambios y mejoras en la impresión, es hacia la década de 1910 que aparecen revistas ilustradas locales. Entre aquellas publicaciones pioneras podemos mencionar a La Quincena Social y Mundo Cuyano en las que las ilustraciones –con gran presencia de la caricatura- ocuparon un lugar sobresaliente.
En la actualidad, en épocas de tecnología digital, la ilustración atraviesa nuevos cambios, tanto en su procedimiento como en sus soportes, siendo las pantallas nuevos espacios de circulación a través de, por ejemplo, las redes sociales.
Victoria Malamud, Mina que fue
ARTE E ILUSTRACIÓN EN MENDOZA
La ilustración como disciplina artística tiene en nuestra provincia prestigiosos exponentes de amplia trayectoria. A la par, una nueva generación de jóvenes artistas-ilustradores renueva y mantiene activa la escena contemporánea local. De su mano, el método se propaga a través de diversos medios e incluso conforma un mercado incipiente pero en expansión, en el cual las creaciones -cual obras de arte autónomas- se ofrecen a precios accesibles a través de distintos medios como ferias o redes sociales. Aparecen también, proyectos editoriales en los que los ilustradores son locales. Aquí, algunos de esos jóvenes referentes de la ilustración mendocina comparten sus creaciones y experiencia.
EXPONENTES DE LA ESCENA CONTEMPORÁNEA
Natalia Quesada, Juan Gavras, Victoria Malamud, Bettiana “Betts” Castro y Andés Casciani tienen diversas inspiraciones y técnicas, pero los une la pasión por la ilustración.
Natalia cuenta que lo que la lleva a elegir la ilustración "es el hecho de poner la imagen 'al servicio de'; es decir, pensar dibujos específicos que acompañen y potencien textos, ideas y mensajes. Esto me permite trabajar en proyectos de otros y en conjunto con otras personas: escritores, músicos, etc. También, la ilustración me posibilita hacer circular mis trabajos por otros ámbitos fuera del contexto de exposición o muestras de arte".
Bettiana Castro, La ballena azul
Andrés, por su parte, explica que encuentra en la ilustración "un terreno idóneo para plasmar mi pasión por el dibujo, la pintura y el grabado, ya que al interpretar un texto, estas disciplinas se ponen a prueba a la hora de mostrar una atmósfera, acompañar a un personaje, reinterpretar sus emociones".
En Victoria, la elección de esta disciplina la remonta a su infancia: "Hay algo que desde muy chica me entusiasmaba mucho, y era la consigna de 'ilustrar' las oraciones o algunas poesías que nos daban en la escuela. Dar imagen a un texto o idea que puede representarse gráficamente de infinitas formas pone en juego el criterio del ilustrador no sólo en el sentido estético, sino en la intención de lo que éste quiere contar. La ilustración tiene su propia lectura y puede acompañar, reforzar, enfatizar, contradecir o ser caprichosa. Asimismo, se puede contar algo sólo con ilustraciones. Me parece una de las expresiones más completas".
En cuanto al universo creativo que lo marcó como generación, Juan Gavras nos cuenta: "Dibujo desde muy pequeño, soy de la generación de 1984. Mi vanguardia visual es un poco el dibujo animado como Robotech, Tortugas Ninjas... En la escuela compartíamos historietas, cartuchos de videos juegos…".
Entre sus referentes, Bettiana cuenta que "son muchos y que van cambiando a menudo. En alusión a lo local me inquieta la obra de Marta Vicente, sus fondos y colores siempre dicen algo más que lo que plantea la imagen principal. Me gustan los contrastes, las posibilidades de ampliar la lectura".
UNIVERSOS CREATIVOS
Cada uno de los artistas convocados posee técnicas, estilos y formas de trabajar particulares que nos permiten acceder a sus microcosmos personales, siempre atravesados por la cultura, el contexto y sus propias historias (y recorridos).
Andrés Casciani, Spinetta
Andrés Casciani cuenta que su trabajo "se caracteriza por un fuerte dibujo de corte expresionista, con distorsiones y estilizaciones que buscan plasmar las sensaciones más internas y las emociones. El dinamismo de la línea domina la oposición entre figuración y abstracción, de manera que las imágenes ponen a prueba también al espectador para completarlas".
Andrés Casciani, El ángel de la bicicleta - Pocho vive
En relación a aquello que atraviesa su obra, Natalia Quesada menciona a "lo infantil, lo femenino, el humor, la creación de personajes y situaciones; la tipografía y un cierto aire vintage". Con respecto a la técnica, trabaja con materiales tradicionales: lápiz y papel, témperas, fibras, acuarelas y collage. Para compartir, en esta nota, eligió algunas ilustraciones que hizo para las canciones del disco "Hilario", de Mariana Paraway.
En el caso de Juan Gavras, su praxis artística se plasma tanto en ilustraciones como en esculturas. En relación a su obra, sostiene: "Quiero encontrar al humano, por eso juego con los anhelos y la ironía, con los fetiches de la prosperidad o las evoluciones, quizás haciendo referencia a este mundo estancado de sentidos, lleno de desarrollos científicos que avanzan de una forma extraña y retorcida, especulando con sus ventajas y ocultando sus contras".
Victoria Malamud, Díptico
"LA ILUSTRACIÓN COMO DISCIPLINA TIENE EN MENDOZA PRESTIGIOSOS EXPONENTES DE TRAYECTORIA. A LA PAR, UNA NUEVA GENERACIÓN DE JÓVENES ARTISTAS RENUEVA Y MANTIENE ACTIVA LA ESCENA CONTEMPORÁNEA LOCAL".
Bettiana Castro vive actualmente en Chile. Allí, ha participado con sus ilustraciones en un libro infantil sobre ciencia que se publicó a principio de año. Además, cuenta que desde el 2014 viene trabajando en un proyecto denominado "Tardes de dibujo", en el que cada semana se realiza una imagen que publicita la actividad, "lo cual me ha permitido un manejo de la técnica y el cuerpo humano que antes no tenía", sostiene.
Victoria Malamud, por su parte, explica que trabaja de manera tradicional y que aunque está incursionando en lo digital, prefiere la gestualidad del trabajo hecho a mano. "Uso acrílicos, tintas, lápiz y collage; combino técnicas y texturas, casi nunca hago un boceto previamente, tiendo más a lo espontáneo e imperfecto. En lo formal, utilizo un lenguaje que remite a lo 'infantil' a primera vista, pero que suele tener un contenido dramático y fuerte", sintetiza sobre su trabajo.
"EN MENDOZA, HACIA 1910, APARECEN REVISTAS ILUSTRADAS LOCALES. ENTRE AQUELLAS PUBLICACIONES PIONERAS ESTABAN LA QUINCENA SOCIAL Y MUNDO CUYANO, EN LAS QUE LAS ILUSTRACIONES OCUPARON UN LUGAR SOBRESALIENTE".
Natalia Quesada, Tout Le Mirage.
ILUSTRACIÓN MENDOCINA EN "EBULLICIÓN"
Todos los artistas aquí convocados coinciden en que Mendoza vive, actualmente, un momento interesante para la ilustración, que caracterizan como de movimiento y auge. Sin embargo, también tienen similares lecturas en que aún resta camino por recorrer para que la disciplina se profesionalice y el mercado se consolide para estas obras.
Juan Gavras, Malcriado!
La opinión de Andrés al respecto es que "estamos experimentando un auge de la ilustración". Juan destaca también la calidad de muchos ilustradores locales y afirma que "hay muchos proyectos para valorizar el mercado ilustrativo como muralistas, tatuadores, revistas, remeras, flyers de bandas".
Natalia considera que "está surgiendo, con gran fuerza, un movimiento de ilustradores jóvenes con mucho talento y buenas ideas; por esto, creo que ya es hora de que se empiece a generar un mercado real que nos permita desenvolvernos laboral y económicamente". Coincide con ella Victoria, quien afirma que "en Mendoza se viene gestando algo muy positivo; han surgido muchos ilustradores y muy buenos. Si bien la ilustración no está todavía instalada como profesión -como sucede en otros lugares- el camino se está abriendo". La mirada de Bettiana es similar y señala que: "Hay una ebullición de ilustradores mendocinos muy talentosos pero son pocos o nulos los espacios para mostrar el trabajo en cuanto a la ilustración editorial. Por otro lado, hay ilustradores que han empezado a organizarse en grupos para gestionar actividades y talleres. Si bien hay más movimiento que antes, aún nos falta mucho por recorrer".