La Barroca, como ya simplemente la referencian los melómanos mendocinos, celebra hoy en el Teatro Independencia una fecha muy especial: sus cinco años como orquesta. Un aniversario que obliga a poner en relevancia su crecimiento en este tiempo y también la importancia de que este tipo de proyectos independientes puedan sostenerse en el tiempo. La cita es a las 21, con entrada general de $500 en www.entradaweb.com.ar o, a partir de las 18, en la boletería del teatro.
Hugo Mariano Peralta, el director, remarca: “En los últimos años la orquesta ha tomado la decisión de ‘salir’ de las salas de concierto habituales y comenzar a llevar la música a la gente. Hemos dado así conciertos en Iglesias, en escenarios armados específicamente para nosotros y en diferentes lugares”.
La asociación, en el último tiempo, con la Municipalidad de Guaymallén y la Municipalidad de Godoy Cruz permite que la música clásica pueda llegar directamente a la gente de cada departamento, sin necesidad de que sea solo patrimonio de las salas tradicionales (la Sinfónica de la UNCuyo y la Filarmónica provincial, aclaremos, también abordan estas inquietudes de “socialización” musical).
Pero hoy, la fecha importante amerita que sea la Sala Mayor, con un repertorio que ya no se restringe al período que le da nombre al grupo: la Suite “Peer Gynt” de Grieg, la pieza “Alma de Tango” de la compositora mendocina Adriana Figueroa y la Sinfonía N° 5 de Beethoven, un compositor al que se dedican cada vez con más disciplina.
“Originalmente la orquesta, que por aquel momento era ‘Camerata’, se llamó Barroca, porque fue el período musical principal de trabajo que nos propusimos para ese primer año de vida músical”, recuerda el director. “Fue un inicio, nadie sabía cómo iba a continuar el proyecto luego de todo lo organizado para ese año musical que fue el 2017. No sabíamos cómo iba a ser la recepción de los teatros, las salas de concierto, el público, los músicos… Todo lo que sí sabíamos era que sentíamos la necesidad de generar un espacio de contención musical para tantos jóvenes músicos, muy talentosos y con gran deseo de hacer música en formato grupal”.
El primer concierto que dieron fue el 11 de junio del 2017, con un repertorio dedicado a Bach: sus suite orquestales N°1 y N°2. “De allí hubo varios conciertos importantes durante el año. Llegando al final, hicimos un Proyecto Vivaldi y algunos conciertos de solista”, recuerda Mariano. “Luego, bueno, la camarata fue creciendo en número de integrantes y así también en familias instrumentales, y esto nos llevó a que dejara de ser llamada Camerata y pasara a ser llamada Orquesta”.
Sigue: “Luego, en los años 2018 y 2019, tuvimos quizás dos eventos grandes, ambos sinfónicos corales. Por un lado la realización del majestuoso Réquiem de Mozart para Coro Solista y Orquesta en Villa Mercedes, provincia de San Luis y, por otro lado, el Salmo 42 de Felix Mendelssohn para Coro Solista y Orquesta también en la misma localidad. Para estos proyectos se sumaron varios coros, algunos de Mendoza, otros de San Luis y cantantes solistas”.
La pandemia fue, a contrapelo de lo que le pasó a todas las grandes orquestas, una oportunidad para crecer y pulir nueva música. “En los últimos tres años la actividad de la orquesta creció exponencialmente. Fueron muchos factores los que llevaron a eso. Por un lado la pandemia con todas las limitaciones que este generó, fue al mismo tiempo, un bache en el cual nos permitió reenfocarnos y comenzar a tener mayor cantidad de proyectos musicales. Las salas de teatro se abrieron y allí estábamos, listo para comenzar a brindar nuestra música en la provincia y fuera de ella”.
“La orquesta desde algunos años se ha organizado internamente, para el trabajo, mediante una comisión general. Ha cumplido el rol de comisión artística, de gestión y administrativa”, comenta Peralta sobre el modo de funcionamiento de este cuerpo independiente. “En definitiva, el corazón y el pulmón de la Orquesta a lo largo de los últimos años ha sido la comisión, la cual desde su rol ha trabajado y velado en pos de buscar lo mejor para la orquesta”.
“De modo transversal en estos años siempre ha existido un espíritu de querer que la orquesta siga creciendo. Una frase, quizás muy propia y que durante muchos años estuvo, era el decir ‘vamos por más, siempre más’. Esto era hasta casi una arenga a seguir creciendo y disfrutando de la música y de lo que de a poco íbamos logrando. En los últimos años se incorporaron a la orquesta grandes músicos, con mucha experiencia y gran trayectoria. Esto llevó a que el crecimiento por parte de la orquesta fuera realmente grande tanto en calidad musical como así también en calidad humana y de trabajo”, destaca.
Lo que viene
“Para la segunda mitad del año, con la orquesta comenzaremos a convocar solistas y directores invitados, siempre bajo esta impronta de llevar la música a la gente. Del mismo modo que hemos dado buenos y grandes conciertos en los municipios de Guaymallén y Godoy Cruz. Nuestra idea es continuar por la misma línea”, adelanta Peralta.
El primero de estos directores invitados es Héctor Rodriguez, proveniente de Venezuela, quien los acompañará durante el mes de agosto. Luego estará Miguel Pineda Záccara. Y, posteriormente, y aún a confirmar, Jorge Dumont.
Por otra parte, la orquesta ha iniciado un proyecto de ciclo de música de cámara en el teatro Quintanilla. “Estos conciertos tendrán una gran diversidad de compositores, períodos y formatos musicales. En algunos inclusive no habrá director y se presentarán los músicos en formato de cámara”, dice.
Y cierra: “Tenemos por delante varios proyectos. Entre otros, uno que ya casi es un clásico en nosotros, es presentar las Estaciones de Vivaldi, el Concierto de Aranjuez, un sinfónico coral y, probablemente, una producción operística”, adelanta con entusiasmo.
