Es difícil resumir la extensa trayectoria del actor Miguel Ángel Solá. Son más de cincuenta años de oficio, con múltiples trabajos destacados en cine, teatro y televisión a la par. Al igual que los reconocimientos, sus interpretaciones memorables en películas como “El exilio de Gardel”, “Asesinato en el Senado de la Nación”, “Tango” o la más reciente “El último traje”, son parte del vasto recorrido que lo distingue como uno de los actores argentinos más prolíferos y reconocidos del país.
Pero la vida de Solá está marcada por el exilio. Obligado por las circunstancias antes las amenazas de muerte hacia él y su hija decidió a finales de los ’90 radicarse en España y comenzar una vida laboral y personal en la península.
Cruzó el océano, cosecho elogios de la crítica y se volvió a enamorar. La actriz Paula Cancio es su compañera y con la que comparte la paternidad de su pequeña hija Adriana.
Tentando por los proyectos laborales, el actor volvió a nuestro país en 2015 y se destacó en su participación en “La Leona”, la tira de Telefé con la cosechó un premio Martín Fierro y un regreso con gloria a la pantalla nacional. Además junto a su compañera protagonizaron la obra “Doble o nada” durante tres temporadas. Pero la lejanía con su hija María y Cayetana, sumado a la falta de horizonte laboral lo impulsaron a regresar a Madrid en septiembre del año pasado, donde reside actualmente.
Durante los cuatro años en la Argentina, uno de las películas que filmó fue “Crímenes de Familia”, dirigida por Sebastián Schindle (“El Patrón”), que estrena el jueves 20 de agosto por Netflix.
En este drama con mucho de suspenso y policial, Miguel Ángel Solá encarna a Ignacio, el marido de Alicia (Cecilia Roth) y padres de Daniel (Benjamín Amadeo).
La trama tiene como punto principal la historia de Alicia, una madre desesperada que hará lo imposible para evitar que su hijo Daniel sea condenado a prisión acusado de intento de homicidio de su ex-esposa. En medio de todo el proceso, Alicia irá descubriendo una escabrosa trama oculta que cambiará su vida por completo y la convertirá en una auténtica pesadilla.
El estreno de la producción argentina estaba programado para mayo pasado, pero a raíz de la pandemia la cinta debuta mundialmente por la plataforma de streaming y será una nueva oportunidad, para que la producción audiovisual nacional coseches varios elogios. Y en este sentido, tiene con qué. Un sólido guion, un elenco destacado y buenas actuaciones.
Vivir las pequeñas hazañas
Afincando a las afueras de Madrid junto a su compañera y sus hijas, Miguel Ángel Solá vive como la mayoría de los artistas un momento particular para la humanidad. Sin planes laborales certeros, el actor tuvo que surfear hace unos años, un cuadro severo de salud, que no le permitió trabajar por varios meses. Y esa fue una alarma para estar más atento a su cuerpo y mente.
Reflexivo y directo, es de lo que no se calla y si tiene que criticar o salir a la carga, lo hace con altura y hasta un dejo de ironía. En marzo pasado escribió una carta abierta en su perfil de Facebook criticando la postura de Aníbal Pachano ante la incipiente cuarentena que transcurría en América del Sur. Con crudeza y altura dio su visión sobre la situación y la polémica no tardó en llegar.
A días del estreno de su última película filmada en la Argentina e impedido de comunicarse por teléfono por problemas técnicos en la era digital, Solá respondió unas preguntas para Estilo a través del correo electrónico sobre el filme, su presente y su trabajo.
¿Qué te gustó del personaje para aceptar la propuesta?
-La poca dualidad que tiene. Quiere a su hijo, pero prefiere la verdad y ojalá nunca me encuentre en una situación semejante-, se decanta por la Justicia.
-Ignacio se nota un hombre más frío y decidido a que su hijo pague las consecuencias de sus actos, ¿qué fue lo que más te costó a la hora de interpretarlo en el rodaje?
- No es frío, es un fracaso, es un dolor que lo carcome. Al ser un personaje que se ajusta a los términos del “realismo” imperante en los medios visuales, aunque esté sujeto a un guión, tendría que ser poco actor para no lograr un buen resultado a conciencia. No estoy diciendo que sea un personaje “simple”, no los hay, pero éste tiene muchas aristas de donde hacerlo sólido porque sus estados contradictorios son procesiones internas, no desarrolladas en la trama.
-La película mezcla el drama con el suspenso y los propios personajes juegan un rol psicológico importante ¿Qué aspectos te llaman la atención de un proyecto cinematográfico para aceptar la convocatoria?
-Éste proyecto venía servido: guión, intérpretes, director y producción tenían con qué. A veces, no te llegan con tantos imanes.
- Con Cecilia Roth hacen una dupla muy buena, ¿Qué rescatás del trabajo con ella?
- Su trabajo es muy bueno y dejó todo en él encarnando a esa madre que entierra su buen ser por su hijo. Su comportamiento no admite duda alguna. El “no importa lo que haya hecho, es mi hijo”, nace de las entrañas irracionalmente. “Cruel es el que lo mete preso y no le da otra oportunidad”. En éstos casos puntuales, el “la culpa no es de mi bebé”, talla demasiado fuerte. Y quizás, en sus posteriores manipulaciones, y más allá de la transgresión cometida por ese hijo, prime el tiempo invertido en él. Que va desde la inocencia de la primera “teta”, a los desvelos para que llegue vivo y sano (físicamente), a las diferentes edades, lo que ayuda a no ver o tapar las desviaciones psíquicas del “bebé”. Ser padre es difícil, para ser madre no alcanza la imaginación. Aunque la ficción cuente casos excepcionales, éstos hunden sus raíces en las verdades de la vida. Así comprendí y viví yo el trabajo que hicimos.
-Finalmente la película se estrena en Netflix, ¿crees que con la situación actual definitivamente las plataformas van a reemplazar a las salas convencionales del cine?
- Quizá se mantengan algunas como salas de estreno de las plataformas donde se pueda arrastrar al famoseo vernáculo y continuar un tiempo con lo conocido para que la gente se adapte. Evidentemente, al ya no ser “negocio” -salvo para los americanos del techo que siempre encuentran la manera de engordar materialmente y quizás los indios y los chinos (gracias al gran mercado interno que han logrado crear en estas tres últimas décadas filmando un cine digestivo), Europa y los países de Sudamérica han condenado a sus salas de cine. El encuentro social y el intercambio y conocimientos que significaron, se perderá en la indiferencia del mundo solitario que se nos impone. ¿Por qué? Porque sí. Donde gana el fuerte, el débil, o es esclavo o desaparece. También es la tendencia. Pero ya hay recambio preparado para lo nuevo también. Todo va muy rápido y me exceden estos tiempos, no puedo degustarlos. Es como si no viviera en ellos.
-¿Cómo vivís tus días en España?
-Con mucha ayuda de mis suegros.
¿Sentís que en cierta manera España te valora más como actor que Argentina?
- Ni allá ni aquí. Creo en los hechos. Lo tengo merecido. En Argentina no supe ocultar que pertenezco al bando de los que recuerdan qué quería de sí mismo nuestro país. Y, aquí, en España, está todo cerrado y soy extranjero y no sé qué esperan de los actores locales y visitantes. Esperemos existir para cuando algo se abra. ¡Hay que ser optimista y reinventarse! ¡Van a reconocer mi capacidad y me van a ofrecer trabajo a raudales! ¡Netflix-Argentina va a recomendarme a sus hermanos de Netflix-España! ¡Netflix me va a contratar cien veces más, gracias a “Crímenes de familia”, a partir de su estreno mundial el próximo 20 de agosto, y recomendar a sus hermanos de Netflix-España! Y de ahí en más ¡Netflix por todo el mundo!
-Con más de 50 años de oficio, ¿hay algún personaje pendiente que quieras interpretar o te dejás sorprender por los proyectos que surgen en el camino?
- Si con “El último traje” no logré que fueran a ver mi trabajo, no debo hacerme expectativas ni esperar nada de nadie, exceptuando a Netflix. Yo sigo mi sueño con menos ilusión que costumbre, sabiendo que merezco mucho más de lo que hay y me ofrecen. Y con respecto a lo que yo siempre quise: es muy mío.
-¿Qué proyectos laborales tenés en España?
-Mantener a mi familia. Limpiar mi casa todos los días. Evitar enfermarme. Ayudar a mis hijas. Intentarlo todos junto a mi mujer. Con setenta años se está más cerca de las pequeñas proezas. Si los que han sido testigos de las grandes son incapaces de reconocer que puedo abordarlas hasta el final de mis días.
Un thriller dramático de estos tiempos
“Crímenes de Familia”, es la nueva producción argentina que estrena el jueves 20 de agosto por Netflix.
Protagonizada por Cecilia Roth, Miguel Ángel Solá, Sofía Gala Castiglione y Benjamín Amadeo, la cinta escrita y dirigida por Sebastián Schindel es uno de los estrenos más esperados en la plataforma, con una historia que conmueve y se suma a las películas del género que prefiere una nutrida platea.