El gigante se retractó. Netflix pidió perdón por su polémico cartel publicitario del filme francés “Mignonnes” (traducido al inglés como “Cuties” en la plataforma), que mostraba, tal como se difundió en los últimos días (y no reproducimos en esta página), una imagen sexualizada de las niñas de once años que protagonizan la película, que aún no estrena en la plataforma. La decisión de promocionarla así causó espanto entre los usuarios.
“Lamentamos profundamente el inapropiado material gráfico que usamos para ‘Mignonnes’”, escribió la Gran N en su cuenta oficial de Twitter. “No estuvo bien y tampoco era representativo de esta película francesa que ganó un premio en Sundance. Hemos actualizado las fotografías y la descripción (del filme)”.
“Mignonnes” (que en España también se conocerá con el malogrado título “Guapis”) es una película francesa dirigida por la realizadora Maïmouna Doucouré, que gira en torno a una niña de once años de origen senegalés (la misma ascendencia que Doucouré) que reta los valores conservadores y el machismo de su familia cuando se une a un grupo de niñas que bailan twerk, aún ante la oposición de sus padres.
Esta película participó en los festivales de Berlinale y Sundance, la meca del cine independiente en los Estados Unidos, que auspicia Robert Redford. Allí ganó el premio a la mejor dirección de una película dramática internacional. Pese al repudio, está planeado todavía que “Mignonnes” desembarque en Netflix el 9 de septiembre, pues no es una película censurable en sí.
Una pésima decisión de marketing
La promoción había comenzado en los últimos días, pero se ensombreció por el afiche de la película elegido, que mostraba una imagen sexualizada de las niñas protagonistas en medio de una coreografía.
Es más, el póster utilizado contrastaba totalmente con el material gráfico utilizado en el estreno de la película en Francia (que reproducimos arriba), en el que las niñas aparecen muy sonrientes, con bolsas de compras en la mano y caminando por una calle. Lo cual tenía sentido, pues el propósito de la película está muy lejos de esa sexualización infantil. La critica, de hecho.
Nos cuenta la historia de una niña que sufre el machismo de su padre senegalés, quien abandona a su madre para volver a su país y casarse de nuevo. La niña asiste a las autolesiones y el sufrimiento de su madre. Entonces, para evadir ese destino de misoginia y sumisión, se une a un grupo de baile urbano, en el que toma contacto con otras niñas.
Descubrirá que, en las redes sociales, cuanto más sexualiza su cuerpo más popular se vuelve. Pero ojo: esa vulnerabilidad no es complaciente. Lo que quiere es llevarnos a reflexionar sobre esa realidad, pues vivimos en una sociedad en la que -a través de plataformas como TikTok- los niños hipersexualizan su cuerpo para ganar likes. Recordarán los lectores los fuertes cuestionamientos, hace un par de años, de las campañas de moda que tomaban a Millie Bobby Brown (“Stranger Things”), por entonces de 14 años, como un ejemplo de belleza femenina.
El caso es que Netflix, en lugar de ser fiel con el espíritu feminista de la cinta, la publicitó con el siguiente slogan: “Amy, de 11 años, quiere explorar su feminidad bailando sexualmente para desafiar las convenciones tradicionales de su familia”. Decir que fue “poco fiel” es poco.
Una petición en change.org, con más de 150 mil firmas hasta el momento, pidió que se anule el estreno: “¡Esta película es asquerosa ya que sexualiza a una niña de once años para disfrute de los pedófilos y también influye de manera negativa en nuestros niños! ¡No hay necesidad de este tipo de contenido en esa edad, especialmente cuando la trata sexual y la pedofilia están tan descontroladas! No hay excusa. ¡Esto es un contenido peligroso!”, reza el reclamo.
El pedido no se percata de que el problema no es la película en sí, sino la forma en que Netflix usó el tema: ¿Habrá pensado que iba a conseguir más likes?