La entrega de los premios Óscar de este domingo es única: transmitida en vivo desde una estación de tren, honra películas que pocos vieron en el cine y reúne a las mayores estrellas de Hollywood por primera vez tras más de un año de pandemia.
Chloé Zhao, cuyo drama “Nomadland” sobre la gente que recorre el territorio estadounidense en camionetas en busca de un precario sustento, es una de los nominados que abandonarán su prolongado aislamiento para asistir en persona a la noche más importante de Hollywood.
“íQueremos ver a nuestros amigos! Tenemos muchos amigos nominados este año y estamos muy emocionados de verlos”, dijo antes de la ceremonia Zhao, cuya cinta es favorita a mejor película y compite en otras cinco categorías. Glenn Close, nominada a mejor actriz de reparto, afirmó al llegar al evento: “No he estado en una gran ciudad en más de un año”.
Aunque los nominados disfruten de una puesta al día muy necesaria, el glamour habitual de las estrellas que desfilan con joyas y vestidos de diseñador es más tenue este año.
Una alfombra “diminuta”
Los primeros en llegar se detuvieron brevemente para dejarse fotografiar y dar entrevistas rápidas y socialmente distanciadas, en lo que los organizadores llamaron una “alfombra roja diminuta”.
“Estoy contento por este momento”, dijo el nominado a mejor actor Steven Yeun, al expresar su esperanza de que el drama de inmigrantes coreano-estadounidenses “Minari”, también en liza como mejor película, “conecte” con los espectadores.
La lista de invitados es muy limitada. Hasta los ejecutivos de los estudios tendrán que ver la gala por televisión y la mayor parte de la prensa de Hollywood está ausente, algo que algunos nominados tal vez prefieran.
“Creo que habrá más libertad” para las estrellas que vayan, dijo a la AFP el periodista de Variety Marc Malkin.
Los artistas supuestamente tendrán permitido quitarse las máscaras cuando estén en cámara. “De todos modos habrá una incomodidad, como ‘¿cuán emocionados se supone que estemos? ¿Nos abrazamos?’”, se preguntó Malkin.
Rojo, dorado, blanco y más
Los grandes diseñadores del mundo no se perdieron la oportunidad de estar. Sobre la moda de este año hay mucho por decir. Los colores abundaron entre los clásicos: blanco, rojo y negro y algunos más osados como el naranja. Hubo grandes figuras muy bien vestidas y otras que... deberán intentarlo el año que viene. Un paseo por lo que se vio: