Ornella Ferrara: “Estamos todos muy sensibles”

La periodista mendocina habló con Los Andes y contó todo sobre su influencia en las redes, el desafío del trabajo en cuarentena y su rol como mamá.

Ornella Ferrara: “Estamos todos muy sensibles”
Ornella Ferrara

El periodismo es un trabajo del día a día, requiere de vocación, tiempo y dedicación. Ornella trabaja en los medios hace ya varios años y su tarea como comunicadora demuestra que estos ingredientes son parte de ella.

Con una difícil tarea que consiste en mantener a la gente informada y a la vez distendida, la comunicadora puso manos a la obra y llevó adelanta su rol de la mejor manera.

-¿Cómo fue la experiencia del Home Office?

En mi caso, como tiene su lado bueno y malo. Lo bueno es que duermo una hora más (ríe), lo otro positivo es que no tengo que calzarme, me hago un mate entre corte y corte. Lo negativo es que tengo que hablar bajito, soy muy efusiva y me tengo que contener porque me ven despierta y ahí sí vienen. Me pasó que estaba al aire y estaba hablando y Felipe apareció con los pelos despeinados pidiéndome leche, hice un corte y volví después. Pero es una realidad, cuando vivis con otras personas sucede eso ‘tené cuidado que voy a salir al aire’ y esas cosas, cuidar un poco la intimidad más allá de que muestro un poco en las redes.

Después ir al canal me pareció un súper desafío, al principio sentí miedo porque era mucha responsabilidad pero fue un momento súper fuerte, es un momento para ser conscientes en lo que decimos y ser empáticos. Estamos todos muy sensibles y hay que tratar de entender al otro.

Durante el confinamiento, los comunicadores se rotaban para trabajar desde casa.
Durante el confinamiento, los comunicadores se rotaban para trabajar desde casa.

- Al principio todo giraba en torno a la pandemia, ¿Fue difícil darle otro enfoque a los temas y buscar una salida?

Lo bueno es que el programa pasa por diferentes estados y eso da la posibilidad de entretener. Lo que hablamos como equipo es que en este momento es importante, más allá de informar, entretener. La gente está cansada de coronavirus, no me parece que sea el mensaje adecuado asustar, si generar conciencia pero no temor. Eso es lo bueno de “Hola Mendoza”, cada uno aporta lo suyo y tiene mucha variedad, entre nosotros hay mucha química y nos permite hablar de otras cosas.

Yo busco historias que atrapen y le pongan un poco de condimento a esto que estamos viviendo. La historia de los Cifuentes, un matrimonio de Buenos Aires que adoptó a cinco hermanitos, fue una historia súper fuerte pero en medio de esto esta bueno. Algo que me destaca la gente es que lo hago reír y trato de potenciar eso.

-Algo que te gustaría hacer dentro del periodismo y aún no hiciste…

En medio de la pandemia me hizo darme cuenta que mucho pasa por las redes y tiene mucha más llegada de la que creemos, abrí muchos canales de comunicación a través de Instagram. Empecé con los vivos, hago entrevistas, hace poco empecé con un programa de juegos los viernes y les hago regalos a los que participan, son juegos bobos pero es para pasar un buen rato, escuchamos música, bailamos, son 45 minutos que nos reímos mucho y tiene buena recepción. Hoy busco eso, desde mi lugar tratar de entretener y me parece re importante.

-Siempre has sido activa en las redes, ¿es la nueva forma de comunicación?

Siempre he sido activa pero con la pandemia más que nunca. Primero porque las marcas me buscan para promocionar y por otro lado, está bueno esta manera de contactarse, más cercana. Trato de subir cosas que entretengan, contesto permanente, comparto las entrevistas que hago en el programa, está bueno.

-Con los canjes, ¿buscas promocionar emprendedores más pequeños?

He tenido de todo, hay marcas que me pagan por promocionar y pequeños emprendedores que me contactan y me mandan productos, los pruebo y los etiqueto, eso les sirve para ganar seguidores. Esta bueno dar una mano desde mi humilde lugar.

-Sos muy coqueta y siempre te mostrás arreglada, ¿es algo del día a día?

En mi casa soy súper relajada, jogging y calzas, con zapatillas o descalza (ríe).

La vida en familia

Con dos hijos chiquitos, de dos y cuatro años, los desafíos de la periodista se multiplicaron. No sólo el trabajo y el hogar, sino que mantener a los chicos activos en el aislamiento fueron arduas tareas que Ornella tuvo que llevar adelante. Contaba al diario que, por suerte, la cuarentena la transitó en casa donde el espacio y los juegos no faltaban.

-¿Cómo llevaron adelante este tiempo en aislamiento?

Me pegó muy bien, nunca dejé de trabajar y es punto a favor para la tranquilidad mental más que nada, principalmente cuando tenes hijos. Estaba todo el tiempo en mi casa y nos unió como familia, nos conectados y disfrutamos mucho más. Por suerte ya estamos en casa, no sentimos tanto el encierro y los chicos pudieron jugar en el patio, nos pegó bien dentro de la angustia que genera en todos y el aislamiento con la familia. También te hace valorar otras cosas y volver a las bases, las cosas más simples y la contención de la familia.

Ornella junto a su marido y sus dos hijos.
Ornella junto a su marido y sus dos hijos.

-¿Cuál fue el mayor desafío de sobrellevar el encierro con hijos chiquitos?

Mantenerlos entretenidos tanto tiempo y además hacer de maestra (ríe). Si bien Facu está en la salita de cuatro le están enseñando a escribir su nombre y esta fue una etapa de mí que no conocía, fue todo un desafío. Los dos son muy chiquitos y tienen mucha energía, mantenerlos entretenidos y armar juegos, nos pudimos más firmes con la tecnología a pesar de que es un mayor desafío para nosotros porque implica estar 24/7 pendientes de ellos. Entretenerlos, jugar y seguir haciendo el resto, los dos seguimos trabajando y con las cosas de la casa a full, no tuve mucho tiempo para pensar o aburrirme.

-¿Cómo te viste en este rol de maestra, te sorprendiste a vos misma?

Creo que a todas nos pasó de valorar más el rol de la maestra, el amor que le ponen y los desafíos que se presentan porque cada niño es distinto. Por un lado valoré más su trabajo y por otro me di cuenta que no podría haber sido maestra (ríe). Soy pésima, no me sé expresar y mi hijo no aprendió mucho, por suerte aún está en salita de 4. No le puedo mencionar la palabra ‘tareas’ porque se estresa, empieza ‘no no no, tarea no que estoy cansado’ ¿cansado de qué? (Ríe), lo levo por el lado de los juegos.

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