Los trazos sensibles y significantes de la obra de Fausto Caner están al alcance de todos lo que quieran admirar su talento gracias al espíritu noble de Julieta Gargiulo, que tal vez por un golpe de suerte o porque Fausto mandó los cuadros desde arriba, logró completar el número de obras suficientes para armar una muestra en su honor.
No fue fácil dar con las obras de Fausto dado su carácter desinteresado e introspectivo. Gargiulo evita profundizar en la vida privada de Caner, pero asegura que ese carácter solitario y la vida conflictiva del autor desató profundas luchas creativas de las que nacieron obras que son de un equilibrio, una sutiliza y una dulzura que emociona.
Esta muestra es un compromiso de la curadora para con su amigo. Una especie de obligación moral para que los mendocinos puedan conocer a un artista que con su bajo perfil hizo cosas magníficas desde el más profundo silencio. La pasión con la que Julieta habla de Fausto y su obra hace que uno quiera saber más, quiera conocer más a este artista italiano, mendocino por adopción.
Pero los mendocinos no solo conocen la obra de Fausto Caner, sino que conviven con ella en el cotidiano. Dos obras del artista se erigen en el Parque Central, ellas son “Toro” y “Mujer Americana”. Otra de sus obras es parte del maravilloso paisaje del Valle de Uco en el ingreso al Espacio Kilka de la Bodega Salentein.
Fausto Caner es parte del legado de nuestra historia. Tal vez no lo haya querido por su perfil bajo, pero allí está. Late en cada obra y en cada persona que tocó. Esta es otra cualidad que Giargulo destaca de Caner. Fue un maestro. Formó gente. Fue amigo de sus discípulos y dejó huella, sin dudas. Por siempre Fausto es más que el nombre de esta muestra. Es una realidad. Caner murió en 2019 pero su obra ya es eterna.
Cada vez que el sol se pose sobre sus obras o alguien esboce una sonrisa frente a uno de sus cuadros será como un eterno renacer de su recuerdo. De sus manos creadoras.
En un repaso por la vida de Caner, Gargiulo cuenta que el artista nació en una familia de artistas. Su padre y su hermano eran ebanistas y pintores. Su interés por el arte nació primero en el área de la arquitectura, después llegó la escultura y la pintura.
Pero Caner nunca pintó para vender. Lo hizo por una necesidad espiritual de comunicar tal vez ese huracán de emociones y complejidades que lo habitaban en su interior. Y Fausto habló a través de sus obras con la bandera del pueblo latinoamericano que él abrazó desde pequeño.
En sus obras se repite un elemento que no es casual, ni caprichoso. En sus pinturas siempre hay una luna, una figura con un caudal significante inmenso que Caner usa para identificar con ella a la mujer y con ella, su misión creadora. En sintonía con la cultura de los pueblo originarios, Caner le otorga un valor esencial a la naturaleza y asume como bandera el compromiso de la expresión latinoamericana.
Estamos ante un grande, un exponente sensible del arte abstracto en el que cada pincelada o detalle en sus esculturas parecen gritar lo que el autor callaba en su vida. Julieta Gargiulo lo sabe y quiere hacer que ese grito suene más fuerte entre aquellos que conocieron tímidamente su obra o quienes lo están descubriendo con esta muestra desde el espacio Protea en Chacras de Coria.
Su trabajo como curadora y gestora cultura es tender puentes entre la cultura y la gente. Romper con las barreras de la cotidianeidad chata y sin colores. El arte es una bocanada de aire fresco en medio de este mar de expresiones culturales masticadas y servidas, sin significancia. Sin sentido.
“La obra de Caner no necesita adjetivos. Casi es una impudicia y una desubicación desplegarlos. La obra está impresionantemente viva en su inmovilidad, en su esplendorosa yacencia. Mirándola, girando alrededor de ella como ante un fuego encantado, no puedo no recordar aquello de Borges: ‘Monumental como el bronce, anterior a las profecías y a las pirámides’. Creo que esta imagen aplicada a un memorioso, puede ser la definición más justa de obra de Fausto Caner.”
Después de leer lo que Ricardo Casnati dijo de Caner, no nos queda más que llamarnos a silencio y contemplar en silencio la obra de Caner que habla por sí sola. Que nos pide no olvidar y tener a Fausto por siempre en el recuerdo.
La muestra Por siempre Fausto permanecerá hasta septiembre en el espacio Protea que abre de martes a viernes de 14 a 19 hs y los sábados de 10 a 15 hs. La sala se encuentra en el emprendimiento comercial Chacras Park.