La música en vivo regresa a los escenarios mendocinos y en esta oportunidad lo hace de la mano de los clásicos del jazz y el swing.
Con una agenda cargada de grandes talentos, el Multiespacio Cultural de Luján de Cuyo reabre sus puertas y la Sparkling Big Band estará presente en su concierto apertura.
Con un amplio repertorio que recorre los clásicos del jazz y sus mejores interpretaciones, la reconocida banda mendocina deleitará a su público luego de casi dos años de mantenerse fuera de la agenda.
“Nuestra gran banda vuelve a estar en contacto con su público, y eso, después de casi dos años, es para nosotros un evento no menor, casi de debut”, admite Juan Pablo Moltisanti, pianista y fundador de la agrupación.
Con un repertorio amplio, aunque de primer nivel, el músico asegura que su propuesta “siempre se basó en lo mejor del jazz y el swing, y, en esta ocasión, traeremos lo mejor de nuestro repertorio que nos marcó durante estos 12 años de vida.”
La Sparkling Big Band regresa a la escena para darle apertura a una serie de espectáculos que el espacio ha programado para el mes de octubre. Además, a la grilla de suman artistas como Los Tekis, Las pastillas del abuelo, La Delio Valdez y Julieta Venegas.
El show de la Sparkling será el próximo viernes 8 de octubre a las 21. Las entradas se encuentran disponibles en tuentrada.com o en Maxi Mall de calle 9 de julio de Ciudad.
El regreso de la Sparkling a los escenarios
Si bien hubo momentos musicales de parte de la banda durante la cuarentena, éste es su regreso oficial a los escenarios presenciales.
Con intenciones de dar una presentación en el mes de mayo, aunque los planes quedaron bloqueados por las restricciones. Sin embargo, no bajaron los brazos y regresan con una propuesta que genera grandes expectativas entre los amantes del género.
“Se viven momentos de mucha emoción y ansiedad”, admite Juan Pablo. “Esto se debe a que tenemos sobre nuestras espaldas la responsabilidad de la inauguración de este nuevo espacio en el municipio. La responsabilidad de tener todo lo artístico musical a punto, el reencuentro con el público y el reencuentro entre nosotros mismos, los músicos.”
Tras un año de pandemia, Juan Pablo admite que éste es el verdadero regreso. Sin posibilidad de ensayar, sin presentaciones en vivo y hasta restringidos por las características de sus instrumentos, la Sparkling estuvo al borde del colapso. Aún así, salieron airosos de una situación impensada.
“Desde diciembre del 2019 que Sparkling no volvió a tocar en público. Tomamos la decisión de pausar el proyecto de manera contundente, con el riesgo de correr que desapareciéramos”, explica.
“Como director estoy súper orgulloso del grupo humano que comprende a la banda, ya que el empuje, el deseo y el entusiasmo de todos hizo que el proyecto no cayera, y hoy, podamos disfrutar de un regreso más unidos que nunca.”
Con un nuevo comienzo de recitales en vivo que comienza a tomar forma, Juan Pablo admite que se han propuesto “volver a programar agenda, como en las viejas épocas, renovar repertorio, grabar lo que hoy la banda tiene en dedo y por qué no, pensar en movernos a otros departamentos y provincias.”
Pandemia y una década de la agrupación
Como muchos artistas, la banda comenzó a generar contenidos durante la cuarentena. No tuvieron posibilidad de encontrarse personalmente, ni mucho menos tocar en vivo, por lo que el streaming y la virtualidad se convirtieron en aliados.
El permanecer lejos de lo que a uno le apasiona remueve emociones, pensamientos e ideas. Como a muchos otros, admite Juan Pablo, la cuarentena generó un momento de introspección donde cada uno comenzó a afianzar sus propios intereses y compromisos en relación a la banda.
“Hubo reuniones para afianzar nuestro compromiso con la banda, realizar algunos cambios, proponer repertorios, metodología de ensayos, ideas para shows, entre otras cosas. Todo un trabajo que en épocas normales no era tan fácil de analizar por la rutina diaria y las actividades que nos mantenían ocupados. Hay mucho detrás de esta banda. Un gran equipo técnico, organizativo, administrativo, logístico y obviamente el artístico. Todo debe atenderse, coordinarse, analizar y mejorar. Hubo mucho para entretenerse durante la pandemia.”
La banda se encuentra en un momento culmine. A 12 años de su comienzo y del cual Juan Pablo fue uno de los impulsores, el camino recorrido comienza a pesar y los objetivos cada vez se afianzan mucho más a cada uno.
“Muchas veces y a modo personal miro el caminito recorrido”, admitió. “Ver todo lo logrado, no deja de sorprenderme. Hicimos de todo, con mucho esfuerzo de cada integrante.”
Y enumera: “Grabamos 2 CDs, hicimos un show en vivo para todo el país desde el teatro, hicimos varias giras, una de ellas a Buenos Aires, eventos por doquier y de todos los tamaños. Shows privados, shows a beneficio, recolectamos más de 5000 juguetes para chicos, shows gratuitos, videoclips, publicidades, acompañamos a muchos artistas, inauguramos muchos espacios, empresas, participamos de aniversarios, y seguro se me escapan un montón de actividades.”
El paso del tiempo trajo a sus vidas una cantidad innumerable de emociones, sensaciones, objetivos, logros, caídas y derrotas. La realidad es que ningún proyecto fluye porque sí, el esfuerzo es el ingrediente clave.
Así como trajo un sinfín de alegrías, el pianista admite que también hubo “anécdotas y logros. Realmente en mi lado personal, es un antes y un después desde la aparición de Sparkling y el orgullo de pertenecer y amor por esta banda será para mi eterno y le agradezco a cada uno de los que pasaron, pasan y pasarán por sus filas, y ojalá, esté yo o no, sea una banda que siga por muchísimos años más.”
