Ya es irrefutable que Federico Jeanmaire es uno de los grandes escritores contemporáneos argentinos.
Pero esa capacidad de proximidad extrema que logra con sus lectores, ese complejo procedimiento de escritura oculto tras una apariencia de calidez, amabilidad y simpleza (con diversas índoles presente en “Tacos altos” o en “Amores enanos”, por citar) son en “Wërra” -su nuevo libro editado por Anagrama- aún más poderosos.
Es que este libro que no es novela, ni crónica, ni ensayo, ni biografía, ni escritos filosóficos: es todo eso al mismo tiempo. Una obra generosa y desbordante. Sin embargo corre en nuestra lectura y sensaciones como fluir manso, emotivo, íntimo, repleto de jugosas anédoctas, reflexiones e imágenes.
“(...) la libertad, a veces o siempre, que eso no podría asegurarlo, solo está permitida a partir de cierta vigilancia. A partir de un control que, cuanto menos evidente se muestre, resulta más llevadero para todos. Se vive lo que se puede vivir. O lo que nos dejan. Igual a como ocurre en las guerras”, escribe Jeanmaire, luego de detallar la vivencia en una feria -protegida contra atentados- del pueblito donde antes sucedió la Operación Chariot, disparador de sus indagaciones sobre la guerra.
Este es solo un fragmento de los planteos que derrama el libro; inmenso en temáticas, experiencias perceptivas y preguntas disparadas al intelecto del que lee.
Jeanmaire se embarcó, durante su estadía en Saint-Nazaire (Francia) en una indagación sobre esta Operación Chariot (un plan de los ingleses en tierra gala, para derrotar allí a los alemanes y la base de submarinos instalada en el lugar) que había acontecido en ese pueblo durante la Segunda Guerra Mundial. La inquietud le surgió luego de asistir, por curiosidad turística, a un homenaje a los caídos en esa batalla.
Pero aquello ancdótico caló tan hondo en el escritor que lo llevó a una investigación de más de un año sobre cómo aconteció ese hecho bélico, sus estrategias, sus protagonistas, sus consecuencias.
Sin embargo el libro no es un detalle de operaciones guerreras sino que converge en otros tópicos que tienen a las luchas armadas como centro de atracción: su infancia atravesada por la serie “Combate” como nexo afectivo con su padre, la fábrica de soldaditos de juguete de su abuelo, la Guerra de Malvinas, los nombres de los chicos que murieron en Saint-Nazaire. Y más.
Así, Jeanmaire cruza todos los límites de la escritura, mezcla los géneros, las vivencias, las historias y construye un libro monumental.
“Wërra” convierte nuestro tiempo de lectura en un campo de batalla donde lidiar con las experiencias transmitidas en sus páginas: la incerteza, la perplejidad frente a los escombros, la nostalgia de lo que podría haber sido, de lo que no fue y de lo que sí. Allí, en Saint-Nazaire, aquí entre nosotros, ahí en su propia vida.
Pero la obra va más allá de la guerra y el sin sentido; de los interrogantes sobre el heroísmo, el poder, las armas, o el hombre contra el hombre. “Wërra” es un libro contemporáneo que abre la pregunta y el panorama sobre lo que esta sociedad, que oprime a sus mujeres, hace también con sus hombres. Y lo que queda flotando es doloroso.