La influyente cantautora mexicana Lila Downs consideró que las artistas latinoamericanas están demostrando que “podemos producir, componer y, dentro de todo eso, mandar mensajes y códigos que nos representan”. La pandemia de Covid-19 la sorprendió de gira por Estados Unidos pero, además, Downs abandonó su refugio en Los Ángeles y volvió a su estado natal Oaxaca, el más rico en cuanto a presencia de pueblos originarios como los zapotecos y los mixtecos.
La mexicana, que ya desde su matrimonio con el músico y productor estadounidense Paul Cohen ha sabido mixturar en su vida y su obra las texturas de culturas diversas está inmersa en la producción de su nuevo disco. De hecho, la noticia es que lanzó su primer corte, “El silencio” para ir moviendo el avispero.
Desde hace un largo tiempo Lila Downs ha venido probando los cruces de los géneros y se ha transformado en gesto de su producción la interconexión entre género diversos en los que siempre habita la raíz indígena de su país. En la Argentina no solo la referenciamos por sus repletos teatros en Buenos Aires cada vez que vino de gira sino por ese disco que hizo junto a Niña Pastori y Soledad, “Raíz”, que la terminó de instalar con fuerza en nuestro territorio. Ahora Lila lanzó desde su amada Oaxaca esta canción “El silencio”, en la que analiza los tiempos de pandemia y de lucha feminista. La compuso junto a su esposo Paul y narra “el tiempo de espera y el alejamiento de los seres queridos, con la esperanza y la ilusión del próximo encuentro”, según se escucha en su letra.
“A mi marido lo conocí en un bar, uno de esos antros donde solíamos tocar. Músico. Él tocaba saxo y teclados en un grupo de son; yo cantaba folclore zapoteca. Y, entre mezcales, empezamos a hablar en inglés, fíjate”, nos contó la “Reina de Oaxaca” cuando vino a la provincia en 2015 (uno de los últimos recitales internacionales interesantes que se produjeron aquí) para presentar su álbum “Balas y chocolates” en el Bustelo. Antes había estado en salas inmensas, no solo en tamaño sino en prestigio como lo es el Teatro Colón.
Para hablar sobre este nuevo tema que acaba de lanzar, sobre el proyecto en el que entrará esta canción y las mujeres en este presente, Lila abrió las puertas virtuales de su hogar.
- ¿Lo que viste en Los Ángeles con los levantamientos por la violencia racista te hizo acordar a la movida en los 90 por el asesinato de Rodney King?
-Claro, ¿cómo no? Esta situación que estalla es algo que viene, para todos los que hemos sido considerados no blanquitos aunque seamos mitad blanquitos. Siempre está esa segregación que la heredamos en Estados Unidos un poco por lo que pasa en Inglaterra y un poco porque tienen su propia moralidad respecto a la esclavitud. Ahora empieza una etapa distinta, cuando el Presidente de la Nación es una persona que excluye y que su plataforma fue racista para empezar. Yo creo que muchos artistas y seres humanos nos dimos cuenta de que si siembras odio van a haber resultados como estos.
- En Argentina se registraron muchos femicidios durante la pandemia ¿En México sucedió lo mismo?
- Yo no tengo la información, no te podría decir que estoy completamente informada. Lo que sí sé es que un poco antes de que todo esto ocurriera ha habido una demostración maravillosa de las mujeres y de la unión de las mujeres en este movimiento que está sucediendo a nivel mundial. Esto hace que nuestra sociedad tradicional machista se sienta un poco agredida y tenga miedo (risas). ¿Cómo decirlo de otra manera? Tienen miedo, pero no nos deben de tener miedo. Es el momento en el que debemos de ver que esa unión es una fuerza que hacía falta, que nos hacía mucha falta a las mujeres y que creo que va a traer consecuencias benéficas para las afectadas por la violencia y por nuestra situación como profesionales en todo el mundo.
- A esta canción “El silencio” ¿Qué aire musical querías darle? La última vez que hablamos me comentaste que querías incursionar por el mariachi, la música grupera y el TexMex?
- Claro, sí, porque es emocionante. Me emociona esa música. Pienso mucho en la frontera y lo mucho que hay que decir. Pues sí, el mariachi está muy presente y yo creo que esta canción junta un poco estas dos influencias. Según yo era una ranchera, pero se convirtió en otra cosa porque la agarraron los músicos y terminó siendo más jazzista y un poco más rockera la cosa. Me encantó como un puente para lo que viene. Estoy componiendo unas canciones que se escuchan más como gospel, un poco combinarlas con elementos de mariachi y eso siempre me emociona, juntar influencias de diferentes mundos musicales que me inspiran.
- ¿El confinamiento también se transformó en un proceso muy creativo a la hora de componer?
- Exactamente, yo creo que este fuego interno que está haciendo que se muevan las emociones desde una perspectiva social, si te pones a leer las noticias te afecta y te afecta estar en un encierro porque te limita. Las limitaciones siempre son el alimento de la musa, ¿no? Sentirse marginal ha sido una realidad para mí en la vida y creo que de ahí parte mucho de la inspiración. Ahorita esto que nos está pasando curiosamente nos está pasando a todos, entonces va a haber una explosión de música que va saliendo poco a poco. Para mí empezó desde el primer día de encierro que tuve. El temor también hace que nos obligue a mirar desde dentro, que normalmente yo no estoy tan cómoda con eso. Yo estoy más en el plano de la narración, de la parte que me rodea, pero ahora es inevitable, tengo que mirarme adentro de mí.
- ¿Te sentís más acompañada por otras mujeres músicas como Mon Laferte,Natalia Lafourcade, Camila Gallardo y Sole Pastorutti?
- Sí, claro. Yo creo que hay muchas mujeres que están y estamos, seguimos siendo honestas con nuestra música. Yo creo que estamos demostrando que podemos producir, componer y además interpretar de una manera especial lo que hacemos. Además, dentro de todo eso mandar mensajes y códigos que nos representan y que van cambiando desde nuestro subconsciente la manera en como miramos a la mujer.
- ¿El machismo imperante lo que no tolera es que las mujeres den un mensaje?
- Yo creo que al machismo también le gusta la mujer guerrera. Cuando está, además, en un idioma del arte así es como entras por los poros. No quiero decir que está disfrazado porque entonces verían toda nuestra agenda, pero creo que por ahí va la cosa. Dentro de nosotras hay algo, hay una agenda política. Y bueno, así ha sido para todas las mujeres que han cambiado la visión hacia la mujer. Es necesario usar herramientas que son parte de un diálogo que no es explícito y es más poderoso así.