Mariano Cócolo se muestra muy emocionado por el ascenso inesperado que ha tenido su opera prima, “La calma”. Después de haber sido seleccionada entre seis filmes para Ventana Sur, el mercado de cine latinoamericano más grande, ahora se hace de un lugar en la meca de este tipo de eventos: el mismo Marché du Film del festival de Cannes, que comienza hoy de forma virtual y se extenderá hasta el viernes.
Esta plataforma, a la que llegó gracias a que fuera seleccionada por la Federación Audiovisual Argentina (FAVA), permitirá mostrar e interactuar con distribuidores y productores de todas partes del mundo, con el objetivo de dar a conocer e impulsar diferentes proyectos. Las expectativas del realizador mendocino son grandes.
Y absolutamente inesperadas, dada la forma independiente en que filmó “La calma”, que protagonizan Tania Casciani (quien pisó la alfombra roja del festival propiamente dicho, por “Muere monstruo muere”), Miguel Ángel Borra y Elsa Cortopassi.” ‘La calma’ nació de un impulso en un momento de la Argentina en el que estábamos con un Incaa bastante congelado, donde la burocracia se hacía ver”, comenta Cócolo remontándose a 2017, año en el que ganó un concurso con otro proyecto de largometraje, “La casa”, que aún no puede comenzar a filmar por demora en el subsidio.
Cócolo, que con su corto “El silencio” llegó a participar en 40 festivales, además de ganar la categoría en el de Mar del Plata, se propuso filmar a como diera lugar. Le propuso entonces a la productora mendocina Dámaris Rendon, hoy su novia, encarar una película que tratara la problemática de la tierra, un tema que, dicen los que saben, es la condición de base de la desigualdad latinoamericana.
Se embarcó entonces en “La calma”, “una pelicula en relación a la problemática campesina de los territorios, de los terratenientes truchos, porque siempre he estado en contacto con esos temas desde chico, por mi papá, que está muy cercano al campo y a la tradición”, dice Cócolo, quien en el ámbito musical provincial es un reconocido director de videoclips.
¿De qué va la historia? Anticipa: “Una chica estudiante rural, que estudia en la ciudad y sufre el desarraigo, tiene que trabajar para subsistir y en un momento vuelve al campo para hacerse cargo de su papá, que tuvo un ACV. Ahí empezar a negociar con los supuestos dueños de la tierra por el futuro de ese territorio, que trabajaba el padre”.
La película se hizo gracias a las productoras Año Luz, Peca Cine, en asociación con Buda, además del apoyo de We Make Color, Tres Foquitos, Bodega Monteviejo, el Fondo Nacional de las Artes, Mímesis y los Municipios de Lavalle y Godoy Cruz: “Ha sido una cadena de voluntades”, apunta el director.
Participarán en el Marché du Film con la idea de contactarse con agencias de venta y distribuidores que puedan llevar la película a muchas salas y plataformas del mundo. Y sobre todo, Cócolo admite que “ha sido un tiempo de mucho aprendizaje”, al tiempo que adelanta que esperan cerrar negociaciones con la agencia Aspect Ratio de Nueva York.
“El futuro de la película sería lograr el estreno internacional lo más antes posible, para poder estrenarla en sala en 2021”, cierra.