Uno de los actores infaltables de la escena nacional es Rafael Ferro, amado y odiado por igual dependiendo del personaje que le toque encarnar, pero sobre todo entrañable ya que es casi imposible recordar cualquiera de las historias en las que participó sin que su figura sea fundamental.
Esta vez personifica a un ser detestable en la película “Amor Bandido” recientemente estrenada en la plataforma Cine.ar, película dirigida por Daniel Werner, protagonizada por Romina Ricci y Renato Quattordio -este último, galardonado con el Premio Patacón a la Mejor Interpretación Masculina en largometrajes argentinos, que otorga la Fundación Sagai-, con la participación especial de Mónica Gonzaga y Sergio Prima, y con temas musicales de Charly García y de Wos.
El filme fue el ganador del Premio del Público en la 8va. Edición del Festival Internacional de Cine de Puerto Madryn (Mafici).
Rafael Ferro ha participado en todos los éxitos televisivos y más. También es actor de teatro y de cine. Comenzó su carrera con Verano del ‘98, (2000) y desde entonces nunca dejó de estar en escena. Lo vimos en Culpable; 22, el loco; El precio del poder; Resistiré; Culpable de este amor; Mujeres asesinas; Algo habrán hecho; Los exitosos Pells; Ciega a citas; Para vestir santos; Un año para recordar, Educando a Nina y Las Estrellas, entre otros. En teatro se hizo Squash, Escenas de la vida de un actor; Equus y Los vecinos de arriba, mientras que en cine podemos destacar La corazonada; El robo del siglo y A oscuras, entre otras menciones parciales, ya que su carrera es muy prolífica.
En esta entrevista con Los Andes, revela algunos detalles del rodaje de Amor bandido pero sobre todo, habla de sus impresiones y su sentir en cuanto a los personajes que encarna, de lo que le dejó la pandemia y los proyectos que aún no ven la luz.
Hablemos del estreno de “Amor bandido”, este thriller erótico que luego se convierte en otra cosa
Lo que me pareció atractivo desde el guion es que es como dos películas Porque hasta la primera mitad parece una historia de amor, ni siquiera de amor, sino erótica entre un pibe que va al colegio y su profesora, y parece que fuera eso: una historia medio de calentura, de amor prohibido. Pero después se va convirtiendo en otra cosa empieza a ponerse más oscura y se empieza a convertir en una película más de terror psicológico, porque el pibe pensó que iba a un viaje de amor o de deseo y las cosas empiezan a tomar otro color sobre todo cuando aparece mi personaje en la peli, que no es tan simpático.
Tu personaje no tiene nombre y sin embargo es el catalizador de la historia
No había pensado en eso, Cómo componer a alguien que no tiene nombre... me mandaste a otro género: el tipo que no tiene identidad (se ríe) Ahora que lo decís así, si tiene nombre, se llama Gustavo, pero es verdad que no se le nombra nunca y no importa porque en realidad viene a personificar algo en la película, el giro que toma cuando la cosa se pone más oscura y más densa aparece el “Sin nombre” (bromea).
En la película tenés que transitar algunas escenas complicadas
Sí, todas las escenas son más jugadas. Se ve que con el personaje que hace Romina tienen una especie de sociedad, no se sabe si son pareja, hermanos, o qué son, pero se ve que es algo que vienen planeando hace rato o qué no es la primera vez que hacen. Después sí hay escenas complicadas. A ver, yo tengo un hijo de la misma edad de Tato (Renato Quattordio) que es Toto (Lorenzo Ferro). Entonces ya me da un poco de pudor hacer esas escenas más jugadas con él, que eran de pegarle, de maltratarlo, y otras más jugadas todavía, porque de alguna manera te trae reminiscencias de que soy padre, que tengo un hijo, pero bueno... Es parte también del oficio y cuando hay muy buena onda con el compañero lo ves más como un juego. Sin embargo ahora me está costando bastante más hacer este tipo de personajes. Esta película la hicimos en 2019, ya para esa época me venía quejando de las escenas de violencia. Me acuerdo que por ahí, en esa época también hice una miniserie que tenía que ser medio violento con las mujeres y dije “No basta”. Ya ahora en este contexto nunca me parecieron simpáticas esas escenas, pero hacer tanto malo ahora, es “basta de contar al tipo pegándole a la mujer” salvo que quieras hacer una película de denuncia, entonces le pongo el cuerpo a ese sujeto, pero si no, es como que me cuesta mucho más ahora.
Casi siempre tus personajes son el malo, el tramposo, el carente de virtudes, el que miente ¿A qué creés que se debe?
Hay un poco de todo porque a veces te ven que te sale bien de malo, o directamente te ven con cara de antipático. Entonces dicen: “vamos a tomar Ferro para que haga de malo” y a veces es el único laburo que tenés, entonces no es que elegís, sino es que no tenés 26 propuestas. Me acuerdo de otro malo que estaba haciendo en una miniserie, me llama mi hijo Toto y me dice ¿Qué haces?, y le digo “hace dos horas que estoy persiguiendo un colombiano para matarlo” -que era la escena- y Toto me dice ¿otra vez de malo? y le digo “bueno, el malo paga los colegios hace años’'. La verdad es que tengo que pagar las cuentas. Ahora estoy grabando algo que hago de un buenazo, en Telefé. Salvo que tenga un buen registro, ya lo de malo me tiene un poco cansado.
¿Cuándo sale la ficción de Telefé
La verdad es que no se sabe porque ahora Telefé es de Viacom entonces hay cada vez más cabezas decidiendo. Y nadie sabe si va este año o el que viene. Es una incógnita cuándo sale al aire. Se llama “El primero de nosotros”, está Benjamín Vicuña, Luciano Castro, yo soy el marido de Paola Krum, Jorgelina Aruzzi, Mercedes Funes, Damián De Santo y unos cuantos más.
¿Te gusta más comedia, como Educando a Nina o Las Estrellas o preferís drama, acción?
Para hacer tira diaria mis mejores recuerdos son con la comedia como “La Lola”, “Educando a Nina”. Para ir todos los días prefiero ir a cagarme de risa y de hecho a mí me sorprendió mucho esta tira que estoy haciendo ahora, que es medio un drama, porque después del contexto en el que estamos viviendo, es algo que le preguntaba a los productores ¿por qué no hacen comedia? Nunca mejor momento que darle un poco de risa a la gente con este quilombo, con lo político, la pandemia, con la plata, por lo menos que la gente se ría un poco a la noche. Pero parece que garpa mucho más el drama. La comedia es casi como una medicina, pero los productores me respondían que si te fijas en Netflix, lo que más mide es el drama, las muertes, la sangre. Y más allá del género, lo que me interesa es que esté bien contado, que haga un buen guion, y ahí se desdibuja un poco sí es drama o comedia.
¿Con qué actor o actriz no has trabajado y te gustaría hacerlo?
No sé, ahora no me importa nada. Mis valores pasaron a ser tan distintos. Ya venía en transformación, pero la pandemia me cambió el foco de las cosas, la perspectiva, y me empecé a dar cuenta de que tener la impermanencia cerca, gente conocida que ha muerto, que no te podés detener en pavadas. Entonces valorizar el ahora, que estás vivo, ir a grabar y no quejarse, celebrar que tenés laburo, el día a día. Entonces no tengo eso, igual nunca lo tuve de con quién me encantaría trabajar. También es cierto que acá trabajamos todos con todos, no sé, por ahí con alguien de afuera. Hay un actor del que soy muy fan, que es chileno: Alfredo Castro. Me gustaría trabajar con alguien así pero para conocerlo personalmente más que por el laburo. Estoy más maduro, ya no pienso “Quiero laburar con Jennifer Anniston”.
Volviendo a Amor bandido, qué debe esperar el espectador en esta historia
No sé, porque es una película independiente. Viste lo que pasa siempre con el cine independiente, qué es una lucha porque les cuesta mucho con el tema plataformas y yo creo que ahora también, porque me da la sensación de que todavía la gente tiene resquemor de ir a la sala. Al cine argentino hay que apoyarlo, sobre todo, cuando es independiente, porque no tiene toda la parafernalia atrás, para que dure más en cartelera y también la industria, porque labura mucha gente.
¿Qué proyectos tenés ahora?
Hay una hay una película que supongo que se va a estrenar antes de fin de año, que hice en Uruguay a finales del año pasado. En medio de todo el lío me fui a Uruguay a laburar. Es una película para Star+, qué se llama “Noche americana” de un director uruguayo que vive en España. La hicimos con Florencia Raggi, así que también estoy esperando que salga eso este año o el próximo.