Sin giras ni encuentros presenciales, así culminó el año del Coro Universitario

Con ensayos semanales desarrollados de manera remota, reconocieron que será un año “difícil de olvidar”.

Termina 2020, un año que será muy difícil de olvidar para todos. Culminó para el Coro Universitario de Mendoza un año de trabajo atípico, pero que por supuesto dejó una gran dosis de aprendizaje en todos los engranajes que conforman la compleja maquinaria de un organismo artístico vocacional, cuya razón de vida es esencialmente presencial, grupal y vincular.

“Todas las características que hacen a la vida y el trabajo de un coro son las que más han debido restringirse en virtud de la pandemia por Covid-19 y los protocolos de aislamiento definidos por las autoridades”, reconocieron.

El Coro Universitario transcurrió todo su año calendario manteniendo sus acostumbrados encuentros semanales con la misma intensidad. Y todo ese trabajo, musical, convocatorias, ensayos, aprendizaje de repertorio, y también de gestión, administración y nuevos proyectos, se desarrolló de forma virtual y remota.

La excepción se produjo sobre el final del año con sólo dos encuentros presenciales en pequeños grupos reducidos en la Nave Universitaria. En esas ocasiones se grabaron imágenes de algunas de las tantas producciones audiovisuales que este año ocuparon, literalmente, el centro de la escena.

El desafío fundamental de 2020 fue, en el contexto del obligatorio aislamiento, conservar el espíritu y la esencia histórica del Coro Universitario, sosteniendo el entusiasmo y la motivación en sus integrantes y equipo. “El comienzo del año nos encontró con la situación de cuarentena, y la obvia suspensión de todos los ensayos, presentaciones, giras y eventos presenciales planificados desde el año anterior”, reflexionaron.

Ensayos corales

El primer objetivo trazado fue implementar un sistema virtual mediante las herramientas tecnológicas disponibles, que sustentara el trabajo del CUM en todas sus áreas. Conservando el mismo esquema horario que en la presencialidad, desde marzo el Coro se reunió para ensayar tres veces por semana detrás del monitor de la computadora o el teléfono de cada integrante, a través de la aplicación Zoom.

Para cada ensayo y cada etapa, el equipo musical, compuesto por la directora y los jefes de cuerda, ideó un sistema de trabajo para el armado del repertorio en donde se intentó replicar virtualmente algunas metodologías de ensayo presenciales y, con la valiosa asistencia de uno de sus miembros con conocimientos y tecnología en edición de sonido, se prepararon y compaginaron distintas pistas de audio para que cada coreuta, dentro de la cuerda que integra, pudiera disponerlas en el ensayo virtual de modo de avanzar en el estudio y aprendizaje de cada obra del repertorio 2020. Un trabajo denodado, agotador, realizado de forma comprometida.

Mecánica de los ensayos

Al momento del ensayo, luego de una intensa vocalización a cargo de uno de los miembros del equipo musical, en grupos por cuerdas, guiados por sus jefes de cuerda o el Coro en su conjunto, bajo la guía de Silvana Vallesi trabajó de forma remota sobre el material editado.

Al cabo de algunas semanas de preparación, cada integrante debió grabarse a sí mismo cantando en su casa con sus recursos tecnológicos con una permanente evaluación de las grabaciones por parte del equipo musical, con el principal fin de conocer los avances del aprendizaje de los integrantes del repertorio 2020, que será interpretado en presencialidad en 2021.

Producción audiovisual para el público

Otro signo distintivo de este 2020 fue la producción audiovisual. Suspendidas todas las presentaciones de la programación, había que encontrar la forma de sostener la comunicación con nuestro público, ahora en un formato diferente.

El Coro completo se dividió en áreas para proponer y concretar producciones en video a difundir principalmente por nuestros canales y redes. Así se fueron originando proyectos de carácter didáctico, académico, histórico, artístico. Cada coreuta se integró en la línea de su preferencia, y así fueron surgiendo los aportes que confluyeron en la realización de varios videos.

Esto fue posible además gracias al aporte de algunos integrantes con conocimientos en grabación y edición de video, que fueron asistiendo, orientando las ideas y luego compaginando cada producción que finalmente se difundieron por distintos canales. En este aspecto se contó con la colaboración del área de producción de video de la Secretaría de Extensión y Vinculación de la UNCuyo, de donde depende el organismo.

Otras tareas

Mientras tanto, las tareas de gestión y administración se llevaron adelante durante todo el año, también en formato remoto y virtual.

Hubo nombramientos y designaciones de los nuevos integrantes del equipo técnico y de gestión (este año se renovó en más de un 50%), firma de convenios con instituciones académicas locales y del exterior, universitarias, académicas, educativas, comunicación continua con los distintos estamentos universitarios, campañas de difusión para cada uno de los eventos y producciones virtuales, asistencia de los integrantes, presentación de documentación, gestión de futuros eventos y giras. Todo se llevó adelante con la mayor predisposición del equipo, en las complejas condiciones ya mencionadas.

Los indispensables procesos de digitalización que tanto nuestro organismo como la Universidad debieron instrumentar, obligados por las condiciones, resultaron a la vez superadores en todo sentido, un antes y un después en las tareas de gestión y administración. “De hecho, nos encontramos en proceso de digitalización del archivo histórico del CUM (fotos, difusiones, prensa, programas, grabaciones de conciertos, videos), así como el de partituras. También estamos trabajando en la implementación de un portal para el integrante, con todo el material para ensayo y comunicación en general digitalizado”, detallaron.

En definitiva, el objetivo de todo el año fue el de afrontar el intenso trabajo que requiere un organismo con la historia, el prestigio y la trayectoria del Coro Universitario de Mendoza, en un contexto en donde absolutamente todas las condiciones del aislamiento constituían un obstáculo.

Para finalizar, indicaron que con imaginación, entusiasmo e inteligencia se logró sostener una programación virtual de eventos, producciones y presencia continua para mantener vivo y activo el espíritu natural del organismo.

Quienes quieran observar todo lo producido durante el año pueden acceder haciendo clic aquí.

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