Si su nombre resuena en algún lugar de la memoria, no es una casualidad. Su alma de director lo ha llevado a ser uno de los realizadores más aclamados del siglo XXI.
El señor de los anillos, El Hobbit, King Kong y Baindead son algunas de las cintas que lo posicionan como uno de los directores que más éxitos ha recolectado a lo largo de su carrera.
Con 60 años en el bolsillo y un proyecto de The Beatles en camino, Peter Jackson continúa ganándose seguidores y admiradores de su trabajo. Y aunque las piedras en el camino fueron incontables, la perseverancia lo llevó a lo más alto.
Una admiración temprana por el cine
El ganador de tres Oscar, tres BAFTA y un Globo de Oro, comenzó con su admiración por el cine a muy temprana edad. Con apenas 9 años, Jackson presenció el estreno de la primera cinta de King Kong y fue desde entonces que decidió que ese era su camino.
Nació el 31 de octubre de 1961 en la capital de Nueva Zelanda. Desde muy joven comenzó a mostrar interés en el rodaje, por lo que sus padres le entregaron su primera cámara de video con la que comenzó a realizar cortometrajes antes de llegar a su década de edad.
Tras contraer matrimonio en 1987 con su única esposa, Fran Walsh, el cineasta comenzó a incursionar en el cine y realizó su primera cinta. “Bas Taste” (Mal gusto) fue su primera experiencia en el cine, ahondando en el género gore, algo que más tarde desarrollaría un poco más.
Tardó cuatro años en producirla y, a excepción de la actuación, el proceso lo hizo prácticamente solo.
La cinta comenzó siendo una especie de pasatiempo, aunque gracias a ella ganó gran reconocimiento en el festival de Cannes, algo que le abrió las puertas a Hollywood. Incluso ha sido reconocida como una película de culto.
La trama gira en torno a un grupo de extraterrestres que llegan a Nueva Zelanda, para secuestrar personas y convertirlas en comida.
Más tarde, dos años después, el director se embarcó en “Meet the Feebles”. Aunque realmente su título de director de culto fue ganado en 1992 cuando lanzó “Braindead: tu madre se ha comido a mi perro”, una película gore entre comedia y terror con una trama extremadamente sangrienta.
Ésta se convertiría en su última cinta de la etapa splatter de Jackson, en donde concluye su ambición por el género gore y comienza una nueva etapa de implementos técnicos.
El reconocimiento del público y la crítica
Fue a su cuarta cinta cuando los premios llegaron y Jackson comenzó a ganarse un lugar estable entre la crítica y el público.
En 1994, Peter dirigió “Heavenly creatures” (Criaturas celestiales), una cinta protagonizada por Kate Winslet basada en hechos reales ocurridos en Nueva Zelanda.
Esta cinta fue un trabajo que realizó en conjunto con su esposa y por la cual pasaron por un largo proceso de investigación antes de llevarla a la acción.
Criaturas celestiales fue la película que lo consagró por primera vez con un premio Oscar a mejor guión. Además, fue galardonado en el Festival de Venecia por su rol a mejor director.
A partir de aquí, Jackson comenzó a explorar otros géneros que lo alejaron del gore, aunque siempre manteniendo ese humor negro que lo caracterizaba.
En los años consecutivos realizó “Forgotten Silver” (La verdadera historia del cine), un falso documental sobre las aventuras de un cineasta, y “The Fighteners”, una comedia negra protagonizada por Michael J. Fox.
Su consagración como un genio del cine
Pronto llegó, llegando a los 40 años, su gran reconocimiento y aquel proyecto que lo trasladaría a la eternidad.
Pensaban que no podría hacerlo, aunque su paso por El señor de los anillos lo llevó a la gloria, tanto a él como a las adaptaciones. Consiguió 4 premios de las 13 nominaciones a los Oscar que El señor de los anillos: La comunidad del anillo consiguió. Más tarde, realizaría las dos secuelas de la saga: El señor de los anillos: Las dos torres y El señor de los anillos: El retorno del rey.
En total, obtendría 17 premios por la trilogía, entre ellos, el Oscar a mejor director, mejor película y mejor guionista.
Años más tarde, cumpliría su sueño de dar vida a King Kong en la cinta de 2005, para muchos considerada una de las mejores de la historia del gorila gigante. Antes de regresar a la edad media con la trilogía El Hobbit en 2012, el director estrenaría The Lovely Bones en 2009.
Sus pasiones estaban siendo completadas. Su afición por las guerras mundiales la llevaría a They Shall Not Grow Old, una cinta que preparó para conmemorar el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial en 2018.
El mismo año estrenó Mortal Engines, junto a su compañero de El señor de los anillos y El Hobbit, Fran Walsh.
Dicha cinta sería la última que lanzaría hasta ahora, cuando se encuentra trabajando en un nuevo documental sobre The Beatles extraído del metraje de la película Let It Be, de 1970, y pasará de ser un filme a una serie documental original de Disney+.
Algunos detalles del mundo de Jackson
Ya hablamos de su afición por King Kong, aunque resulta que es uno de los detalles que caracterizan su impronta cinematográfica. Fanático de la ciencia ficción, más tarde Peter Jackson ahondaría en el género siempre con la idea de dicha cinta en su cabeza.
Quizás se deba a que le recuerda a su infancia, aunque probablemente haya sido su principal fuente de inspiración para ser realizador cinematográfico.
Un dato curioso de esta cinta es que llevó casi siete años en llevarse a la pantalla grande. Jackson comenzó a trabajar en ella en 1996, llevó un gran trabajo de producción y una larga espera para poder disfrutar la obra maestra del director.
Otra de las pasiones del director, que también se verían reflejadas en su cine, es su pasión por los aviones bélicos de la Primera Guerra Mundial. Así será que el cineasta se dedicaría a coleccionar maquetas que lo acompañarían durante su vida y serían fuente de inspiración para su filme de 2018.
Muchos han resaltado también que se trata de uno de los directores más cultos y sabios de la industria, aunque jamás termino el colegio secundario. Sin embargo, lejos de dejarlo para dedicarse al cine, su primer trabajo estuvo ligado al periodismo, algo que comenzaría a forjar esa necesidad de conocimiento e investigación.
Sin embargo, si algo debemos resaltar del director es la calidad de sus películas. Si bien trabajó algunas historias reconocidas por el público de antemano, su trabajo está demasiado lejos de considerarse cine comercial.
A 20 años del estreno de El señor de los anillos, Peter Jackson se ha consagrado como uno de los cineastas con un sello auténtico en sus películas, que lejos de caer en el cliché o la taquilla, siempre han ahondado un poco más profundo de lo esperado.
Jackson marcó un acontecimiento sin precedentes. Ni Harry Potter, ni Star Wars, ni siquiera Marvel ha logrado tener una repercusión tal y como la que logró el director con sus hobbits y su anillo para gobernarlos a todos.