Ocho años parece ser un largo tiempo. Aunque cuando el tiempo se mide en música, todo parece ser un segundo. Raúl “Tilín” Orozco y Fernando Barrientos dedicaron su vida a recorrer los escenarios desde su último álbum Tinto, el cual cerró con una trilogía melódica que marcó una etapa de la agrupación.
Ahora, listos para volver a embarcarse en el mundo de la composición y la vida en el estudio, la dupla Orozco-Barrientos presenta su nuevo disco Regreso, y lo hace con una gira nacional por las ciudades más importantes.
Tras el lanzamiento y la presentación oficial del disco en Teatro Margarita Xirgu de la Ciudad de Buenos Aires en noviembre pasado y algunas fechas en su Mendoza de origen, la dupla ahora pone motores en marcha para recorrer aquellos destinos que tan ansiosos esperan su regreso.
“Vamos a replicar de alguna manera, en formato acústico, lo que hicimos en la presentación del disco. Así que repasaremos los tres discos y, además, presentar el nuevo”, adelanta Fernando Barrientos sobre los shows que vendrán a partir de febrero.
La gira los llevará a recorrer Mendoza, San Luis, Córdoba, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Fe y Buenos Aires. Regresar a las rutas presenta un gran desafío, aunque también una gran posibilidad de reencuentro que los pondrá a merced de aquellos que anhelan escuchar su música en vivo.
“Siempre decimos con Tilín que nuestra vida pasa también por tocar, por mostrar las canciones”, dice Fernando sincero. “Esa siempre ha sido nuestra principal motivación, reencontrarnos con la gente y llevar adelante este material que nos ha dejado tan contentos”.
La gira comienza hoy en Mendoza. La dupla se presentará esta noche a las 21:30 en Pimienta Rosa (Panamericana y Calle La Unión. Desert Mall). Las entradas pueden adquirirse en www.orozco-barrientos.com.ar.
Su “Regreso”, al estudio y al escenario
Este cuarto disco, que se compone de 13 canciones, es una celebración a retomar aquella rutina de estudio que por tanto tiempo quedó relegada. Luego de sus tres discos anteriores Celador de Sueños (2004), Pulpa (2008,) y Tinto (2013), los cuales han sido elogiados por crítica, público y jurados de diversos premios, este dúo apuesta una vez más a sus exitosas canciones.
Este disco, representa el regreso: “el regreso de enfermedades, de salir ileso de la pandemia, de gente que no pudo regresar, el regreso de Fernando a Mendoza, de poder grabar un disco, de poder grabar con Gabi Orozco, el regreso de mi lugar, de escuchar buenas canciones de Fernando Barrientos”, dice Tilín cuando hablamos sobre la esencia de este nuevo álbum.
Algunas composiciones son reconocidas por el público, ya que vienen resonando en sus shows desde hace tiempo. Otras, son producto de la actualidad, de la vida, de sus vivencias.
“Son canciones que venimos trabajando hace mucho tiempo y que teníamos la necesidad de plasmarlas en un disco”, remarca Barrientos. “Son canciones que son parte de nuestro repertorio pero que conviven con canciones nuevas. Los negritos, Tal vez me quede, canciones de cosecha más reciente. En definitiva, la selección partió desde la empatía y las cosas que nos siguen significando”.
Sin embargo, llevarlas al escenario es el cierre de un largo proceso de selección, composición y trabajo. Muchos defienden la premisa de que el proceso de un nuevo disco termina de formarse sobre el escenario.
Ese momento único, donde el artista comparte su obra con quienes se fascinan por escuchar aquellas melodías. Ese momento de conexión, donde el público finalmente pasa de disfrutar en soledad para pasar a compartir su felicidad con el artista.
Sobre esto, el dúo afirma que, en cierto punto, es totalmente cierto. “En parte es así, lo que pasa es que cuando vos le pones todo, pretendés que esto dure más que el escenario. Es cierto, pero también que termine en los difusores, la prensa, el comentario, en este ida y vuelta de aceptación hacia un trabajo con mucho amor y sacrificio. Como nosotros siempre nos hemos dedicado mucho al escenario, esto es común y recurrente”, sostiene Tilín Orozco.
Este disco marca un punto fundamental de su carrera: es su primer disco 100% independiente. El álbum fue producido por Raúl “Tilín” Orozco y Gabriel “Cocó” Orozco de Usted Señálemelo. Fue grabado y mezclado en Estática Estudio (Mendoza) y en Casa de la Música (Villa Mercedes).
- ¿Qué les dejo este disco de enseñanza?
Barrientos: Este disco puntualmente tiene que ver con un cumulo de canciones que siguen interpelándonos. El desafío era grande porque debíamos seguir en la misma línea que veníamos trayendo después de Tinto, el último eslabón de esa trilogía que fue nominado a un Grammy. La producción de Coco Orozco con Tilín fue realmente maravillosa porque se ensamblaron de manera muy natural, la música fluyo y la continuidad de las canciones aparece de allí. Este disco nos deja entrever un estilo bastante marcado, es un sendero que veníamos construyendo hace muchos años y este disco es esa confirmación.
Orozco: Creo que también tiene que ver con que, al ser independientes y hacer nosotros el disco por completo, sin contar con Santaolalla de quien hemos aprendido muchísimo, creemos que hemos aplicado todos esos conocimientos. Más allá del conocimiento que cada uno tenga en cada función, hemos logrado salir bien airosos con el disco, felices y sabiendo que lo hicimos de manera independiente. Al no estar Santaolalla y Sony, era un desafío muy grande. En esos desafíos, uno empieza a encontrar aliados fundamentales, para cualquier propósito los necesitas. Entonces encontramos a personas que se coparon con el proyecto.
- ¿Cuál es la canción que más les transmite o que más disfrutan del disco?
Barrientos: La mía es una que se llama Baila el día, porque la hicimos en una terraza en Buenos Aires y nos cantó la sonoridad que creaban las dos guitarras y poder subirnos a esa canción, a una apuesta a la esperanza y esa posibilidad de reencontrarse con el amor.
Orozco: Coincido en la misma, entre otras. El resto del cielo, que fue la primera canción que hicimos, para mí también está en ese sitial, y tiene esa fortaleza de la esperanza, con una mirada realista de lo que somos.
- Llevan casi dos décadas juntos como banda, ¿cuál ha sido el secreto para permanecer juntos más allá de todo?
Barrientos: Ni nosotros sabemos (dicen entre risas). Imagínate que somos amigos desde el ‘82, una vida… Entonces imagínate que las canciones van de la mano con eso, porque más allá de los altibajos, la continuidad en nuestro caso está a la vista. Siempre privilegiamos las canciones antes que cualquier postura individual, privilegiar lo artístico antes que lo personal.
Orozco: Hemos enterrado seres queridos... Por eso coincido en que lo que prima es la canción. Yo creo que es un 50/50, porque tiene que ver también con que cuando estás haciendo un proyecto evaluas, si te sigue haciendo feliz en una gran parte de la vida, sigo, sino no va más. Pueden suceder cosas en la vida misma, pero tiene que ver con el goce personal y los desafíos personales”.
- Sé que después de la pandemia, los artistas intentan no planear a futuro. Aunque, ¿hay metas o proyectos que tengan para más adelante?
Barrientos: Hemos proyectado la presentación de Regreso durante todo el año, esta es la primera etapa. Después nos quedaría el norte del país y poder proyectar presentaciones en el exterior. Tuvimos la experiencia de participar en una feria en Milán y en Madrid, por lo que sería darle continuidad a ese primer paso que hicimos hace tiempo.”
Orozco: Ya más adelante queremos acortar los tiempos de los discos. Ya comenzamos a ver el tema de algunas canciones, luego de darle lugar a este disco, pero ya estamos evaluando el próximo. Al menos yo sentía que había tan buenos discos, la vara estaba muy alta, pero porque somos así, nos gusta el frente a frente. Jamás nos pusimos a tono con el streaming, por eso sacamos el disco físico. Muchos nos preguntan por qué, porque es lícito que los invites a escucharte en las plataformas, pero ¿cómo hago para verte la cara y hablarte del disco sin dártelo? Por eso queremos hacer discos más seguidos, esa posibilidad de volver a entablar con las personas. Y vamos a sacar el vinilo también.
