El guitarrista, cantor y compositor Omar Moreno Palacios, figura central de la canción folclórica surera bonaerense, murió el martes a la noche a los 82 años y dejó una marca imborrable en la cultura argentina a partir de clásicos como “Sencillito y de alpargatas” y “Huella sin huella”, entre muchos otros.
Nacido en 1939 en Chascomús y conocido como “El Gaucho”, Palacios se convirtió en uno de los referentes más importantes de la música del sur de la provincia de Buenos Aires junto a otros grandes como Alberto Merlo, José Larralde y Argentino Luna.
El guitarrista Juan Martín Scalerandi, músico con el que construyó en el último tiempo una sólida dupla que reunió a dos generaciones, recordó a Moreno Palacios como “el artista más importante que ha existido para todos los habitantes de esta llanura bonaerense, por su profundidad artística, su gran conocimiento de nuestra tierra y de nuestras tradiciones. Heredero de un linaje, como el de Mario Pardo, abierto estéticamente, conocedor de nuestra tierra”.
Palacios, quien residía desde hace años en la localidad bonaerense de Temperley, falleció cerca de la medianoche, tras permanecer varios meses internado por una encefalitis, según anunció su hija Rocío.
Creador de clásicos como “Sencillito y de alpargatas”, aclamada en festivales europeos y una especie de himno del folclore, Moreno Palacios tuvo además una ardua labor como difusor del estilo folclórico de su región pampeana en diversos programas radiales.
El cantor se acercó a la música cuando tenía 8 años y desarrolló una prolífica carrera que lo llevó por el mundo. Fue inagotable su labor para llevar la música autóctona a esos escenarios internacionales.