Luego de ver Nuevo Orden, la película mexicana estrenada en Netflix en septiembre del 2020, encontré críticas que reducían la historia a “los ricos son malos y los pobres son ladrones”, conclusión simplista a la que se puede abordar con tan solo mirar los primeros 25 segundos de tráiler. Pero la realización de Michel Franco, -que escribió, dirigió, produjo y editó la película- es muchísimo más profunda y disruptiva, en una sociedad atravesada no solo por las enormes diferencias de clases sino también por la corrupción de sus funcionarios y de las fuerzas de seguridad. La realidad es que esto, además, está asentado sobre la alfombra implacable del narcotráfico, cuya red le disputó el podio a Pablo Escobar (en los primeros años de la década del ’90) y, disuelto el cartel de Medellín, se erigió como el más poderoso del continente.
En un mapa verdaderamente tan complejo, Franco opta por dejar de lado -al menos omitiendo referencias directas- todo tema vinculado al narcotráfico y se limita a contrarrestar las diferentes clases sociales, articuladas por las fuerzas públicas de seguridad.
La historia comienza con una fiesta de casamiento que se está realizando en la casa de una familia adinerada, y que se ve interrumpida por un grupo de personas que, a punta de pistola, ingresa y arrasa con todo a su paso.
Previo a eso, hay varios momentos en los que se muestran las polaridades rico-malo, pobre-bueno, y viceversa, pero también que no todo es lo que parece. Así, una enorme manifestación en el centro del DF reclama por derechos legítimos, intentando promover un “nuevo orden” más igualitario, mientras que algunos de los manifestantes, claramente, tienen otras intenciones.
Como en toda situación que comienza violenta y termina desbordada, se desdibujan las motivaciones (legítimas y no tanto) que propiciaron la movilización, frente a lo cual las fuerzas de seguridad reprimen sin miramientos.
La película tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia el 10 de septiembre de 2020, donde ganó el Gran Premio del Jurado. Por supuesto, el público mexicano tuvo una mirada muy crítica acerca del film, al que consideraron clasista y racista, pero hay que tener en cuenta que ellos pueden hacer una lectura extremadamente minuciosa de lo que, para nosotros, es el reflejo de una lucha de clases. La película muestra claramente que las diferencias sociales no solo son enormes por cuestiones económicas, sino también raciales: la mayoría de las personas adineradas en México son de piel blanca, mientras que en las clases menos privilegiadas las personas son de piel morena.
Para destacar, la extraordinaria violencia narrativa de Franco que pone al espectador tras el prisma de cada uno de los protagonista, logrando que -para quienes no vivimos en México- podamos entender las profundas grietas que atraviesan a los distintos sectores de una sociedad dividida por el dinero -o la falta de él-, y el poder.
Mención aparte para Diego Boneta, quien muestra una traza de actor solvente al despegarse del personaje que lo hizo famoso en todo Latinoamérica, Luis Miguel, y encarnar al hijo varón de la familia adinerada que es abordada por los delincuentes, al inicio de la historia.
Nuevo orden.. 2020. México, Francia. Dirigida por: Michel Franco. Protagonizada por: Naian González Norvind, Diego Boneta, Darío Yazbek Bernal, Mónica del Carmen, Fernando Cuautle. Género: Drama, Thriller, Distopía. Disponible en Amazon Prime video. Nuestra opinión: Muy Buena.
