Sting vendió su catálogo al sello Universal que custodiará su legado

El músico británico recibió unos 350 millones de dólares por los derechos de sus temas, ya clásicos, incluso las canciones de la época de The Police, que serán administradas por el sello UMPG

Sting vendió su catálogo al sello Universal que custodiará su legado

El músico británico Sting vendió su catálogo entero, incluyendo sus composiciones para The Police, al sello Universal Group (UMPG), según informó hoy el propio artista en un comunicado en el que se declaró “encantado” por el acuerdo. Al parecer es una tendencia en alza, ya que muchos artistas de talla internacional optaron por desprenderse de los derechos de sus temas.

En el caso de Sting, si bien no trascendió de forma oficial el monto de la transacción, el sitio estadounidense Variety publicó que hace unos meses que el cantante de Roxanne estaba negociando por una cifra cercana a los 350 millones de dólares.

“Estoy encantado de que Jody (Gerson, CEO del grupo) y el equipo de UMPG organicen y administren mi catálogo de canciones”, declaró Sting sobre este paso que involucra su obra musical.

“Es absolutamente esencial para mí que el trabajo de mi carrera tenga un hogar donde sea valorado y respetado, no solo para conectarme con los fanáticos de toda la vida de nuevas maneras, sino también para presentar mis canciones a nuevas audiencias, músicos y generaciones”, dijo el músico, siempre asociado a la lucha por los derechos humanos y ambientales.

En el mismo texto que se dio a conocer la noticia, el CEO de Universal dijo: “Nunca podría haber imaginado que algún día llegaría a liderar una compañía que será la guardiana de este notable legado”.

Muchos hits

Entre los títulos negociados por Sting que tiene en su haber, entre otros premios 17 Grammy, se encuentran varios clásicos del rock y pop de los ‘80 y ‘90 como Roxanne, Every Breath You Take, Shape Of My Heart, If I Ever Lose My Faith In You, Fields Of Gold, Desert Rose, Message in a Bottle, Englishman in New York y Every Little Thing She Does Is Magic.

A sus 70 años, el británico sigue activo como uno de los músicos más populares de las últimas décadas, firme en su carrera solista con la que lleva editados catorce álbumes, sumados a los cinco previos con el grupo The Police.

Recluido en su villa de la Toscana, en Italia, donde transcurrió casi toda la pandemia junto a su esposa Trudy Styler, Sting prepara ahora un nuevo show para presentarse en vivo, a mitad de año, en Las Vegas.

Precisamente fue la pandemia la que parece haber acelerado esta fiebre por vender los catálogos,  en parte por el parate de conciertos y giras que impuso la situación sanitaria debido al Covid, pero también por una transformación de la industria discográfica que se traduce en la caída de ventas de discos, paralelamente al aumento del streaming.

De esta manera, quienes tienen material de interés para las grandes productoras discográficas, aprovechan la posibilidad de ganar con su música lo que, de otra manera, ya sería casi imposible de lograr.

Cuál es el negocio

En 2018, el empresario Merk Mercuriadis creó, -junto al músico, productor musical, compositor, arreglista y cofundador de Chic Nile Rodgers-, un fondo de nombre Hipgnosis, bajo el principio de que las canciones de éxito son activos predecibles a largo plazo que no se ven afectados por los ciclos económicos, y que aumentarán en valor a medida que el mercado mundial de streaming de música crece.

En su primer año de gestión, el fondo había incorporado unos 5.000 títulos, de los cuales unos 2.000 alcanzaron el número 1 en los rankings de algún lugar del mundo; una cifra que multiplicó por 10 en tan sólo un año, al mismo tiempo que alcanzaba un capital que se encaminaba al billón y medio de dólares.

Lo cierto es que tampoco es nuevo esto de vender los derechos de canciones, un negocio que tiene en la compra de la discografía de The Beatles, en 1985, por parte de Michael Jackson, quien ni lerdo ni perezoso tomó en su propio beneficio las enseñanzas que le había transmitido Paul McCartney poco tiempo antes, y asoció la rebeldía de Revolution a una publicidad de Nike.

Ya con el siglo XXI en marcha, Courtney Love se ganó unos pesos con la negociación del 50 por ciento de los derechos de Nirvana que le correspondían a su ex esposo Kurt Cobain, y artistas como Chicago y Hall and Oates también transformaron en billetes sus partituras. En todo caso, la novedad que aporta Hipgnosis es tomar las canciones como un valor para negociar en el mercado de capitales. Así, fueron muchos los sellos que comenzaron a comprar y artistas interesados en vender su principal activo.

Artistas que vendieron su catálogo

Cinco días antes del cumpleaños de David Bowie, se conoció la noticia de que sus herederos habían vendido por una cifra aproximada de 250 millones de dólares el catálogo completo de canciones compuestas por el músico británico a Warner Music Group.

La superestrella colombiana Shakira le vendió toda su música a Hipgnosis Songs Fund,  que adquirió el 100 por ciento de los derechos de autor e ingresos por intereses de las 145 canciones escritas por Shakira.

Otro que fue noticia por el mismo motivo es Bob Dylan, leyenda de la música rock y premio Nobel de Literatura, que vendió los derechos de todo su catálogo musical, que engloba más de 60 años. El negocio lo hizo con Universal Music Publishing Group (UMPG).

Neil Young y Red Hot Chili Peppers fueron por el mismo camino. El primero vendió el 50 por ciento a Hipgnosis, mientras que la banda vendió su catálogo completo a la misma empresa, por 140 millones de dólares.

La banda ZZ Top vendió su catálogo musical y sus regalías a BMG y al grupo inversor KKR. Los términos financieros no son de conocimiento público pero ZZ Top hace parte del grupo de artistas que quieren valorizar su legado.

Por su parte, el cantante estadounidense Bruce Springsteen vendió todo su catálogo musical y los derechos de publicación a Sony Music por 500 millones de dólares, la mayor transacción realizada sobre el trabajo de un artista. Superando a Bob Dylan, quien vendió por cerca de 400 millones de dólares.

El puertorriqueño Luis Fonsi, autor del fenómeno mundial “Despacito”, vendió su catálogo musical HarbourView por una suma que no fue divulgada, mientras que Tina Turner vendió todas sus canciones a BMG, así como los derechos a su nombre e imagen, en la transacción más cara realizada hasta ahora.

BMG posee derechos sobre el trabajo de artistas como Mick Jagger y Keith Richards, John Lennon, Ringo Starr, Mick Fleetwood, Roger Waters, Blondie,  Scorpions, The Kinks, Black Sabbath o Iron Maiden, además de los mencionados. En tanto, Universal e Hipgnosis se reparten los catálogos del resto de los músicos más importantes.

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