Hace años, con la aparición de la película “Tango Feroz”, protagonizada por Fernán Mirás, se conoció la inestable vida personal del cantante de rock conocido como Tanguito. Su fascinación por la música acompañada de drogas y excesos llevaron al joven a cometer algunos ilícitos y por esta razón tuvo varias detenciones policiales a fines de 1970.
Con el paso de los años la adicción a la marihuana y pastillas fue creciendo. Luego para experimentar “nuevas sensaciones” Tanguito comenzó a inyectarse anfetaminas.
Solo y sin amigos, el rockero fue internado varias veces en el Hospital Neuropsiquiátrico Borda que tenía un servicio de Drogadicción. Allí pasó varios meses y hasta fue sometido a terapias de electroshock y choques insulínicos, tratamientos actualmente en desuso por considerarse dañinos.
En mayo de 1972 fue declarado judicialmente demente y trasladado a la Unidad Penitenciaria 13 del mismo hospital, destinada a criminales psicópatas.
En 1972 logró escapar y llegó a la estación de Palermo con la intención de abordar un tren del Ferrocarril General San Martín para ir a su casa. Por un descuido, Tanguito cayó a las vías y murió bajo las ruedas del tren en el puente sobre avenida Santa Fe. Hasta el día de hoy no se logró saber si la muerte del músico a los 26 años de edad fue un suicidio, un accidente o si alguien lo empujó.
En la actualidad las vivencias de Chano Charpentier recuerdan momentos de la vida de Tanguito poblada de recuerdos tortuosos junto a la incomprensión de sus allegados, la soledad, los excesos y los tratamientos extremos.
En terapia intensiva, intubado y en estado grave de las operaciones por las heridas causadas por el disparo, el músico pelea entre la vida y la muerte cuando la Justicia, la familia y sus fanáticos intentan saber qué pasó realmente en la casa de Exaltación de la Cruz.
