Luego de la incertidumbre que nos persiguió todo el 2020 en cuanto a las vacaciones de verano y su posibilidad de viajar fuera de la provincia, muchas familias han tenido la oportunidad de disfrutar del calor en zonas de playas y ríos. Las costas y el sur han sido los elegidos por cientos de personas, que aprovecharon estos meses de permisos para disfrutar de un poco de libertad.
Sin embargo, uno de los problemas que surgen en estas situaciones tienen que ver con nuestras mascotas. La pregunta se repite verano tras verano: ¿Con quién dejamos a nuestros amigos perrunos y gatunos durante esos días? ¿Qué debo tener en cuenta si quiero llevarlos en mi viaje? ¿Cómo elegir el mejor lugar?
En realidad, existen varias opciones: ya sea llevando a nuestra mascota o dejándola en la provincia. Si viajás en avión, hay aerolíneas que permiten llevarla en la cabina junto a vos, aunque con algunos requisitos. Y en el caso de viajar en auto, debemos tener las vacunas al día y llevar el certificado de un veterinario.
Por otra parte, las opciones que se presentan si decidimos dejar a nuestro amigo de cuatro patas en cuidado de alguien más, pueden ser las guarderías o los hoteles caninos, que hospedan a los animales durante el tiempo que necesiten. A continuación, todo lo que tenés que saber.
Vamos de paseo
Para poder emprender un viaje junto a nuestra mascota, primero y principal debemos definir el destino, ya que no es lo mismo un viaje dentro del país que uno fuera del territorio argentino.
Para viajar dentro del país, los requisitos están impuestos principalmente por las aerolíneas, ya que por el momento no se pueden trasladar animales en autobuses. En el caso de viajes al exterior, se requiere del certificado que otorga el Senasa, que es el organismo responsable de fiscalizar y certificar los intercambios internacionales de caninos y felinos domésticos.
El principal requisito para ambos casos es tener el certificado de un veterinario matriculado, con una vigencia máxima de 10 días previos al viaje, donde esté actualizada la vacuna antirrábica. Los perros, además, deben estar desparasitados.
En cuando al viaje, el uso del contenedor es obligatorio y se ubicará debajo del asiento delantero del pasajero, excepto los perros de asistencia para personas con discapacidad visual, ceguera o sordera, que podrán viajar a los pies de su dueño pero tendrán que llevar bozal, arnés y no podrán ocupar asiento.
En el aeropuerto, el pasajero debe presentarse en el mostrador de Senasa cuatro horas antes del embarque con la siguiente documentación: certificado veterinario internacional o zoosanitario de exportación (original y fotocopia), vacunas exigidas por el país de destino (original y fotocopias). Informarse sobre la documentación y las restricciones de cada compañía previamente a la compra del boleto es crucial.
Algunas recomendaciones en cuanto a viajes dentro del país son: transitar con la constancia o certificado confeccionado por el profesional veterinario matriculado (privado) y que haya utilizado los certificados oficiales autorizados. El ejemplar original no debe ser retenido por ninguna autoridad de control dentro del territorio argentino. Debe contener todos los datos requeridos (del propietario, del animal, de la vacuna utilizada, etcétera) y legibles. Siempre es de utilidad viajar con (un mínimo de) una fotocopia de este certificado / constancia.
Actualmente, y por la emergencia sanitaria, las aerolíneas piden que cuentes con una solución de alcohol al 70% para que, al momento de realizar el check-in, desinfectes el contenedor en el que viajará tu mascota. Luego, el producto sobrante deberá ser desechado ya que, por considerarse una mercancía peligrosa, no puede transportarse a bordo.
¿Y el hospedaje?
Una vez que llegamos al lugar de destino, el tema del alojamiento también genera incertidumbre. Si bien hoy en día muchos hoteles y complejos son “pet-friendly”, es importante comprobarlo antes de reservar. Podés buscarlos en páginas de internet o incluso consultar en grupos de viajeros.
En la Argentina, aproximadamente un 40% de los alojamientos admiten mascotas, y esa misma cifra se repite en la Costa Atlántica. Cuando tengas que elegir alojamiento para ir con tu mascota, también revisá que el lugar no realice un recargo adicional.
Si vas a ir con tu perro a la playa, tenés que tener en cuenta también ciertos cuidados:
-Siempre trasladarlo con correa, por su seguridad y la del resto.
-Utilizá una bolsa higiénica para recoger sus necesidades y las de la arena que estuvo en contacto con ellas.
-Llevá la libreta sanitaria, con las vacunas correspondientes al día y el certificado de un veterinario.
-En el caso del mar, refrescalo luego de un baño de agua salada con un baño de agua dulce para quitar los restos de sal y arena, y así proteger su piel y pelo.
-Evitar la exposición solar en las horas centrales del día. Tener cuidado de pasearlo en superficies que sean muy calurosas como el asfalto, para evitar que sus patas se lastimen.
-También es importante tener presente que el destino tenga parques o paisajes cercanos, para que tu mascota pueda salir a pasear.
-Cambiar bruscamente su dieta puede resultar un problema, por lo que te recomendamos que llevés también su propio alimento.
Si se tienen que quedar...
En el caso de que vacacionar con tu mascota no sea una opción, existen espacios dedicados a cuidar a los animales en estas situaciones: son los hoteles o guarderías caninas. Son espacios donde podemos encomendar a nuestra mascota durante los días que necesitemos y bajo la supervisión de sus encargados.
Conversamos con la veterinaria Silvina Spongia, quien cuenta con una guardería en su hogar y ella nos explicó algunos puntos importantes a tener en cuenta al momento de elegir dónde hospedar a nuestra mascota durante las vacaciones.
Uno de los primeros puntos a tener en cuenta es quiénes administran el espacio. Existen guarderías que están lideradas por veterinarios y que ofrecen una asistencia de 24 horas para el cuidado de nuestro perro, aunque también hay guarderías que únicamente se dedican a cuidar al animal sin la supervisión de un profesional.
Otro punto es el espacio en que se hospedarán. Hay guarderías, como es el caso de Silvana, en las que los perros duermen adentro de la casa. Otros alojamientos tienen jaulas, caniles o espacios afuera, ya que tienen la posibilidad de alojar perros mucho más grandes y que no estén acostumbrados al contacto con otros perros.
También hay espacios que exigen que los perros estén castrados o, en su defecto, en el caso de las hembras, que no estén en época de celo, ya que el hecho de tener a los animales sueltos en un mismo espacio no permite un control tan minucioso.
En la tarifa que debemos abonar es importante que quede en claro si el alimento lo proporciona el lugar o lo debemos llevar nosotros como dueños. Como hablamos anteriormente, no es bueno que cambiemos la dieta de nuestra mascota por lo que algunos lugares piden que la alimentación del animal esté en manos de su dueño.
Lo que sí suelen pedir es que, en caso de que tengan una cucha, colchón o manta, algo propio de ellos, lo lleven, para que las mascotas no extrañen. En caso de que no tengan, no es necesario comprar una, ya que su función es más para hacerlos sentir en confianza que por comodidad (la guardería cuenta con cuchas extras para sus huéspedes).
El día de hospedaje en una guardería puede variar entre $300 a $800, dependiendo la atención que reciban, los requisitos en cuanto a alimentación y los servicios extra como peluquería, aseo, etcétera.
En el caso de los hoteles, ubicados normalmente fuera de la ciudad, en espacios más tranquilos, cuentan con grandes parques y espacios en exterior, para que las mascotas tengan su libertad y disfruten de una estadía ociosa. Además de atención especializada las 24 horas, algunos espacios incluso ofrecen piletas para que nuestra mascota disfrute del verano.
Los requisitos principales son: la fotocopia de libreta sanitaria completa con vacunas al día, la pipeta antipulgas al momento del ingreso, desparasitado, correa y collar rotulados con el nombre del animal. En caso de que el perro no tenga la libreta sanitaria al día, el lugar se encarga de completarla y cobran el servicio al final.
En fin, las opciones son variadas. Con o sin nosotros, podemos estar tranquilos de que quedarán en buenas manos.