Pablo Alarcón con teatro delivery, lleva comedia y cocina a domicilio

Si bien era una idea previa a la pandemia, en aquel momento reunía a una cantidad de espectadores que hoy es inviable, sin embargo la idea continuó y sigue presentando su obra de teatro en la casa de las familias que lo contratan

Pablo Alarcón con teatro delivery, lleva comedia y cocina a domicilio
Pablo Alarcón lleva el teatro a domicilio

El cocinero está frito es la nueva propuesta teatral de Pablo Alarcón, que tiene características muy particulares, ya que no se trata de una puesta tradicional -teniendo en cuenta las restricciones- y tampoco es streaming, sino que consiste en llevar el teatro a la casa de quienes compran la entrada. Como si eso fuera poco, además Alarcón cocina en la casa de la familia, les sirve y luego hace un unipersonal de comedia, en el que rememora anécdotas familiares propias, con los condimentos de humor que va agregando a medida que desarrolla el relato “que va desde Adán y Eva hasta nuestros días”, cuenta.

Se trata de una modalidad instaurada por Alarcón, denominada Teatro delivery. “Este es un espectáculo gastronómico musical, que nació por el gusto que me da a mi, recibir a los amigos en casa. Me gusta ser anfitrión, cocinarles y charlar. Acá es algo muy parecido. Yo llego, me visto de cocinero, hago la comida mientras los técnicos arman el escenario, sirvo la comida y empieza el show”, relata.

En una charla con Los Andes, recordó su paso por Mendoza hace más de 10 años: “Estuve en ese hermoso teatro lírico que tienen ustedes”, haciendo referencia al Teatro Independencia, y también la visita al Auditorio Adolfo Calle, donde conoció la primera máquina con que se imprimió este diario.

Dejando de lado la actuación, mencionó sobre el final de la entrevista que suele visitar nuestra provincia, aunque no la Ciudad, porque tiene amigos en General Alvear que lo invitan con frecuencia a pasar unos días en ese departamento.

Me llama la atención la modalidad de teatro-delivery

Esto se debe, por supuesto, a que la gente no puede salir de su casa porque el gobierno determinó que hay contagio en los teatros, cuando realmente no estoy tan seguro de eso. Yo no estoy contra las vacunas ni contra nada pero que nos están fundiendo y muchos se han muerto de tristeza. Yo no quiero morirme de tristeza y no me puedo quedar quieto, no tengo capital como para decir voy a parar hasta que el gobierno me diga que puedo seguir. Además la gente quiere ir al teatro, quiere ver un espectáculo, así que se me ocurrió hacer un espectáculo a domicilio. Voy con el músico, con un teclado y con un técnico. Nosotros nos hacemos hisopados en el Teatro Colón cada vez que salimos una vez por semana, o sea que nosotros no contagiamos. Cuando llego, armo todo y cocino en la casa de la persona que me contrata. Generalmente lo que sucede es que la persona que me contrata es la dueña de la cocina y entonces me ayuda, charlamos, le pregunto qué condimentos les gustan.

Qué lujo tener a Pablo Alarcón cocinando en casa

No solamente cocinando. Cuando vos cuando vas al teatro compras una entrada, te sentás, el telón está cerrado, se apagan las luces, se abre el telón, aparecen unos tipos que te cuentan un cuentito, cierren el telón y te vas a tu casa diciendo si te gustó o no te gustó. Acá vos ves cómo se arma el cuento, cómo se desarrollan todos los preparativos, incluso pueden intervenir. Por ejemplo el sábado pasado la dueña de casa le festejaba el cumpleaños a su esposo y ella tocaba el ukelele así que fue parte del espectáculo. Yo llevo dos tres trajes más de saco, delantal y gorro, porque siempre hay algo que se puede hacer con la gente de la familia. Lo principal es la foto, la torta, entonces nos vestimos todos de cocineros, mientras el pianista Diego Píccolo toca, yo entro con la torta y con la familia. Antes de eso, por supuesto que cocino, sirvo la comida y todo por un precio modesto. Estoy cobrando casi lo que es una entrada de teatro con cena en tu casa, para un número acotado de personas. El espectáculo es humorístico, cuento desde la manzana de Adán hasta nuestros días, cuento anécdotas de mi infancia, de mi familia, de la comida italiana y española, las peleas en mi casa por ver quién gana o quién cocina más rico, cuento la historia de mi padre, que era un tipo muy gracioso, y de mi abuela Dominga. Se hace un espectáculo muy emotivo con una pequeña reflexión sobre el lugar que debe ocupar la cocina en la vida de la familia .

El actor prepara un risotto y luego presenta el show
El actor prepara un risotto y luego presenta el show

¿El gusto por la cocina de dónde viene?

Viene de mi infancia porque todo el mundo trabajaba, Yo tenía 7 años 8 y tenía hambre porque no habían dejado nada de comer y se me ocurrió cocinar para mi familia. Hice una tortilla incomible porque confundí las papas con los bulbos de gladiolos. Mi madre estaba furiosa, y entre risas y retos al final hizo una sopa y comimos eso. Pero siempre me gustó la cocina.

¿Nunca pensaste en poner un restaurante?

Sí, como idea sí, pero cada vez que veo como trabajan en los restaurantes, no sé. Ahora si hubiera tenido un restaurante me hubiera fundido, pero lo más cercano que tengo a la cocina es esto. Con “El cocinero está frito’' he hecho eventos multitudinarios, para 300 personas. Ahora estamos organizando uno para cuando nos permitan vernos la cara y el invierno pase. Es una Cena Popular en donde yo cocino para los que vengan, compartimos una mesa y hacemos el espectáculo.

Yo estoy trabajando en el área cultural del Pro, con Patricia Bullrich, y junto con este grupo de gente que son artistas -como Maximiliano Guerra, Juan Acosta y otros más- pensamos armar una cena popular para que vengan a comer y estemos todos juntos, no que vengan con un tupper a buscar una comida y se lo coman en su casa, sino dignificar un poco la pobreza.

¿Qué estuviste haciendo durante la pandemia el año pasado?

Todo el año pasado y este año yo apenas puedo sobrevivir con los eventos que hago. El cocinero está frito empecé a hacerlo a fines del verano 2020, hice un mes muy bueno pero después vino el invierno y la cuarentena estricta. Al principio podíamos hacerlo en los parques, en los jardines, en el fondo de la casa, no en lugares cerrados. Ahora el protocolo indica que no pueden ser más de 10 personas de la familia y esos me lo hace muy difícil en todo sentido, sobre todo en el de socializar con la gente, y económicamente. No puedo cobrar igual un espectáculo que antes lo veían 40 ó 50 personas en una casa de familia al mismo precio que uno con 10 personas nada más. Y eso ajustó mucho el precio y la economía.

Yo no soy un hombre rico, no he hecho fortuna, así que realmente estoy haciendo malabares. Tampoco estoy llorando porque tengo mi casa, mi coche, mi bicicleta. Mi hija que es actriz estuvo trabajando en un delivery haciendo repartos a domicilio. Creo que todas las familias de clase media y baja fueron afectadas, fue muy duro. Yo no me atrevo a decir públicamente que es lo que hay que hacer, pero sé que hay otras formas de cuidarse.

¿Qué tenés pensado hacer cuando la pandemia termine?

Tengo una obra de teatro que es “El curioso caso del perro de medianoche” en el Teatro Maipo, que estamos empezando a ensayar en la temporada 2020, pero cayó la cuarentena, así que tenemos la idea de ponerla cuando se abran los teatros pero es una obra muy costosa porque hay como 10 actores unos 20 técnicos, porque tiene mucha tecnología. Además otras obras y proyectos y siempre hay algún texto qué quiero hacer, tengo envista una obra sobre el Museo del Hermitage, en Rusia con dos personajes, fácilmente sustentable, pero no se puede hacer nada en este momento.

Tengo amigos que están en otros lugares del mundo, en Europa, y los actores alguna ayuda o subvención del gobierno tienen. Acá se trató de hacer pero el gremio de actores dijo que no, porque los teatros municipales les pagan sueldo a los actores, y si recibían ayuda del gobierno, eso convertía los teatros municipales y nacionales en independientes.

Hay que buscar una vuelta a esto, porque yo no tengo ganas de aprender otra otro oficio, tengo 50 años de actor y pretendo transitar los últimos años de mi vida haciendo lo que yo sé hacer.

Por ahora estoy leyendo mucho estoy aprendiendo la armónica a tocar el piano que era una asignatura pendiente estoy aprendiendo un poco de percusión en casa los vecinos no están muy contentos, pinto la casa, arreglo cosas, salgo a caminar, yo nunca dejé de salir.

¿Te da miedo contagiarte cuando vas a la casa de alguna familia?

No me da miedo, porque voy con barbijo y lo uso todo el tiempo y al momento del espectáculo me saco el barbijo. Estoy vacunado con una dosis de AstraZeneca.

El gobierno debería decir que se cuiden y que se alimenten bien, pero es algo que no pueden decir porque no hay plata. Es esencial para cubrirse de la enfermedad tener anticuerpos, hacer ejercicio en la calle, pero eso tampoco se puede. Creo que en eso se equivocaron, hay que hacer actividad física, tomar vitamina C, estar bien alimentado y cuidarse.

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