El cuarteto es tiene grandes referentes del estilo y que son reconocidos en todo el país como Carlos “La Mona” Jiménez, el gran representante, y cientos de bandas que todos los fines de semana salen a tocar y a alegrar a sus seguidores en los bailes... pero en los últimos años surgió una voz femenina que viene pisando fuerte: Magui Olave.
Este 13 de mayo “La voz femenina del cuarteto” aterriza en Mendoza en el festival “Viva la Pepa” en El Santo para compartir escenario junto a Homer el Mero Mero, Janet Torres, Desakta2 y con el cierre de Ulises Bueno.
Las entradas se pueden comprar de forma virtual a través de EntradaWeb y de forma física se pueden conseguir en FIUME (Capital), CHAMU ROCKERIA (San Martín) y MIA MAYORISTA (Godoy Cruz) y se pueden abonar con Tarjeta Naranja Plan Z en 3 cuotas sin interes.
La nacida y criada en una familia ciento por ciento cuartetera, ya que es prima hermana de Ulises -con quien inició su carrera haciendo coros- y del célebre “Potro” Rodrigo habló con Los Andes y no dejó ningún tema por tocar.
Cuando Magui tenía decidido arrancar su carrera solista su vida dio un giro importante, ya que se tuvo que instalar en Bélgica para acompañar a su marido, el futbolista Matías Suárez, quien se fue a jugar al Anderlecht durante ocho años hasta que el delantero regresó a Argentina y eso reactivó su carrera que viene en franco crecimiento con premios como el Gardel 2021 como mejor álbum Artista de Cuarteto.
La cantante contó sobre de su carrera y de lo que viene en su futuro: “tengo mucha expectativa de ir a Mendoza y por eso estamos preparando un lindo show”, comenzó diciendo.
Magui recuerda con gran cariño su etapa de corista de Ulises, pero también reconoció que no abandonó su sueño, a pesar de estar a tantos kilómetros de su Córdoba natal y que trabajó muy duro para dejar de ser ‘la prima de...’ o ‘la esposa de...’: “Cuando decidí dejar de ser corista de Ulises, me fui a Bélgica pero seguí trabajando. Me llevé a mi director musical para Europa y grabé un disco que no salió a la venta porque todavía estaba buscando mi estilo, pero nunca abandoné y cuando en el 2016 regresamos a Argentina trabajé el doble de duro para sacar mi primer disco porque no me perdonaba no tener un mérito propio”.
Magui es una todoterreno, porque demás de ser una destacada artista también es madre y esposa, por eso no tiene mucho tiempo para disfrutar de sus logros: “no me tomo el tiempo necesario para disfrutar de lo que estoy haciendo. Debería hacerlo más seguido, pero me gusta mucho trabajar y más en lo que me apasiona”.
Uno de los desafío de la cantante fue poder empoderarse en un medio comandado por varones, pero también lo vio como una ventaja: “no había mujeres haciendo cuarteto, por eso sorprendió cuando aparecí y parece que les gustó. El cuarteto es diferente a la cumbia porque casi no tiene referentes femeninas como Gladys La Bomba Tucumana, Gilda, Karina y varias artistas más. Creo que la última referente mujer del cuarteto es ‘La Gata’ Noelia”.
Su cuarto disco de estudio estará listo a fin de año y lo espera con gran expectativa: “trabajamos mucho para seguir creciendo”.
Su relación con Ulises y Betty Olave
Es imposible hablar con Magui y no tocar su relación con Ulises, uno de los artistas más convocantes del cuarteto: “con Ulises hablamos mucho y me aconseja mucho. Lo hace desde otro lado, de tantos escenarios recorridos y de la experiencia que le dio para su carrera, mientras que Betty siempre tiene la palabra justa y eso me ayuda mucho”.
“La pandemia me favoreció”
La llegada de la pandemia de coronavirus perjudicó a miles de artistas que vieron afectados su trabajo, pero también les sirvió porque tuvieron tiempo para trabajar en nuevo material. Eso pasó con Olave, quien durante el 2020 sacó su segundo disco de estudio (Aprender a volar) y uno en vivo (Estudio Teatro) por eso aseguró que la pandemia le jugó a favor: “la pandemia me favoreció porque me dio el tiempo necesario para trabajar en el disco y estar en todo los detalles y que nos dio grandes alegrías”.
Cabe destacar que por “Aprender a volar”, Magui ganó el premio Gardel y el premio CIEyA como artista cordobesa del año.
La “Wanda Nara” belga
En los ocho años que la familia Suárez estuvo instalada en Bélgica, pasaron por cosas muy buenas ya que el rendimiento deportivo de Matías, en el equipo más popular de ese país, hacía que todos los medios los quisieran en sus tapas.
“En el 2011 Mati ganó el Balón de Oro de Bélgica y me propusieron cantar en la gala y fue algo muy lindo porque era sorpresa. Fue un estilo raro que hice pero quedó lindo y eso me sirvió para seguir alimentando las ganas de seguir cantando”, cuenta y agrega: “Además en esa época las revistas más importantes de Bélgica nos tenían en las tapas”.