Después de su debut en el teatro Las Sillas en la segunda mitad del 2021, la obra escrita por Martín Gines y que marca el debut en la dirección de Gonzalo Chirino regresa a las tablas mendocinas.
Con energías renovadas y una inmensa alegría de parte de su elenco, la obra que aborda la salud mental desde la comedia se prepara para retomar su espacio en la agenda teatral.
Terapia tiene tres fechas programadas: a partir de hoy y durante los dos sábados restantes de marzo, el teatro El Taller se prepara para reír y reflexionar sobre una temática vigente, y más en los tiempos que corren.
“Hemos mejorado escenografía, vestuarios y actuaciones, todo eso que en la obra requiere de un proceso nos hemos tomado el tiempo de ir puliendo y mejorando”, dice su director, Gonzalo Chirino, respecto a su regreso a los escenarios.
La propuesta, protagonizada por Gustavo Álvarez y Nicolás Naranjo, se sitúa en un consultorio psicoanalítico. Los personajes, un doctor con un gran dominio en temas relacionados con la psiquis humana y un paciente con un complejo de Edipo tan grande, que “…hasta el mismo Edipo le recomendaría terapia…”, se encuentran en una situación donde se pondrán en juego una gran paleta de temáticas sociales.
La situación ira en creces cuando el paciente sacará poco a poco de sus casillas a su psicoanalista, después de una oleada de ocurrencias que surgirán durante su sesión de terapia.
“Hay una gran variedad de temas. Hablamos de maternidad, adolescencia, sexualidad, de las relaciones de pareja, también se habla sobre las diferentes terapias. Y, sobre todo, el tema de roles: cuándo somos doctor y cuándo paciente”, explica su director.
La obra se presenta en el teatro El Taller el 12, 19 y 26 de marzo a partir de las 21 horas. Las entradas generales tienen un valor de $600 y se obtienen por entradaweb.com.
La necesidad de reír
Uno de los componentes principales de esta obra es el humor. Y así lo asegura su director, que se vio impulsado por el género de esta obra cuando la eligió para llevarla al escenario.
Gonzalo adelanta que se encontraba en la búsqueda de una obra cuando un amigo lo impulsó a tener en cuenta esta historia cómica pero reflexiva.
“Sobre todo, me atrajo el tema de la salud mental, cómo se pone en juego este tema de si estamos o no locos, quién es el loco, y sobre todo por cómo se aborda desde el respeto y la comedia. Quienes han ido a terapia o al psicólogo, entiende cómo nos interpela esa situación y nos invita a sentirnos identificados.”, dice sincero.
Hasta ahora, la repercusión en las salas ha sido muy acertada. Con adaptaciones a los tiempos que corren hoy en día, relacionado a situaciones y hasta algunos chistes al respecto, el público ha encontrado un gran espacio de desconexión y diversión.
“Creo que después de la pandemia es importante llevar esta obra al escenario por varios motivos”, explica Chirino. Y continúa: “Primero porque la gente necesita reírse y esta obra no sólo es para reír, sino también te invita a reflexionar. Y otra cuestión tiene que ver con las personas que han tenido la experiencia de ir a terapia lo ven como un juego, logran identificarse con algunas situaciones que pasan en la obra”.
-¿Cuál fue el desafío más grande que se te presentó?
Fueron tres los desafíos. Primero hacer una comedia en los tiempos que vivimos hoy, fue darle una vuelta de rosca más y no quedarse con lo sencillo, con eso que veníamos viendo. La comedia está buscando un camino nuevo y ese fue el primer desafío que se presentó. En segundo lugar, es mi primera vez dirigiendo y todo lo que conlleva eso. Y, por último, poder llevarla a cabo en las salas mendocinas y que el público logre divertirse y llevarse algo para reflexionar.
-¿Cómo fue esta experiencia de dirigir por primera vez?
Espectacular, la verdad es que fue muy lindo. Si bien he estado actuando mucho, todo ese tiempo en las tablas, tomar cursos, dirigir algunas obras en escuelas, eso me fue formando. Y, sobre todo, tratar de ver las escenas desde afuera, sabía cómo irme y poder ver la escena completa.
-¿Qué papel juegan la escenografía y la música en la obra?
El espacio es un consultorio de un psicoanalista con un diván y el psicoanalista tiene su consultorio en donde pasará toda la trama. Hay elementos que también forman parte de la historia que enriquecen a la obra y ayudan.
La música juega un papel importantísimo. Toda la obra está acompañada de canciones, y sobre todo hay muchas canciones autóctonas de Mendoza.
-¿Cómo ves la escena teatral hoy en día?
Veo que la gente está muy dispuesta. El hecho de que haya espectáculos que se pueden ver en vivo, invita a la gente a salir. La gente consume teatro porque quiere algo diferente, salir de las pantallas. Al principio fue muy protocolar pero la gente igualmente está consumiendo mucho teatro, y me parece que está relacionado con esto de salir y conocer otros ambientes.
-¿Qué planes vienen para más adelante?
Primero esperamos que el público que no haya ido, pueda ver la obra, que la pasen bien y que tengan presente el tema de la salud mental, que se puedan reír y reflexionar. Y en cuanto a planes, estoy preparando una obra infantil para mediados de año que habla sobre superhéroes cuyanos.