Martín Chamorro regresa a las tablas con su thriller “Mi Casa”

El consagrado director de teatro, quien ha sembrado una larga carrera en la escena local, vuelve a presentarse con una obra de su autoría. Viernes y sábados de octubre en el Teatro Las Sillas.

Martín Chamorro regresa a las tablas con su thriller “Mi Casa”
Mi casa recorre la historia de cinco familias que vivieron en diferentes épocas en la misma vivienda.

La escena teatral mendocina retoma su cartelera después de la pandemia y sus opciones se acomodan a todos los gustos. Comedia, dramas, unipersonales e infantiles recorren las diferentes salas de la provincia. Es así, ya no hay excusas para disfrutar de una buena obra.

Con una nueva propuesta que recopila grandes expectativas, Martín Chamorro regresa a dirigir una obra de su autoría y la apuesta es alta. Tras su experiencia con Los Monstruos, el éxito porteño que adaptó a la escena local, Martín ahora encara un nuevo proyecto bajo sus ideas y propuestas.

“Mi Casa” es la nueva obra que el director presenta este fin de semana en las salas mendocinas. Con una agenda que incluye todos los viernes y sábados de octubre a las 21 horas, este thriller promete convertirse en una gran opción para disfrutar de un plan diferente e ideal para este fin de semana largo.

Una casa, cinco familias de épocas totalmente diferentes y una red de secretos que se irán develando a lo largo de la historia. Temas sociales como la violencia de género, la homofobia y la discriminación, entre otros, se pondrán sobre la mesa en esta nueva obra teatral.

Mi casa, de Martín Chamorro

Catorce actores se suben al escenario para reflejar una historia que nace en plena pandemia. Alumnos de Chamorro que se embarcan en un proyecto desafiante, que combina elementos del cine y el teatro en una puesta en escena desquiciada.

“Me parece que el género que se toca en la obra que es el suspenso, el drama, la acción, es bastante desafiante para llevar al teatro y para entremezclar estos recursos”, explica el director.

Un género que representa una gran tarea a la hora de plasmarlo en el teatro. El thriller, en el cine, permite cierta duda, cierta intriga que en el teatro se ve totalmente expuesta. Éste fue uno de los principales desafíos de Martín a la hora de llevar su idea a la realidad.

Familias que vivieron desde 1890 hasta la actualidad protagonizan esta nueva obra de suspenso.
Familias que vivieron desde 1890 hasta la actualidad protagonizan esta nueva obra de suspenso.

“Hay que buscar ciertos recursos en lo cinematográfico. En el suspenso siempre suma la música, en la obra tenemos música original de Diego Navarro y también debemos pensar cómo y cuándo ponerla”, comienza explicando.

“Si bien la comedia y el suspenso son desafiantes, con el suspenso pasa que es un género más del cine, por lo que sí o si hay que usar y saber entremezclar estos recursos.”

Y continúa: “Jugar con la mente del público, saber qué información le develo, en qué momento y cómo, la dosificación de la información es fundamental. En el thriller es que es fácil caer en que no funcione, porque el registro actoral también es muy complejo, es muy realista y, a diferencia de la comedia, las emociones tienen que ser reales.”

Acostumbrado y fascinado por los desafíos, Martín propone una obra donde cinco familias que vivieron en la misma casa desde 1890 hasta la actualidad serán el fiel reflejo de la sociedad de su época.

La obra estará en cartelera todos los viernes y sábados de octubre en el teatro Las Sillas.
La obra estará en cartelera todos los viernes y sábados de octubre en el teatro Las Sillas.

Aunque puede que el mayor conflicto venga ligado del género. Fanático de lo paranormal, el director y hacedor teatral explica que la idea inicial surge de una inquietud de llevar a las tablas un género poco indagado, aunque desde una perspectiva diferente.

“Quería abordar eso desde otro punto de vista y ver esto de que lo paranormal quizás no es tan paranormal. Quizás si yo veo o siento algo, tal vez sea algo que ocurrió en el pasado y no algo que me está persiguiendo.”

Además, admite que el hecho de que la obra se desarrolle en una casa, permite que el espectador se meta de lleno en la obra. “Esa cercanía con lo cotidiano y lo que podía surgir, o verse reflejados. Quiero llevar ese mensaje de que las cosas mutan, cambian y esto está bien.”

Una puesta en escena y utilería prometedoras

Con un gran estudio previo a la escritura del guion, el trabajo de utilería y puesta en escena es fundamental para ambientar la obra y posicionar al público en una línea temporal.

Es así que Chamorro explica que el uso de elementos de época, las vestimentas y el dialecto fueron claves para alcanzar esta genuinidad que tanto anhelaba encontrar.

En el thriller se debe “jugar con la mente del público, saber qué información le develo, en qué momento y cómo, la dosificación de la información es fundamental."
En el thriller se debe “jugar con la mente del público, saber qué información le develo, en qué momento y cómo, la dosificación de la información es fundamental."

“Hay vestuarios de época desde 1890, 1940, 1980, de ahora. Los peinados y los maquillajes, las formas de hacer lo cotidiano, los elementos, la utilería, la iluminación.”

Otro de los puntos principales fue resaltar la forma en que las familias llevaban adelante su cotidianeidad. “Cómo hablan, su jerga, cómo se trataban los matrimonios antes, desde qué momento había luz, en qué momentos se inventaron ciertos artefactos. Todo está muy prolijo para que los detalles estén en relación a lo temporal”, asegura.

Discriminación, homofobia y algo más…

Relacionado a este concepto de abordar diferentes épocas es que Martín expone la idea de llevar adelante algunos temas sociales que rozan la historia. Homofobia, transfobia, machismo, discriminación, violencia de género…

Las épocas cambian, aunque él mismo admite que llevarlas al escenario refleja que aún nos queda un largo camino por recorrer.

“Si bien las cosas han cambiado en sus formas, siguen estando esos temas y es lo que planteamos en la obra. ¿Qué tan distintos somos de esa época? Han cambiado las formas, pero seguimos sufriendo estas temáticas”, explica.

“Nos damos cuenta que la temporalidad de la obra sirve para reflejar que todavía hay mucho que trabajar y como sociedad tenemos que ir mutando, si bien algunas cosas si han mutado, no todos vivimos la misma realidad. Planteamos esto desde la vida temporal, donde a veces se empiezan a mezclar ciertas cosas y se empiezan a repetir.”

Martín admite que los temas sociales se encuentran muy presentes en sus obras, algo que caracteriza en cierto modo al teatro independiente.

No es la primera vez que el joven aborda socialmente algunos mandatos y cuestiones relacionadas con la enseñanza y la herencia. Lo hizo en Los Monstruos y ahora lo repite como una especie de estandarte que porta en su teatro.

Las diferentes familias estarán representadas por sus vestimentas, jergas, formas de actuar, entre otros detalles.
Las diferentes familias estarán representadas por sus vestimentas, jergas, formas de actuar, entre otros detalles.

“Es una necesidad que tengo y que no puedo ignorarla. Una necesidad mía es que la gente se quede pensando en algo, que además de salir diciendo ‘qué buena la obra, cómo les llegó o cómo estuvieron las actuaciones’, salgan pensando ‘que loco, no veía esto así’, que quizás se sientan identificado y puedan hacer algún cambio”, asegura.

El teatro mendocino post-pandemia

Con su primera función agotada y a punto de agotar la segunda, Martín Chamorro expone esta idea de que la pandemia no resultó ser tan negativa en cuanto al regreso de las salas teatrales.

“Siempre nos costó mucho el teatro acá en Mendoza. Ahora está funcionando mucho, las salas están llenas y es algo raro de ver acá. Yo vengo viendo y en general en mis compañeros que todo está bastante copado de gente que antes no iba al teatro.”

La obra de Martín Chamorro explora diferentes facetas y temas sociales que se relacionan con esta línea temporal.
La obra de Martín Chamorro explora diferentes facetas y temas sociales que se relacionan con esta línea temporal.

Pensando en lo personal, el dramaturgo reflexiona en que puede relacionarse a la necesidad del público de estar en contacto humano después de prácticamente dos años de tanta tecnología.

“Esto ha hecho que las personas tengan la necesidad de ver y sentir algo real, con vida delante mío. Me parece que el teatro es la opción para eso, lo que sentimos es distinto y ha sido una buena oportunidad para la gente que conozca el teatro mendocino, que hay excelentes opciones, excelentes artistas y que nuestros teatros no tienen nada que envidiarles, y que encima es mucho más económico que ver obras de afuera.”

Finalmente, y cerrando la nota, Chamorro admite que incluso la escena local ha crecido en el último tiempo, colocándose a la altura de producciones de todo el país.

“Está bueno porque el mismo teatro se está dando cuenta que hay que subir la apuesta. Siento que se le da mucha más importancia desde nosotros mismo de hacer puestas de escena más arriesgadas, obras que impliquen un desafío, que conlleven más dinero, de publicidad, los mismos actores tener una formación más intensa. Siento que nosotros mismos estamos haciendo un mejor trabajo.”

La ficha

Mi Casa

Viernes y sábados de octubre a las 21 horas. Teatro Las Sillas.

Dramaturgia y dirección: Martín Chamorro.

Producción general: Escena Uno Producciones (Celina Cicchitti, Florencia Penna Aruta, Nicolás Quintero, Franco Redolfo y Martín Chamorro).

Actúan: Julia Antoniocci, Carina Sacchero, Laura Cogni, Mabel Checa, Giuliana Rosati, Paula Moyano, Florencia Penna Aruta, Celina Cicchitti, Santiago Pettit, Matias Montiel, Franco Redolfo, Jeremías Barrera, Nicolás Quintero y Arón Palacio.

Escenografía: Lorena Baldín.

Fotos y realización audiovisual: Pablo Tello, Friki Studio.

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