Después de más de seis décadas de hacer que las bicicletas vuelen, los nadadores salgan aterrados a la orilla y se produzcan otros encuentros cercanos fascinantes, John Williams escribe las notas finales de lo que podría ser su última banda sonora.
“En este momento estoy trabajando en ‘Indiana Jones 5′, que creo que Harrison Ford, que es bastante más joven que yo, anunció que será su última película”, dice Williams. “Entonces pensé, si Harrison puede hacerlo, entonces quizás yo también”.
Ford, que conste, no ha dicho eso públicamente. Y Williams, que cumplió 90 años en febrero, tampoco está absolutamente seguro de estar listo para retirarse. “No quiero que me vean eliminando categóricamente ninguna actividad”, dice Williams riendo en una entrevista telefónica desde su casa en Los Ángeles. “No puedo jugar al tenis, pero me gusta poder creer que tal vez algún día lo haré”.
En este momento, sin embargo, hay otras maneras en las que Williams quiere pasar su tiempo. Una película de “Star Wars” exige seis meses de trabajo que, señala, “a estas alturas de la vida es un largo compromiso para mí”. En cambio, se dedica a componer música de concierto, incluido uno para piano que escribe para Emanuel Ax.
El mes pasado, Williams y el violonchelista Yo-Yo Ma lanzaron el álbum “A Gathering of Friends”, grabado con la Filarmónica de Nueva York, el guitarrista español Pablo Sáinz-Villegas y la arpista china Jessica Zhou. Es una radiante colección de conciertos para violonchelo y nuevos arreglos de las partituras de “La lista de Schindler”, “Lincoln” y “Munich”, incluida la sublime “A Prayer for Peace”.
Cumplir 90 años ha provocado que Williams reflexione sobre sus logros, sus ambiciones restantes y lo que ha significado para él toda una vida dedicada a la música. “Me ha dado la capacidad de respirar, la capacidad de vivir y comprender que hay más que la vida corporal”, dice Williams. “Sin ser religioso, que no lo soy en especial, hay una vida espiritual, una vida artística, un reino que está por encima de la mundanidad de las realidades cotidianas. La música puede elevar nuestro pensamiento al nivel de la poesía. Podemos reflexionar sobre lo necesaria que ha sido la música para la humanidad. Siempre me gusta especular que la música es más antigua que el lenguaje, que probablemente estábamos tocando tambores y soplando cañas antes de que pudiéramos hablar. Así que es una parte esencial de nuestra humanidad. Me ha dado mi vida”, dice.
Y, a su vez, Williams ha proporcionado la banda sonora a la vida de innumerables personas a través de más de 100 películas, entre ellas “Star Wars”, “Jurassic Park”, “Tiburón”, “Encuentros cercanos del tercer tipo”, “E.T.”, “Indiana Jones”, “Superman”, “Harry Potter” y muchas otras más.
Y sus logros son difíciles de cuantificar. Cinco premios Oscar y 52 nominaciones a los Premios de la Academia, un número superado solo por Walt Disney, es una medida. Pero eso no alcanza a reflejar el poder cultural de su música. “Me han dicho que la música se toca en todo el mundo. ¿Qué podría ser más gratificante que eso?”, dice Williams. “Pero tengo que decir que parece irreal. Solo puedo ver lo que está frente a mí en el piano en este momento, y hacer lo mejor que pueda con eso”.
Cree que todos esos temas indelebles y perfectamente construidos no son tanto producto de la inspiración divina, sino del arduo trabajo diario.
“Me encantaría estar presente dentro de 100 años para ver qué está haciendo la gente con el cine, el sonido y los efectos especiales, auditivos y visuales. Creo que tiene un futuro tremendo”, dice Williams. “Puedo sentir una gran posibilidad y un gran futuro en la atmósfera de toda la experiencia. Me encantaría volver y verlo y escucharlo todo”, confiesa.