Este semana vamos a hablar de amor. Pero no nos pongamos melosos, ni cursis, porque las recomendaciones que aquí te traemos pasan por el amor en serio; ese ligado con el deseo, el sexo, la identidad, el reconocimiento del otro y el de nosotros dispuestos a entregarnos -o no-. Arranquemos.
My happy family (Netflix)
La película es de Georgia y es el mejor, cinematográficamente hablando, de nuestro trío de recomendados.
“My happy family” está dirigida por Nana Ectimishvili y Simon Grob y es una historia de amor que hace pie en los anhelos internos, el reconocimiento de los deseos propios y de la identidad en una sociedad profundamente patriarcal y de la que conocemos muy poco.
En la casa de nuestra historia conviven tres generaciones de una familia georgiana. Todos se sorprenden cuando Manana, de 52 años, decide mudarse y vivir sola. Sin su familia, sin sus hijos y sin su marido ella inicia un viaje que le permitirá encontrar lo que había perdido: su ser, su feminidad y su deseo por la vida.
Una película profunda, sutil, inteligente y de un feminismo intenso; pero sin pancartas ni consignas. Es, además, una lupa sobre esa sociedad que desde aquí es completamente extraña y por ello se convierte también en un intenso panorama sociológico.
Claro: es cine de Europa del Este así es que el realismo, ese contundente que inauguró el Nuevo Cine Rumano, navega a pleno en este metraje. Peliculón, dolorosamente verdadero, para develar otros amores y sociedades.
Candelaria (Netflix)
Una preciosa película, pura y sencilla, que nos muestra que el sexo y el amor en la vejez no son asunto de titulares pseudocientíficos o morbosos en los diarios. Esta es una película de amor de esas que lo tienen todo, pero sin grandilocuencias.
Aunque el filme es colombiano, y viene de la mano de Jhonny Hendrix Hinestroza, la historia tiene sede en Cuba, durante los ’90.
El mundo da cambios a gritos y Cuba se hunde entre bloqueos, hambre, tabaco y ron. En ese paisaje, las vidas de Candelaria, de 64 años y su pareja Víctor Hugo de 63, dan un vuelco al encontrarse una cámara de video.
El redescubrimiento del sexo, del amor y del deseo desde una perspectiva profundamente humana, ética y política le dan a esta película una pureza casi primitiva, que el director sabe perfectamente cómo trasladar a las formas cinematográficas.
Una historia de amor conmovedora que, por supuesto, no podría haber sucedido sin las descomunales interpretaciones de estos actores protagonistas: Verónica Lynn y Manuel Viveros.
Encuéntrame en Venecia (Amazon Prime)
Un filme del holandés Eddy Terstall que tiene la música de Beppe Costa y Michel Banabila.
Nos cuenta la historia de Liza, una chica que viaja a Venecia para conocer a su padre italiano, Mauro, al que dejó de ver cuando tenía tres años. Mauro ha viajado por todo el mundo con su música y espera conocer a Liza en esas breves vacaciones.
“Encuéntrame en Venecia” es una road movie que nos lleva en un viaje musical y cultural por la ruta del Orient Express. De Venecia a Estambul, pasando por Lubiana, Zagreb, Serbia hasta llegar al esplendor del Bósforo. Como buena road movie que es, el vínculo entre padre e hija irá intensificándose a medida que el viaje sucede.
Aunque el guión tiene sus flaquezas, y en uno que otro momento pierde su peso específico, hasta volverse incluso algo anticipatorio, la película es un recorrido precioso hacia la intimidad del amor filial y la música.
La banda sonora, la interpretación y la voz de Beppe Costa hacen de este filme una delicia sonora con apuntes sensibles y cálidos. Cerremos, de paso, diciendo que Beppe no es actor ni cantante, sino un gran poeta, novelista, librero y editor de Catania. Así, que el director haya canalizado esa condición artística de Beppe en su película, es suficiente para recomendarla.