El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata presentó ayer su edición 35, que a causa de las restricciones por la pandemia se desarrollará de forma gratuita, online y federal, del 21 y al 29 de noviembre, con una programación recortada y el ojo en las competencias, las secciones clásicas y, entre los homenajes tradicionales, uno a Fernando “Pino” Solanas, artista fallecido el viernes último a los 84 años.
“El festival es más compacto en número de películas”, dijo el presidente del evento, Fernando Juan Lima, a la vez que aclaró: “El acento se puso en conservar las competencias”.
Las películas se podrán ver a través de la página del festival, mardelplatafilmfest.com. Las únicas que tendrán reserva previa, con capacidad limitada, serán las de las competencias, el resto será irrestricto y se podrá acceder, también, a través de Cine.ar Play.
En la Competencia Internacional se reunirá una decena de filmes, entre ellos cuatro de cineastas locales: Matías Piñeiro con “Isabella” (quinta entrega de su saga “Las Shakesperiadas”), Clarisa Navas (“Las mil y una”), Nicolás Prividera ( “Adiós a la memoria”) y Eduardo Crespo (“Nosotros nunca moriremos”).
También estarán las óperas prima de la actriz Jessie Barr, “Sophie Jones”; de Emma Seligman, “Shiva Baby”; de Suzanne Lindon, “Seize printemps”, y de la coreana Dan-bi Yoon, “Moving on”; además de las películas del japonés Sion Sono “Red Post on Escher Street”; y el documental “El año del descubrimiento”, del español Luis López Carrasco.
Una particularidad: las óperas prima fueron escritas, dirigidas y protagonizadas por sus directoras.
La Competencia Latinoamericana, en tanto, consta de 11 filmes, con presencia argentina en “La escuela del bosque”, de Gonzalo Castro, y “Al morir la matineé”, de Maximiliano Contenti.
La sección regional también presenta cintas de Brasil, Chile, Panamá, Colombia, México y Uruguay.
En tanto que la Competencia Argentina trae 11 novedades: “1982”, de Lucas Gallo; “El tiempo perdido”, de María Álvarez; “Esquirlas”, de Natalia Garayalde; “Historia de lo oculto”, de Cristian Ponce; “La sangre en el ojo”, de Toia Bonino; “Las motitos”, de Inés María Barrionuevo y María Gabriela Vidal; “Las Ranas”, de Edgardo Castro; “Mamá, mamá, mamá”, de Sol Berruezo Pichon-Rivière; “Un crimen común”, de Francisco Márquez -con paso por San Sebastián y Berlín-, y “Un cuerpo estalló en mil pedazos” de Martín Sappia.
“Hemos dedicado esta edición del festival a Pino Solanas, figura relevante e irremplazable por su gran compromiso con el cine, la cultura y la política de nuestro país”, destacó Lima.
Por ello, el certamen, único de clase A en la región, abrirá su recorrido de este año con “La hora de los hornos” y sumará otras filmes del creador y militante como “Sur”, “El exilio de Gardel” y "El viaje ".
La propuesta contempla, además, el reconocimiento a las trayectorias de Manuel Antín, Edgardo Cozarinsky y Norma Aleandro y homenajes a María Luisa Bemberg y la actriz, música y escritora Rosario Bléfari, fallecida, también, este año.
Lima se mostró como un férreo defensor de los festivales presenciales. En más de una oportunidad, recordó los momentos de “encuentros fortuitos” con conocidos a la salida de una sala o caminando por la icónica rambla de Mar del Plata. Sin embargo, también reconoció que “lo virtual ha llegado para quedarse”, aunque su “prioridad es hacer el festival en salas y en Mar del Plata”.
Ante la imposibilidad de concretar sus deseos, el funcionario, exvicepresidente del Incaa en la gestión anterior, dijo que está en contacto con las diferentes provincias y municipios del país para que, si las limitaciones sanitarias lo permiten, se realicen eventos presenciales, con proyecciones al aire libre, en algunos puntos del territorio nacional.
“Estamos pensando en algunas posibilidades de eventos presenciales, pero depende de la situación de cada provincia. Estamos hablando con las provincias para ver en cuál se puede hacer algo presencial para que el festival se acerque”, dijo.
A su vez, las 175 películas del catálogo estarán repartidas en secciones como Estados Alterados, la muestra de alumnos de la Enerc, otra de la UBA, además de los homenajes mencionados, las clásicas competencias de cortos y la selección para el ciclo institucional.
“En el festival trabaja básicamente la misma gente, que ha trabajado de manera impresionante. Este año, de marzo a noviembre, se ha trabajado en varios festivales”, dijo Lima, en referencia a los cambios que sufrió el evento a lo largo de 2020 .
Tal vez por ello, Lima refirió un par de veces a la nueva entrega de la convocatoria marplatense como una “edición de resistencia”.
"Es un festival que piensa en su público y que tiene una relación muy cercana con él. Este año es una anomalía a la que nos tuvimos que adaptar. (...) Recrear de la mejor manera posible ese abrazo y ese encuentro. Creo que le hemos encontrado la vuelta ", dijo el presidente del festival en otro tramo de la entrevista.
Así, para 2021, el presidente del festival no solo dejó el deseo de volver a la presencialidad, sino, también, uno más ambicioso: “El Festival de Mar del Plata tiene que tener actividad todo el año”.