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hace 1 hora
“Con Denise estábamos seguros de que nuestro eje narrativo debían ser esos fanáticos. Podía ser más atractivo poner más anécdotas de la película en sí, pero queríamos seguirlos a ellos, explorar ese mundo. Es un fenómeno desconocido porque la película tiene muchos seguidores, pero poco se sabe de estos fanáticos. Entonces la idea original cambió”, es lo que contaba Mariano Frigerio a Infobae Cultura, en una entrevista donde deshuesó la verdadera temática de un documental que espera para ser estrenado en una fecha muy próxima.
“Esperando la carroza” (1985) es uno de esos clásicos argentinos que siempre permanecen vigentes. La inolvidable Mamá Cora (interpretada por Antonio Gasalla) y sus cuatro hijos Antonio (Luis Brandoni), Sergio (Juan Manuel Tenuta), Emilia (Lidia Catalano) y Jorge (Julio De Grazia) con miles de dimes y diretes, junto a la interpretación de China Zorrillo, volvieron a la película en uno de los infaltables para cualquier argentino.
Pero lo que pocos saben, es que tras la cinta, existían un enorme grupo de fanáticos que recitaban los diálogos de memoria y revivían en reuniones los momentos preferidos del film.
De hecho, fue en su fanatismo que los directores Frigerio y Denise Urfeig idearon la idea del film en realidad surgió en el intento de hacer un cortometraje. Pero su idea inicial era otra: se centrarían en la casa donde, en el film, se velaba a la supuesta Mamá Cora. Fue en su visita al lugar para recaudar tomas e información cuando hicieron el descubrimiento que dio origen a la propuesta que hoy presentan.
Miles de fanáticos, aun a 30 años del estreno de la película, continuaban visitando el lugar para tomarse fotos y juntarse como grupo, como identidad. Entre ellos, se llamaban “Los carroceros”.
“Los carroceros”, los nuevos protagonistas
Con estreno para el 4 de febrero por Cine.ar, uno de los directores contó varios de las verdades tras el proceso de filmación y el origen de la idea. “Empezamos a seguirlos y al ver las redes sociales nos encontramos con una verdadera sorpresa: estaban agrupados, además era gente muy divertida, que se encontraba para divertirse, para conocer amigos, para el humor”, contó Frigerio sobre el descubrimiento de sus nuevos protagonistas.
Lejos de tratarse de algo generacional, el co director cree más en un fenómeno nacional: “Esperando la carroza representa a los argentinos y las argentinas, independientemente de su edad. (...) Así que hay nuevos fanáticos que se renuevan. Al hacer la película descubrimos que muchos de los carroceros la ven en YouTube y la ponen de fondo mientras cocinan”. Incluso habló de un subgrupo, llamado los “carroceros kids” que se refiere al grupo de los más jóvenes.
El éxito, según él, viene de una dupla que no ha vuelto a formarse posteriormente: “Para mí el gran secreto es la dupla Jacobo Langsner, que es el escritor, y Doria, el director. Son dos personas que sabían ver el pueblo y hacer una película popular. Hicieron que todos los argentinos la veamos y nos sintamos identificados y nos riamos al respecto”. Incluso se refirió a una cultura gay, “de la iconografía del maricón argentino” como dicen los fans”: “Los dos eran gays, Doria y Lagsner, entonces también hay algo atrás, hay un lenguaje gay de la risa, de lo que nos causa gracia a nosotros, que está ahí sin que haya ninguna problemática gay, sin que haya nada dicho a los gritos”.
El mismo proyecto del documental, dio la oportunidad para que sus protagonistas conocieran a un grupo de seguidores que sobrepasa cualquier número de las redes sociales. Frigerio cuenta que al contactarse con Diana Frey, la productora, no estaba interesada en comunicarse con ellos, hasta que le contaron que necesitaban de la película y sus protagonistas para contar sobre los carroceros: “Diana quedó maravillada pero medio incrédula: ‘¿Es tan así?, entonces la invitamos a un encuentro de los carroceros, a uno de los clubes que se ve en el documental y Diana se quedó de una pieza, no lo podía creer. A partir de ahí nos dio entrada a los actores”.
A pesar de todo, sus preferidos fueron siempre los protagonistas: los carroceros. “Se coparon desde el primer día. Es gente divertida(...) Todo lo que les decías les parecía fantástico. Son tipos divinos”.
