A días de haber pasado Halloween, muchos fanáticos del terror continúan consumiendo las producciones que pueden acercarse a una experiencia paranormal o al menos, llevarse un susto.
Al parecer, es cada vez más difícil alcanzar el objetivo con estas producciones. Poca inspiración, originalidad y terror son los ingredientes principales de la mayor cantidad de filmes catalogados en este género.
Este es el caso de Nadie duerme en el bosque esta noche. La sanguinaria tira polaca está muy lejos de generar miedo e incomodidad a su espectador. Recién incursionando en los slashers, lograron un asesino sangriento y hasta violento, aunque no mucho más que eso.
Situada en un campamento para adolescentes adictos a la tecnología, la historia transcurre en el bosque luego de que los miembros del grupo se dividan para realizar distintas actividades durante la semana que estarán allí.
Ya en los primeros minutos del filme, antes de presentarnos a sus personajes principales, veremos un pequeño adelanto del monstruo que acecha una cabaña dentro del bosque.
Con una serie de eventos innecesario y todos los estereotipos que conozcas de por medio, veremos caer uno por uno a los integrantes del grupo en manos de dos hermanos con un aspecto monstruoso y con una filosofía violenta muy fuerte.
Si hablamos de puntos fuertes de la película, el escenario del bosque resulta muy atractivo y más que muchos de los acontecimientos se dan a la luz del día. Como el ejemplo de Midsommar, el día puede resultar ser más aterrador y perturbador que la noche.
Ahora sí, respecto a sus fallas son bastantes: empezando por lo poco original de la cinta. Resulta muy familiar porque cada elemento es algo que hemos visto antes, sacando el origen de sus asesinos que, aunque es muy extraño, puede resultar algo innovador.
El director se toma sus minutos para representar el origen de esta bestia horrible que acecha el bosque y eso podemos decir que le suma unos puntos a la tira.
Es muy sangrienta, el gore en sus asesinatos está muy presente, aunque roza lo sinuoso ya que no es tan explícita. Digamos que encuentra el punto medio entre lo sanguinario y lo discreto, y eso funciona.
Respecto al filme en general, es muy lento. Sus casi dos horas de duración podrían ser una y transmitiría el mismo resultado. Es tosca, no tiene mucho atractivo y el hecho de tratarse de un campamento de rehabilitación tecnológica sólo se justifica cuando los personajes no tienen un aparato móvil para pedir ayuda.
En fin, si de slashers se trata, me quedo con Viernes 13.
Nadie duerme en el bosque esta noche. 2020. Polonia. 102′. Dirección: Bartosz M. Kowalski. Elenco: Julia Wieniawa-Narkiewicz, Michał Lupa y Wiktoria Gasiewska. Disponible en Netflix. Nuestra calificación: Regular.