La ambiciosa idea de tan solo querer hacer un documental sobre “la historia del rock nacional” es, de entrada, un proyecto que podría considerarse inabarcable. Y, por supuesto e incluso antes de ver siquiera el trailer, ya es garantía de que habrá enojados, ofendidos, indignados, pseudo realizadores que en las redes sociales se vanagloriarán de que lo harían “mil veces mejor” y hasta incontables críticos de series y de música. Si, encima, le agregamos a los condimentos de la receta original el ingrediente de sumarle “la historia del rock latinoamericano”, ¡imposible que falten las polémicas!
Hace unos días Netflix estrenó en su grilla el documental “Rompan Todo”, coproducido -entre otros- por Gustavo Santaolalla, quien además de ser músico es uno de los productores de artistas más importantes del continente.
Se trata de seis capítulos, de esos que pueden devorarse en un fin de semana -y uno queda con ganas de más, o “manija”, hablando en términos del palo rockero-. Y donde, una vez más, las redes sociales son el espacio para la catarsis de por qué “Rompan Todo, sí” o “Rompan Todo no”.
Charly García, Andrés Calamaro, Fito Páez, Lito Nebbia, Julieta Venegas, Zeta Bosio, Ricardo Mollo, Richard Coleman, Vicentico, Billy Bond, Nito Mestre y Fabiana Cantilo son solo algunos de los casi 100 músicos argentinos y latinoamericanos que protagonizan el documental. Se incluyen bandas de Argentina, México, Chile, Colombia, Uruguay y Perú; quedando afuera -de forma deliberada- la escena de Brasil. Y sí, como cantaba Charly en Serú Girán, “la alegría no es solo brasileña”.
Las críticas
Más allá de lo variopinto y diverso de los comentarios que se generaron en la primera semana disponible en Neetflix, hay tres grandes críticas que sobresalen -y se repiten- en las redes sociales. Y en las charlas de amigos también; sean músicos, médicos, periodistas o carpinteros.
Los protegidos
La primera tiene que ver con que casual/causalmente casi la totalidad de los artistas que son los hacedores del documental en primera persona son o algunas vez fueron producidos por el propio Santaolalla; dos veces ganador del Premio Óscar. Mientras que aquellos que no están o estuvieron bajo el ala del ex Arco Iris, o bien tienen un rol apenas secundario.
La Renga, Los Redondos (en este caso el Indio Solari desistió de participar del documental y a la banda se le da apenas un protagonismo similar al de un extra en cualquier película), Riff -en Argentina- o el legendario Santana (México) o hasta Manu Chao son algunos de los ausentes. Y quienes no pasan desapercibidos en su silencio.
Y sí, cual sistema “Santaolalla-centrista”, el documental gira en torno y sobre el eje de Gustavo, le guste a quien le guste. Pero es algo importante a saber de antemano.
Santaolalla vs Charly
Más allá de los gustos subjetivos y sobre los que -como suele decirse- “no hay nada escrito”; si hay una figura indiscutible en el rock argentino; esa es la de Charly García. Y como si con el rol casi secundario que le da a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota no fuese suficiente, en un fragmento del documental el propio Santaolalla se toma el atrevimiento de cuestionar una de las grandes letras de Serú Girán: la de “Mientras miro las nuevas olas”.
“Entonces Serú Girán, de pronto tenía una canción que decía ‘te acuerdas de Elvis cuando movía la pelvis’; sonde hacía alusión a la new wave de una manera en que a mí me fastidió muchísimo; porque Charly decía: ‘mientras los demás miran las nuevas olas, yo ya soy parte del mar’. Yo decía: ‘¡No! ¡Es una pesadilla! ¿Cómo?. De pronto el rock se había convertido también en un establishment”, reflexiona -con polémica- Santaolalla sobre la letra de Serú.
Luego de la crítica de Santaolalla y de las críticas a las críticas, el productor publicó una carta abierta -en forma de hilo de Twitter- intentando aclarar qué había querido decir; además de deshacerse en halagos hacia Charly.
“Que alguien a quien yo consideraba y considero de lo más grande que nuestra música y movimiento han dado (NdA: por Charly), se manifestara en una canción diciendo: ‘Mientras los demás miran las nuevas olas yo ya soy parte del mar”, me chocó. Simplemente eso. Me chocó. Siempre pensé que Charly era alguien que el público miraba y escuchaba con suma atención. Y que de alguna manera reducir la importancia de algo nuevo, tan poderoso y necesario para nuestro movimiento, no era una impronta que condecía con él y lo que siempre había representado”, detalló Santaolalla.
Sin embargo, en las líneas siguientes, el talentoso y multipremiado productor cuenta el desenlace de la “pelea”. “Charly vino a las grabación de mi disco, hablamos, nos dimos cuenta que ni lo de su letra era tan grave, ni mi molestia tan importante. Escuchamos varios temas, nos abrazamos como se podía en esos tiempos y ya. Se acabó. Hay cosas que no se rompen”, desdramatizó.
“A veces en los partidos hay puteadas: “Eh,¿no ves que no la pasás?”; “¡¡¡Bajá, te dije que bajés!!!”; “¡¡Dale, morfón!!”. Son eso, nada más, puteadas en medio de un partido. Después, al vestuario a abrazarnos y a estar listos para jugar juntos de nuevo. Amo y admiro profundamente a Charly. Es un amigo del alma con el cual hemos vivido momentos mágicos e inolvidables. Muchachos, muchachas y muchaches, estaría bueno que lo sepan, lo entiendan, y por favor, no rompan más”, sintetizó.
¿Maná?
Otra polémica que se extiende de norte a sur por América Latina es la inclusión de Maná como uno de los referentes del rock de la región. Desde México -cuna de la banda de Fher Olvera- hasta Argentina -la tierra del productor todopoderoso Santaolalla-.
Y es que la inclusión del grupo, a quien incluso se lo pondera por encima de otros referentes del país norteamericano como Cafe Tacvba o Molotov generó todo tipo de comentarios, críticas, chistes y hasta los siempre infaltables memes.
Como sea, a menos de una semana de su estreno, Rompan Todo está entre los contenidos más vistos de Netflix. Y poco y nada parecen importar o modificar la situación las críticas y devoluciones de nosotros, los “especialistas en todo”.