Susana Giménez, quien está internada en el Sanatorio Cantegril de la ciudad uruguaya de Punta del Este por complicaciones derivadas del coronavirus, “sigue estable y está de buen ánimo”, informaron ayer durante la tarde los allegados a la diva de los teléfonos. Era la última novedad al cierre de esta edición.
“Los resultados de los estudios dieron todos normales; sigue con tos, por eso todavía le siguen dando oxígeno por mascarilla”, informó el entorno de Giménez.
Esta evolución en su cuadro aleja por el momento las versiones mediáticas que señalaban que la popular conductora podría ser dada de alta durante hoy lunes y continuar el tratamiento en su chacra “La Mary”, de San Ignacio.
Susana, de 77 años, que ya se aplicó las dos dosis de la vacuna Pfizer en el Campus de Maldonado, contrajo coronavirus en Uruguay, país donde reside desde mayo de 2020, y había presentado síntomas desde el fin de semana último.
La Covid-19 alcanzó al entorno familiar de Susana, ya que su hija Mercedes Sarrabayrouse también fue hisopada y dio positivo.
Luego de desarrollar una “leve insuficiencia respiratoria” -de acuerdo con el relato que hizo el sábado una de las profesionales tratantes a los medios de comunicación reunidos frente al centro médico- Giménez fue ingresada el jueves por la noche.
Si bien nunca estuvo en el área de cuidados intensivos, por protocolo fue aislada en un área VIP del Cantegril y tratada con medicamentos y oxígeno.
Ya el sábado se había dado un parte en el que se la consideraba “estable” y “respondiendo bien al tratamiento”, según informó a la prensa su equipo de trabajo.
“Con respecto al tiempo que le resta de internación, se sabrá día a día según su evolución”, decía el mismo comunicado, dando a entender que no hay todavía indicios de que la diva vuelva a su Chacra.