En la práctica, meditar podría ser pensar con detenimiento y atención, en este caso, en la respiración, invitando a la mente a llevar la atención a la respiración. Es una invitación a estar presente.
Quizás hayas oído hablar de Mindfulness. Se trata de una técnica de meditación definida como “atención plena”, “estar presentes aquí y ahora”. Esta sencilla y a la vez compleja herramienta -la meditación o atención en tu respiración- está al acceso de todos y tiene un amplio abanico de beneficios.
Ahora bien, parece sencillo llevar la atención a la respiración, pero realmente es un ejercicio como ir al gimnasio: al comienzo nos puede resultar algo complejo y nos puede alarmar darnos cuenta del gran movimiento mental, luego con el tiempo y la práctica comienza a ser algo más cómodo y sostenible.
Existen muchísimos tipos de meditación
Sin embargo, todas buscan como objetivo “aquietar los ruidos de la mente”. Podés elegir la que más te guste y con la que conectés de manera más sencilla:
- Meditación guiada.
- Meditación y yoga.
- Meditación Zen.
- Técnica de meditación Vipassana.
- Meditación del amor benevolente.
- Meditación con chakras.
- Meditación trascendental.
- Meditación con mantras.
Los beneficios
Los beneficios de la meditación se reflejan en el plano psíquico y físico, algunos de ellos son:
- Adquirir habilidades para controlar el estrés
- Aumentar la autoconciencia
- Enfocarse en el presente
- Reducir las emociones negativas
- Aumentar la imaginación y la creatividad
- Aumentar la paciencia y la tolerancia
- Bajar la frecuencia cardíaca
- Bajar la presión arterial en reposo
- Mejorar la calidad del sueño
- Tener una nueva perspectiva o mirada para el cotidiano.
¿Por dónde empiezo?
Para comenzar, lo primero es buscar un espacio que no sea ruidoso, podés sentarte tan sólo 2 minutos, con la intención de contemplar el cielo o el paisaje ante tus ojos.
Quizá registres la vorágine de pensamientos; ante este registro, te invito a que sólo contemples esas sensaciones sin modificarlas ni criticarlas. Con el tiempo y con la práctica, como dijimos anteriormente, estas sensaciones irán cesando.
Poco a poco podés ir agregando minutos y mejorando tu práctica. Podés utilizar velas, sahumos, musiquita o elegir una meditación guiada, lo que más resuene con vos.
Y si esto te resulta dificil, te invitamos a que elijas esa tarea diaria que más te guste, por ejemplo lavarte los dientes, cebarte un mate, y le dediques el 100% de atención. Eso tambien es meditar. O bien que registres si hay alguna actividad que lleva al presente -escalar, pintar, ordenar, leer, limpiar- y trates de buscar esa sensación en tus otras actividades del día a día.
Asesoró: Namaste Espacio de Bienestar