Quién era Mario Sánchez, el humorista mendocino que desató la pelea entre Cristina Kirchner y Martín Lousteau

Actuó con Jorge Porcel y Alberto “El Negro” Olmedo e hizo teatro de revista junto a Carmen Barbieri y Moria Casán. Murió en 2007 a causa de una embolia en Córdoba. Tenía 71 años.

Quién era Mario Sánchez, el humorista mendocino que desató la pelea entre Cristina Kirchner y Martín Lousteau
Nacido el 16 de enero de 1936 en nuestra provincia, se hizo conocido con Héctor Larrea en Rapidísimo (Radio Rivadavia).

Durante la tarde de este viernes, se produjo un fuerte cruce entre los senadores Martín Lousteau (Juntos por el cambio) y Cristina Fernández de Kirchner (Frente de todos) durante la última sesión porque tanto la oposición como el oficialismo no se ponían de acuerdo sobre una cuestión reglamentaria.

La discusión más fuerte entre ambos no estuvo grabada por una cámara pero sí a la vista de muchos testigos.

En un fragmento de la pelea, Cristina Kirchner retó a Martín Lousteau cuando nombró a Mario Sánchez para comparar al senador formoseño José Mayans con el cómico argentino: “La verdad es que si hay alguien que es llamativo que haga alusión a que nos vamos de tema es un senador que cada vez que cierra, se pone a hablar de cualquier cosa como Mario Sánchez”, disparó.

¿A quién se refería? A un naturalista mendocino gracioso por naturaleza, nacido el 16 de enero de 1936, que se hizo conocido con Héctor Larrea en Rapidísimo (Radio Rivadavia). Allí le dio vida a dos personajes de desvaríos múltiples: Obdulio Piopío y el Gaucho Barralde. Su carrera pasó por todos los formatos posibles.

En la tele, Sánchez participó del famoso Polémica en el bar de Sofovich, donde creó la frase hippie-serrana de “los pajaritos, las florcitas...”. Luego integró Operación Ja Ja, entre otros ciclos célebres. A los 69 años, en 1989, ganó el Martín Fierro.

En cine estuvo en películas de corte bien popular como Los colimbas al ataque y Los fierecillos se divierten. También supo estar a las órdenes de Sergio Renán, pero en La fiesta de todos (1978). Nunca una grosería, Marito -como le decían todos- fue hijo de José Sánchez, famoso bandoneonista en los 40 y 50, creador de la Orquesta América.

Su personaje del gaucho Barralde, un Juan Moreira con bigotes a lo Cantinflas, se caracterizaba por la rima y una ganas locas de lenguaje no verbal: “¡No sabe las ganas que tengo de darle un abrazo...!”, decía el jinete solitario que arpegiaba lindo y juntaba soledades. “El mendocino más divertido del mundo”, lo definió sin vueltas Héctor Larrea cuando Sánchez recibió el “Premio Remo” en Sábado Bus.

Actúo con el Jorge Porcel y Alberto “El Negro” Olmedo. Hizo teatro de revista junto a Carmen Barbieri y Moria Casán, pero Lousteau, tantos años después, lo citó como correspondía: aludiendo a su modelo “cualquiercosista”. “Vio cómo cantan los pajaritos que van de rama en rama visitando a todos los parientes, a sus primos los tordos”, le decía a los muchachos de la mesa de café. Ese era su hit.

Sánchez empezaba por ahí y nunca se sabía hasta dónde podía llegar el divague. Actuaba mucho con guitarra en mano, y su humor musical se inscribía en una tradición que lo emparentaba con Hugo Varela y, por qué no, con Les Luthiers. “Es talentoso y encima es un tipo fuera de serie”, decía Larrea.

Empezó a trabajar en Farandulandia, donde también hizo sus primeras armas Juan Carlos Calabró. En la TV en blanco y negro se lo vio por primera vez en Telecómicos, programa que arrancó en 1960 con guión de Aldo Cammarota. Le siguió La Revista Dislocada y El Paquete del Dúo, por Teleonce (hoy Telefe). “Ibamos en contra de Nicolás Mancera y le ganábamos. Había que ganarle a Pipo”, recordó en más de una oportunidad.

De ahí pasó a las ligas mayores del humor argentino con los hermanos Gerardo y Hugo Sofovich. Cine, televisión, casi diez años trabajando con ellos. Luego vinieron las giras por el Interior siendo un número central de los festivales folclóricos. “Hasta en Cosquín estuve”, se enorgullecía.

A la hora de sus grandes hitos, él mismo elegía su mojón avícola. “La sanata de los pajaritos se me ocurrió un Día de la Primavera que me puse a hablar de cualquier cosa a pedido de Gerardo (Sofovich). Empecé con los picnic y seguí con los pajaritos que se comían a las miguitas y tomaban las gaseosas que quedaban cuando todos se iban... A la semana siguiente, antes de grabar un nuevo programa de Polémica, Gerardo me dijo: ‘vos hablá solo de los pajaritos y no hables de más nada’”.

Mario murió en 2007 a causa de una embolia, en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz, donde vivía. Tenía 71 años.

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