No es frecuente en Mendoza ver muestras como la que abrió, hace pocas semanas, el MMAMM: “Luis Ricardo Casnati: la casi intemporal saeta”. Infrecuente, de hecho, como infrecuentes son los artistas como él: arquitecto de vuelo poético, escritor, diseñador, devoto de todas las artes.
Luis Ricardo Casnati (1926 – 2017) merecía esta vasta retrospectiva, donde se exhiben los planos de algunos proyectos, fragmentos de sus libros editados y las piezas de mobiliario que diseñó a lo largo de las décadas junto a su gran amigo Luis Quesada y que, gracias a un proceso de rastreo inédito (y parece ser aún todavía incompleto), se muestran por primera vez juntas: imponentes mesas en madera con apliques en metal diseñados por el gran artista recientemente fallecido, sillas talladas, finísimas butacas plegables, sillones deslumbrantes y una mecedora que es un capolavoro de la ergonomía, entre otros objetos. Apenas pequeñas muestras de un genio inquieto y expansivo.
La exposición, que estará abierta hasta el 30 de junio en el MMAMM (que pertenece al Espacio Cultural Plaza Independencia), se puede visitar gratuitamente de martes a viernes de 10 a 19, y sábados, domingos y feriados de 16 a 20. Todos los miércoles a las 18 hay visita guiada.
“La muestra, en este caso, surgió a partir de una invitación del MMAMM a raíz de mi tesina de grado en artes visuales en la que me dediqué a reflexionar sobre la obra de Casnati; también en los últimos años organicé algunos eventos de reflexión y exposición en torno a su obra que fueron antecedentes”, nos cuenta el curador Ludovico Zanettini, también nieto del artista.
Continúa: “El desafío más grande en la curaduría fue que se evidenciara lo prolífico de la obra, en cuanto a cantidad y variedad, en un espacio limitado; tuve que elegir un puñado de piezas que representaran más de 50 años de carrera, en los que diseñó cientos de viviendas llenas de detalles arquitectónicos, mobiliarios y literatura. Además de eso, evidenciar al artista detrás del diseñador, que desplegó un imaginario muy personal de sus gustos por mitologías antiguas en su uso de las formas”.
- La muestra toma aristas de una personalidad artística desbordante. ¿Todo ese trabajo estaba catalogado?
- Hay trabajos académicos que abordan su obra como escritor y como arquitecto de forma separada. Mi trabajo ha sido el de documentar la obra en sus distintas manifestaciones y ponerla en relación. Estamos trabajando en un catálogo digital de esta exposición en el que puedan apreciarse las obras más significativas de sus distintos períodos, fechados e inmersos en una cronología que ha sido de compleja labor, y que paradójicamente dialoga con una idea que expresaba Casnati sobre su trabajo embebido de lo que es atemporal.
- ¿Cómo evaluás su importancia en las artes mendocinas?
- Pienso que su obra es valiosa porque dedicó su vida a ella, y fue un trabajador incansable y apasionado, y en esa labor y experimentación constante logró aunar belleza, funcionalidad, poesía. Creo que es una obra inspiradora por su vitalidad y esperanza; fue parte de una generación que tenía un gran ideal de futuro: creaban facultades, instituciones de estudio. El desarrollo mismo de la vivienda como tema pienso que representa esa búsqueda de calidad de vida centrada en los individuos. Hay algo también de confianza en la labor, en el arte, en la excelencia, que escapa a las lógicas del consumo y se relaciona quizás con una espiritualidad en la relación con las cosas que para mí es emocionante de ver y enseñar a los y las que vienen de acá en adelante.
- Algo que llama especialmente la atención son las piezas diseñadas entre Casnati y Quesada. ¿Mostrarlas juntas es algo inédito?
- Es la primera vez que hay una exposición de este tipo en torno al trabajo de Casnati y que incluye colaboraciones con su gran amigo y cómplice en el arte Luis Quesada. Rastrear las piezas fue tocar puertas y charlar con mucha gente, que me referenciaba obras que no conocía, y así llegaba a otra gente y aparecían otras obras. Hay mucha documentación perdida de los diseños así es que hay mucho por encontrar aún.
- ¿Hay registros de cómo producían entre ambos estas piezas de arte aplicado? Es interesante contar cómo era ese proceso, porque fue una producción abundante y algunas de ellas, como puertas de casas particulares, son reconocibles en las calles y forman parte del paisaje urbano mendocino.
- Eran muy amigos y estaban en permanente diálogo acerca de los temas y problemas del arte, tuvieron una relación muy profunda. Casnati diseñaba los muebles enteramente y sus estructuras, en los planos están consignadas todas las curvas y encuentros entre maderas; y en las piezas en las que colaboraba con Quesada, éste se encargaba de hacer las cubiertas, de tallas y metales. La casa de Quesada fue diseñada por Casnati, estar en ese espacio abovedado entre la virtuosa obra de Quesada es para mí una experiencia realmente mágica, donde se conjugan sus genios.
- ¿Cómo recordás a tu abuelo en su faceta humana, no tanto desde el lado profesional?
- Tenía una relación muy especial con el habitar, convivía con sus objetos y costumbres de una manera muy mística y personal. Estaba lleno de rituales, una oración a una antigua llave medieval o darle un beso a un roble en el camino que hacía hasta su casa.
- ¿Qué enseñanzas te dejó, o cómo influyó en vos?
- Durante mucho tiempo de niño, todas las noches, me leía cuentos antes de dormir, la “Canción de Roldán” o historias de los tres mosqueteros, fábulas. Nunca hablamos de su trabajo. Ahora estudiando su obra se abrió para mí una perspectiva general y particular de la arquitectura y las artes en Mendoza, verdaderamente fascinante.
También se expone
Al lado de la muestra de Casnati, se puede ver “Travesía de mujeres. Artistas egresadas de la UNCuyo en la colección del MMAMM (1939-1979)”, con curaduría de Rosana Aguerregaray. La muestra narra las distintas actuaciones de artistas mujeres presentes en el campo artístico local, aquellas que fueron forjadoras activas y participaron del proceso de organización institucional del siglo XX, quienes además se destacaron como docentes y creadoras.