Exactamente hace 35 años, convocados por el líder de Boomtown Rats, Bob Geldof, 76 megaestrellas mundiales del rock y el pop se repartían en dos escenarios simultáneos, en el Estadio Wembley, de Londres, y el John F. Kennedy Stadium, de Filadelfia, para protagonizar el concierto benéfico más importante de la historia, con el objetivo de ayudar a combatir la hambruna en África.
Se trató del Live Aid, el encuentro del 13 de julio de 1985 que selló de manera definitiva la vieja y zigzagueante alianza entre el rock y la solidaridad, y que a nivel artístico dejó un puñado de actuaciones que, por distintos motivos, quedaron en la historia de la música.Hagamos memoria: Paul McCartney, Mick Jagger, Keith Richards, Bob Dylan, Led Zeppelin, Black Sabbath, The Who, The Beach Boys, David Bowie, Elton John, Eric Clapton, Sting y Queen fueron algunos de los nombres que dijeron presente en alguno de los dos escenarios, que congregaron un total de 200 mil espectadores, en una maratónica jornada que logró recaudar unos 100 millones de dólares y fue seguida por televisión en 72 países. Totalmente memorable.
Pero la grilla también incluyó a las más importantes y ascendentes estrellas pop del momento como Madonna, U2, Wham!, Duran Duran, Spandau Ballet, Tears for Fears, Boy George y Paul Young, entre otros. Esto posibilitó ver en vivo a figuras que hasta el momento llegaban a los oídos y ojos del público mundial a través de la novedosa y pujante industria del videoclip.
Entre las postales artísticas más recordadas aparece la actuación de un revitalizado Queen, considerada una de las mejores en vivo de una banda de rock en la historia; la presencia de Phil Collins en los dos escenarios, con un vuelo trasatlántico a bordo de un Corcorde de por medio; el reencuentro entre Ozzy Osbourne y Black Sabbath, seis años después de haber sido despedido de la banda por sus adicciones; o el demoledor set ofrecido por The Who...
Hubo algunas memorables alianzas, como la de David Gilmour y Brian Ferry; Sting con Branford Marsalis y Phil Collins; este último con Led Zeppelin; George Michael con Elton John; Dylan con los stones Ron Wood y Keith Richards; y Paul McCartney con Pete Towshend y David Bowie en una versión de “Let it be”.
Pero también hubo algunos bochornos a gran escala, como la decepcionante actuación de Led Zeppelin, considerada por sus mismos integrantes como “la peor en su historia”; o el deambular por el escenario de un Boy George que atravesaba sus picos de adicción a la heroína.
Ambos conciertos se iniciaron al mediodía, pero la diferencia horario hizo que cuando arrancó el encuentro londinense, con Bob Geldof en el escenario y el saludo real del Príncipe Carlos y la Princesa Lady Di, el recital en Filadelfia llevaba ya algunas horas.
La génesis del show
La historia del concierto se remontaba al año anterior cuando Bob Geldof, conocido por su papel protagónico en “The Wall” y por el hit “I don’t like Mondays”, vio un informe televisivo sobre los estragos que la gran sequía iniciada en 1983 estaba produciendo en gran parte de la población africana, en especial, en Etiopía y Somalía.
Asociado por Midge Ure, líder de Ultravox, reunió a las más relevantes figuras de la música británica para el single benéfico “Do they know it’s Christmas?”, que tuvo su exitosa réplica estadounidense con “We are the world”, escrita por Michael Jackson y Lionel Ritchie, y producida por Quincy Jones.
El impacto generado por estas dos canciones motorizó la ambiciosa idea de reunir figuras en un festival que se llevaría a cabo tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.
El destino del dinero que recaudó el Live Aid, que tuvo sus réplicas más “modestas” en 2005 y 2007, siempre fue un motivo de polémica debido a la escasa información al respecto. Una información de la BBC afirmó que gran parte de lo reunido en 1985 fue a parar a manos de los rebeldes etíopes, quienes utilizaron esos fondos para comparar armamento.
¿Una carrera fracasada?
En vísperas de este nuevo aniversario, Bob Geldof lamentó que la imagen creada en torno a su figura, luego de ese encuentro musical solidario, haya frenado su propio desarrollo artístico: “Pasé de ser el líder de los Boomtown Rats que cantaba ‘I don’t like Mondays’ a algo más divino. Me convertí en el ‘Santo Bob’. De pronto se me vio a mí mismo como una celebridad poco probable. No era por mi excelencia musical superior, como Elvis o Los Beatles”, se quejó el artista en una entrevista replicada por diarios británicos.
Y explicó: “No me permitieron volver a mi trabajo. Soy un cantante pop, así es literalmente como hago dinero. Me levanto por la mañana y, si estoy de humor, trato de escribir canciones, trato de ensayar. Y no podía. Nadie estaba interesado ya. El ‘Santo Bob’, como me llamaban, no podía seguir haciendo eso porque era algo insignificante y carente de significado. Estaba perdido”.
Aseguró que a pesar del estatus alcanzado, estuvo mucho tiempo “sin mucho dinero”, que “afectó por completo” su vida privada y que eso ayudó a que su matrimonio con la presentadora televisiva Paula Yates llegara a su fin.
Sin embargo, 35 años después, el músico parece haberse sacudido el polvo y a principios de este año lanzó “Citizens of Boomtown”, el primer disco de su banda The Boomtown Rats desde 1984.
Al comparar el momento histórico en que se produjo el Live Aid y la situación actual, en la que el coronavirus motivó miles de streamings, arriesgó que hoy sería “imposible” una empresa así: “Ese era el final de esa era política de cooperación, consenso y compromiso. ¿Sucedería eso hoy? No. Sólo hay que ver a los payasos que gobiernan el planeta para entender que eso no podrá pasar de nuevo”, expresó.