Meditación significa pensar, contemplar o reflexionar. En todo el mundo tiene nombres diferentes, pero la idea es la misma: alcanzar un estado mental que te permita concentrarte en una sola cosa.
En la meditación puedes mantener una conversación en el espacio sagrado de tu mente y dirigir tus pensamientos y acciones en una dirección que sea positiva, tanto para ti como para otros. Cada día elegimos cómo vivir nuestras vidas. Usando la meditación, dirigirás tu atención hacia adentro y centrarás tu mente y tu cuerpo. Esta escucha y observación interna, te permitirán descubrir y abrazar tu propósito de vida y vivir auténticamente cada día.
Encontrá el lugar espacial para comenzar
El dormitorio o una sala de estar tranquila son lugares perfectos para meditar. Evita zonas de paso o muy transitadas. Es mejor elegir un rincón o un espacio alejado de puertas y áreas de mucha fluencia, como la sala o el comedor. Si prefieres puede ser en un studio o en una esquina de tu habitación. Así podrás estar solo y tranquilo, sin que nadie te interrumpa.
Tecnología, lejos
Siempre que sea posible es mejor ubicar el rincón para meditar lejos de aparatos electrónicos ya que interfieren negativamente en la relajación cuanto están encendidos por los campos electromagnéticos que generan. Si tienen que estar, al menos, ¡Apágalos!
Elige el color indicado
La decoración en estos casos es algo sumamente importante. Según la teoría del color, los tonos pasteles (azul, rosa, beige) te relajarán más. Puedes pintar una o más paredes para darle un look and feel de tranquilidad.
Limpieza y Orden
Es necesario que el rincón de meditación esté limpio y ordenado. Trata de que todo el alrededor esté despejado, sin libros, muebles o cajas que puedan nublar tu mente. Ayudará a que tu cabeza no tenga esas ganas de acomodar o te sientas abrumada por el desorden.
Mejor sin muebles, y cojines al piso
Para un espacio de meditación no son necesarios muebles estorbosos. Al contrario, entre más espacio libre tengas, mayor comodidad sentirás. Algunas plantas y cuadros pueden darle vida a tu área de meditación. Lo ideal es disponer de un cojín redondo de meditación para acomodar la postura. En su defecto, puedes recurrir a cojines de suelo redondos, cuadrados o rectangulares y colchonetas o esteras para cubrir la zona.
Elige un lugar cerca de las ventanas
La luz del sol, el aire fresco y el espacio abierto serán factores que harán tus sesiones de meditación mucho más placenteras. Verás lo relajante que es meditar cerca de una.
Elementos decorativos y ambiente
Las flores y los mandalas te inspirarán. También puedes colocar un pequeño buda y elementos que se encuentren en la naturaleza como caracolas. Elige velas o inciensos de tu olor favorito y crear una playlist para esos momentos con sonidos de la naturaleza.
Aromaterapia
Los olores que percibes estimulan al cerebro. Los más recomendados para meditar son lavanda, manzanilla, palo santo o inciensos naturales que inducen a ese estado de relajación mental que buscas con la meditación.